jueves, 24 de octubre de 2013

VOLVER A EMPEZAR…


Hoy he vuelto a sentir sensaciones que desde hace lo menos sesenta años no sentía. Hoy he vuelto a pisar un aula, si como os lo digo, me he incorporado a la Universidad, de Mayores eso sí, pero Universidad. Y lo he hecho como si fuera un principiante, allí estaba yo como con zapatos nuevos.

Y la ilusión que tengo es indescriptible, volver a tener un libro entre mis manos, y no só...lo de lectura… a tener responsabilidades… a estudiar para intentar sacar buenas notas… a compartir ideas con los compañeros… a esforzarse buscando un objetivo, que aunque no me sirva ya para reanudar mi vida laboral, si lo hace para aumentar mi ego y mi autoconfianza… a estar al día en cuanto a las técnicas de estudio y lo que es más importante, al menos para mí, a tener el tiempo ocupado (la verdad es que ya lo tenía por otras causas), y no pensar en otros temas que a nada conducen y mucho perjudican.

Ahora mismo estoy muy ilusionado, espero que esto continúe y ya sólo me falta para la felicidad completa, que alguno de mis nietos vaya algún día a recogerme al “colegio”.

jueves, 17 de octubre de 2013

TENGO QUE ESCRIBIR...


... hoy es de esos días, me pasa con frecuencia ... que estoy en otra vida, en la vida equivocada, y quiero soñar, pero insisten en despertarme ... quiero oír solo tu música y si existiera un botón para desaparecer lo oprimiría sin dudar ... me estorba la gente ... sufro de locura, y quiero una ventana con un paisaje el cual pueda pintar de tu color favorito ... aunque en días como estos, ni siquiera tengo color favorito ... y tengo que escribir porque de lo contrario no desapareces ... tengo que escribir porque con gritar no basta ... tengo que escribir porque solo así puedo soñar ...

sábado, 12 de octubre de 2013

LAS HOJAS CAIDAS.

Siento pena de verlas
por el suelo...
El viento es cizaña
de los días de otoño...
Las arranca, las estruja,
las sube, las baja,
las trae, las lleva.

 Es terrible la caducidad...
y yo no quiero pisarlas,
porque si antes eran verdes
y alegres, pregonando
el grito de la vida,
ahora son doradas
y tristes como el otoño
de los hombres...


 Que por el suelo vieron
ilusiones maltrechas,
esperanzas fracasadas,
¡tantas y tantas cosas,
caídas como ellas!
Nadie escucha el dolor
de sus gemidos.
¡Nadie debiera pisarlas!

BÚSQUEDA DE ESCAPE

Cual un pachá en invierno,
templado bajo el Sol, incluso,
tendido en perezosa y con whisky al lado,
bendiciendo a Noé, a los escoceses por su néctar mágico,
y a cuantos reverencian al espíritu hechizado,
ese brujo alcohol que se desliza en la sangre,
que abofetea al tiempo en ambas caras,
¡que ganas de mandar al diablo metafísicas,
angustias existenciales y neurosis del anciano
y elevar el corazón al infinito
en brazos del azar, del poema y del ensueño!

Y sentirse renacido, olvidando la carga de los años,
ignorando el para qué y desdeñoso del cuándo,
convencido de que es sólo mínimo soplo en el viento,
un pálido electrón dentro del oleaje perpetuo.

¡Adelante, como un timonel lúcido acaso por lo ebrio,
a quien las tormentas resultan apenas distracciones del horario,
meras vicisitudes de cualquier marinero,
inquietudes de todos los humanos!

¡El puerto final es lo cierto
y en él quizá yace servido el licor iluminado,
donde todo será vano y pasado
salvo el amor y el futuro eterno!