lunes, 15 de septiembre de 2008

VEINTITRÉS...

(Esto corresponde a un pequeño homenaje que le hicimos ayer a mi esposa, y digo pequeño, porque todo lo relacionado con ella siempre me parece poco. El homenaje era para celebrar el resultado de su operación y su pronta recuperación).

Veintitrés años tenías cuando decidiste
compartir conmigo toda una larga vida,
gracias a ésta tu decisión me permitiste
vivir con la persona para mi más querida.

Veintitrés años muy rápidos han pasado
del anterior susto y su intervención,
creíamos que todo estaba ya finiquitado
y que habían encontrado la solución.

Veintitrés de julio todo se vuelve a repetir
no, no nos lo podíamos creer… otra vez,
afortunadamente se vuelven a confundir
le dieron importancia a sólo una pequeñez.

Veintitrés grapas avalan dicha intervención
los dos damos por bien hecho el sufrimiento,
si con esta operación agotamos la colección
y que sólo ya nos llamen a reconocimiento.

Veintitrés rosas no son quizá suficientes
para mitigar el dolor y tanta incertidumbre,
espero sean con nosotros consecuentes
y que lo tuyo no se convierta en costumbre.

Veintitrés personas hoy aquí nos reunimos
porque queremos celebrar tu recuperación,
y quedará sólo en anécdota lo que comimos
y que estábamos todos en tu celebración.

Te quiero.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

MI MADUREZ

Por las mañanas...
al despertar...
me reflejo en el espejo...
.. me asusta mi imagen...
no me gusta lo que veo...

Mi semblante...
cansado...apagado...
me miro y apenas me conozco...
que cruel es la vida...
no respeta razas, ni condición.

¿Dónde quedó mi juventud....
y... mis ojos brillantes?
¿Aquélla amplia sonrisa,
aquél firme semblante?
me voy apagando...
como ley de vida es,
no me quejo no,
solo que... duele, llegar a la madurez.

Que cruel eres vida...
y los años también,
van llegando sigilosos... silenciosos,
no concibo éstos cambios...
que contradicción tan grande
ver, como va pasando la vida,
como... me voy apagando...
ya no puedo no,
no puedo... con mis años.

Aunque siempre ha sido así,
el mundo yo no puedo cambiar...
y... como siempre, los años;
seguiré esperando el día
en el que tú, Vida...
seas... la que decidas
el cómo y el porqué...
para esto eres la vida, vida...
solo tú, tienes este poder.