jueves, 16 de diciembre de 2010

A ENRIQUE MORENTE

Acallada la voz y el canto yerto. Granada llora la pérdida inminente de Enrique Morente y lloran los claveles rojos lágrimas de sangre. Se trunca el cante y el flamenco fenece en la laringe prodigiosa de este cantaor, que abandona las notas más jondas. Las palmas enmudecen al tiempo que su boca, y el llanto de las cuerdas de guitarra inundan los tablaos donde hizo escuela. Un coro de ángeles gitanos entonan un Aleluya a la entrada del cielo, con acordes de fandango y seguiriyas, de tarantos y soleares reciben al maestro. Morente se emociona y arranca por bulerías, mientras los corazones rotos de sus gentes, permanecen en carne viva; no hay apósito que pare la hemorragia del cante de Andalucía. Silenciosos y brunos por la pena... se sucederán tres días de luto.

Como amante del cante flamenco, le escribo entristecido mi elegía. Es tan sólo un hasta luego, prometo visitarle en esa feria... de la que todos tarde o temprano, seremos partícipes. ¡Que Dios le bendiga!

lunes, 13 de diciembre de 2010

QUIEN PROVIENE DE QUIEN?

Recientemente se pudo ver en televisión cómo un adolescente introducía un gatito en una caja de cartón, y entre carcajadas, le propinaba una patada, rompiéndole el espinazo. Mientras el gatito agonizaba de dolor en el pavimento, los verdugos celebraban a carcajada limpia su «hazaña». La conciencia, el alma, no tiene que estar muy sujeta a la teoría evolutiva... si fuera así, ahora mismo el mundo sería un paraíso. El panorama actual es desolador, los nuevos brotes generacionales, la crema futura del país «evoluciona» entre botellones y vomiteras, hostigando a profesores en los centros educativos, formándose entre los porros y las drogas de diseño, colgando ufanos sus peleas por internet, mientras que el resto pasivo y resignado, confía quizás en que la evolución pondrá a cada uno en su sitio...

Creen los simios que son la cúpula de la evolución, simplemente porque alcanzan las ramas más altas. Darwin, criado en una sociedad disciplinada, pensó que el hombre provenía del mono. Si hubiera sido compañero de siglo, constataría que es justo lo contrario. Lo veo constantemente, pienso que vivo en el reino de los simios, y quisiera algún día despertarme, y sentirme de nuevo en el mundo de los hombres.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL CONTROL A LOS CONTROLADORES.

Si España fuera Japón, el ministro de Fomento se llamaría Blankiyaqui y se habría hecho el hara kiri por no poder soportar la vergüenza de ver el caos que se ha producido en un asunto de su directa responsabilidad. Si el jefe de personal de una empresa llevase diez meses negociando con un reducido grupo de empleados y al final estos le montasen una huelga salvaje que hiciera perder millones a la empresa, el jefe de personal estaría en la cola del paro.

Como el señor Blanco ni es japonés (aunque se le da un aire), ni trabaja en la empresa privada, anda sacando pecho por lo bien que ha resuelto el conflicto, y con él todo el Gobierno. Realmente el estado de alarma ha conseguido alarmarme. Creo que es lo más grave que ha pasado en España desde los atentados de los trenes. Se ha utilizado el Ejército, la Policía y la Guardia Civil para reducir a un grupito de controladores y controladoras («por qué cuando se nombra a este colectivo nunca se usa el femenino»), suprimiendo derechos fundamentales.

¿De verdad no tenía el Estado otros medios para resolver el pulso que les plantea una banda de insolidarios desquiciados? Ahora nos amenazan con prolongar el estado de alarma. Miedo me da. ¿Quién controlará a los que controlan a los controladores y controladoras?

martes, 7 de diciembre de 2010

FAMILIA QUE VIAJA, FAMILIA FELIZ.

A ver si lo cuento bien. Currante de mediana edad, con un miserable sueldo de risa que apenas cubre hipoteca, recibos y comida y dos hijos pequeños que le comen por los pies. Se sobrevive de milagro en la casa, penando más que disfrutando, y este año, con la bajada de sueldo a los funcionarios,con la crisis económica de la que siempre estamos saliendo y en la que nunca estamos fuera, en un momento de irresponsable euforia promete, sin poder, que toda la familia, los cuatro, se van a Eurodisney. El despiporre.

Los niños locos de ilusión, y los padres a sumar y restar para ver de dónde sale la aventura. Ahorrar no se puede, siempre surge un quítame por algún sitio. Así que, a morir al banco, a ampliar el crédito o a rascar prestado. Se busca la oferta más económica, la más asequible, viaja hoy y paga en seis meses, un tres por cuatro, los niños gratis el avión, desayuno sólo y ya comeremos lo que sea. A muerte. Ya es la fecha. Un puente glorioso, las maletas preparadas y al aeropuerto. Los chiquillos nerviosos ante la posibilidad de conocer al ratón macrosómico y su colega el pato puñetero, y los adultos pensando en el presupuesto para comidas y cenas, además de en el frío que se ha desatado feroz en París.

Hora de embarcar. Todos al avión... Se supone. Porque va a ser que no. Suspendido el vuelo. Gente que cobra diez veces lo del viajero puteado (¿se puede decir puteado?) decide dejarles en tierra. El estrés les lleva locos. El estrés y también que les quitan prebendas casi feudales. Así que, los señoritos se ponen de huelga sin avisar y joden (¿se puede decir joden?) a todo bicho viviente, ocasionando la ruina de más de uno y destruyendo derechos, ilusiones y economía de pequeños y de los insignificantes trabajadores que sólo pretendían evadirse unos días de la realidad ¡Y sin considerar el daño colosal infringido a la imagen de un país que no anda por sus mejores momentos! Privilegiados que han chantajeado al país, y que deben de pagar por ello.

La defensa de los propios intereses es legítima para cualquier colectivo, pero hay formas de actuar que son de obligado respeto si se desea ser un elemento más en la estructura social. Los derechos dejan de ser tales cuando impiden el ejercicio de los de los demás. Los controladores han abusado de su privilegiada condición y han cometido un delito contra la sociedad a la que en teoría pertenecen. Tienen que asumir su culpa y cumplir con el castigo que la justicia imponga. Sin más.

VUELTA A EMPEZAR...?

Yo ya escribí algo sobre el tema en este blog, el 14 de Enero de éste mismo año y lo titulé como "EL PROTAGONÍSMO DE LOS CONTROLADORES". En esa ocasión, lo mismo que ahora, el tema venía a cuento por el caos que se montó a raíz de unas bajas laborales. Ahora lo han vuelto a hacer, han vuelto a dejar al país incomunicado por aire con el resto del mundo, ni podíamos volar hacía otros destinos ni el resto de destinos podía viajar en avión hacía el lugar elegido para sus cortas vacaciones, puente o simplemente por necesidad.

Y lo han vuelto a hacer amparándose en la cobardía, sin previo aviso y en las fechas más críticas del año, para hacerlo han utilizado el mismo medio que entonces, la baja por enfermedad y la indisposición “pasajera”. No han avisado a nadie de sus intenciones y han conseguido, que una vez más, nuestro país tenga notoriedad a nivel mundial y que no haga falta que hagamos publicidad de nuestras exquisiteces en materia de turismo, si luego cuando se deciden a venir no los recibimos.

El sábado pasado yo lo viví en persona. A las cinco y media de la mañana estábamos en el aeropuerto de Manises, donde acompañé a mis hijos y a unos amigos para coger un vuelo con destino a Estambul y pasar allí el puente de la Purísima. Nosotros ya habíamos escuchado el día anterior los consejos que daba AENA, sugiriéndonos “que no acudiésemos a los aeropuertos”, pero claro nuestro vuelo no era un vuelo convencional, el mismo era un vuelo charter y había posibilidades de que saliera a su hora, las siete y media. Cuando llegamos había muchísima gente en la colas de los mostradores para embarcar, y curiosamente en algunos no había ninguna señorita para atender, pero afortunadamente en el nuestro si que había, así que hicimos la pertinente cola y embarcamos sin problemas el equipaje.

En los paneles informativos muchos de los vuelos estaban cancelados, el nuestro no. Conseguimos una mesa cerca de la cafetería y después de hacer una cola de hora y media, conseguimos unos cafés con croissant. Mientras tanto la gente se iba amontonando en los pasillos y en los suelos del aeropuerto, ya no habían mesas, sillas, ni lugar donde apoyarse. La megafonía del aeropuerto anunciaba de vez en cuando los vuelos que se iban cancelando, el nuestro no. Pero curiosamente anunció tres de la compañía Ryanair con destino a Madrid, y que tenían el vuelo previsto el día anterior a las 19 horas, que saldrían ese día a las diez de la mañana. Ese anuncio lo repitieron durante bastante tiempo hasta las nueve y medía, a partir de entonces, ya no lo volvieron a anunciar, bueno si lo hicieron, a las once menos cuarto, avisaron que los pasajeros de esos tres vuelos, podían pasar por la cinta transportadora para recoger sus equipajes, los vuelos habían sido cancelados, el nuestro no.

Las horas iban pasando y el nerviosismo aumentando, nosotros dentro del problema, no lo estábamos pasando muy mal, el nuestro iba a ser un viaje de placer y estábamos en nuestra casa, teníamos mesa y viandas para comer que nos había traído mi hijo, pero había que ver al resto. Gente acumulada por todos lados perdiendo los nervios, rellenando reclamaciones e intentando que alguien les facilitara alguna información al respecto. Nadie informaba de nada a excepción de las cancelaciones, nuestro vuelo aún continuaba estando vivo y nuestras esperanzas aún intactas, a las catorce horas cancelaron el vuelo que iba detrás del nuestro al mismo destino, ahí ya empezamos a inquietarnos un poco, aunque el nuestro aún no estaba cancelado. Al final el nuestro no lo cancelaron, simplemente lo suprimieron del panel a las catorce cuarenta y cinco minutos. Y ahí si, ahí terminó nuestra aventura en el aeropuerto, esfumándose la ilusión por el viaje y con la decepción de las formas con que pasamos el primer día de nuestro puente.

Yo no se y posiblemente no esté lo suficientemente preparado, para dirimir quien tiene la culpa de todo este follón, ahora lo que si tengo claro, es quienes han sido las victimas del mismo, aquellos que estuvieron ahorrando durante mucho tiempo para hacer este viaje, aquellos que seguramente pasaron alguna necesidad y carencia para hacer este viaje, aquellos que pagaron el viaje y que ahora y sin disfrutarlo no saben si lo recuperarán y cuando. Seguro que de los millones de pasajeros afectados, ninguno cobra ni el cuarenta por cien del salario que tienen los que lo provocaron, quizá muchos incluso, tiene dificultad para llegar a fin de mes.

Ahora vuelta a empezar a todo, a trabajar, a ahorrar y quien sabe si un día…