domingo, 29 de marzo de 2009

HABRÁ POESÍA

Habrá poesía…
Mientras el sol caliente la tierra
y este lejos del hombre la guerra.
Mientras las aves acaricien el cielo
en su majestuoso y delicado vuelo.

Habrá poesía…
Mientras la luna sea de tus sueños
la cuna innata de su libertad.
Mientras el mar secretos tenga
en su inmensa oscuridad.

Habrá poesía…
Cuando no haya más,
cuando la luz sea sombra,
cuando el silencio eternidad.
Y el sol de la mañana
no vuelva más a brillar.

Habrá poesía…
En una suave brisa
en el corazón alado.
En la mente del hombre
En el universo inexplorado.

Habrá poesía…
Porque poesía es libertad.
Porque las mujeres son vida,
y los hombres realidad.
Porque tú eres el aire
que mi ser quiere respirar.

sábado, 21 de marzo de 2009

DIA INTERNACIONAL DE LA POESÍA

Me gustaría a través de éste humilde blog, escribir un pequeño y muy sencillo comentario, para homenajear a todas aquellas personas que utilizan la escritura para expresar sus sentimientos y sus emociones. En el tiempo en que vivimos esto puede considerarse como algo cursi, para mí no lo es, y así lo exteriorizo públicamente. La persona que escribe poesía, normalmente está dotada de una gran sensibilidad, tiene buenos sentimientos y es una persona enamorada, si encima tiene la habilidad para “enganchar” al lector a través de sus escritos, ha conseguido su objetivo primordial.

LA CRISIS

Dónde están esos hombres creadores
que tejen los sueños con fe e ilusión,
que siembran ideas como labradores
en fértiles mentes con el corazón

Donde están las personas renovadoras
que luchan con garra por una nación,
cuando hay una crisis y en aciagas horas,
para encontrar siempre la gran solución.

La crisis es propia de la incompetencia
de gente que vive cual camaleón,
mostrando una cara cuando el sol calienta
y otra diferente cuando hay chaparrón.

La crisis es propia de pueblos cual ostras
que viven rutinas sin gran dirección,
que siguen a jefes pegados cual moscas
sin tener ideas y faltos de imaginación.

No importa que ruja en los cielos tormenta
si existe personas con suficiente garra y pasión,
que afrontan los retos con inteligencia
y miran a la crisis con ánimo de superación.

viernes, 20 de marzo de 2009

RECUERDO A M PADRE

Un padre es un modelo a seguir, lo quieran o no. La figura del padre tiene mucha importancia como apoyo y guía de los hijos. Los niños miran mucho qué hacen los padres y cómo lo hacen. El padre da seguridad, tiene que dar protección a la familia. El padre demuestra su amor con la estima y el respeto, la escucha y la aceptación.
El primer deber de un padre con sus hijos es amar a su esposa. Sin amor es imposible sostener por mucho tiempo las exigencias de la vida familiar.
En la pareja y en los hijos es fundamental un acuerdo profundo, una unión íntima que promueven el crecimiento y la seguridad.
Es muy importante enseñarles a formar criterios verdaderos y firmes, para que sepan librarse de los engaños del consumismo, libertinaje, vida nocturna, diversiones incontroladas, el abuso de la tele… Y sobre todo, lo más importante, educar en virtudes humanas desde pequeños, esto es imprescindible.
Ser padre es una gran vocación, no sólo una elección personal. Y vaya desde aquí mi felicitación y agradecimiento a mi padre, del que he sacado estas conclusiones con el ejemplo de su vida y aunque por desgracia, ya hace años que nos dejó, para mí, siempre estará cerca, ayudándome en todas mis decisiones.
¡Gracias papá!

miércoles, 18 de marzo de 2009

¿SON LAS CORRIDAS DE TOROS UNA ARTE?

Tal vez hayas oído que la fiesta de los toros es un arte, pero no lo es....
Es una Ciencia...
La ciencia de La Tortura
Nada en la fiesta brava es genuino, solo el dolor.
Se cree valiente pero no lo es; no tiene carácter fuerte
24 Horas antes de entrar en la arena, el toro ha sido sometido a un encierro a oscuras para que al soltarlo, la luz y los gritos de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la imagen en el publico de que el toro es feroz, pero la condición natural del toro es huir NO atacar.
También se le han recortado los cuernos para proteger al torero. Le colgaron sacos de arena en el cuello durante horas. Lo golpearon en los testículos y los riñones Le indujeron diarrea al poner sulfatos en el agua que bebió. Todo esto es con el fin de que llegue débil al ruedo y en completo desorden. Se le ha untado grasa en los ojos para dificultar su visión y en las patas se le puso una sustancia que le produce ardor y le impide mantenerse quieto, así el torero no desluce su actuación.
Los caballos de los picadores
Se eligen a caballos que ya no tienen valor comercial, por que el animal muere en 3 o 4 corridas a lo mucho, es muy habitual que el animal sufra quebraduras múltiples de costillas o destripamientos. Se les coloca un peto simulando que se les protege, pero en realidad se trata de que el público no vea las heridas al caballo que con frecuencia presentan exposición de vísceras.
El trabajo del picador
Si el torero percibe que el toro embiste con mucha energía, ordena al picador hacer su trabajo: Consistente en desangrar al toro para debilitarlo, clavándole en el lomo una lanza que destroza músculos (trapecio, romboideo, espinoso y semiespinoso, serratos y transversos de cuello) Lesiona, además, vasos sanguíneos y nervios.
Esto es para que el torero pueda brindar la expresión artística que se supone debe tener este espectáculo.
Un solo puyazo podría destrozar al toro, por eso se hace en tres tiempos para mayor goce de la afición.
Las banderillas
Las banderillas aseguran que la hemorragia siga; se intenta colocarlas justo en el mismo sitio ya dañado con los ganchos de metal. El gancho se mueve dentro de la herida con cada movimiento del toro y con el roce de la muleta, el peso de las banderillas tiene precisamente esa función.
Algunas banderillas tienen un arpón de 8 CM, y se les llama de castigo, a las cuales es sometido el toro cuando ha logrado evadir la lanza del picador. Las banderillas prolongan el desgarre y ahondamiento de las heridas internas. No hay límite al número de banderillazos: tantos como sean necesarios para desgarrar los tejidos y piel del toro.
"Demostrando Valor"
La pérdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impiden que el toro levante la cabeza de manera normal, y es cuando el torero puede acercarse
Con el toro ya cerca del agotamiento, el torero no se preocupa ya del peligro y se puede dar el lujo de retirarse del toro después de un pase especialmente "artístico", echando fuera el pecho y pavoneándose al recibir los aplausos del público
Cuando el toro alcanza este estado lastimero, el matador entra en el ruedo en una celebración de bravura y machismo, a enfrentarse a un toro exhausto, moribundo y confundido.
La Espada
El toro es atravesado con una ESPADA de 80 cm de longitud, que puede destrozarle el hígado, los pulmones, la pleura, etc., según el lugar por donde penetre en el cuerpo del animal; de hecho, cuando destroza la gran arteria, el toro agoniza con enormes vómitos de sangre.
A la hora de matar, si el toro corre con un poco de suerte muere de una estocada, pero no como se piensa de una estocada al corazón si no que la espada penetra pulmones y diafragma, a veces una arteria mayor, y de ahí la hemorragia que se aprecia del hocico y de la boca. A veces mueren ahogados en su propia sangre
La Tortura sigue
El toro, en un intento desesperado por sobrevivir, se resiste a caer, y suele encaminarse penosamente hacia la puerta por la que lo hicieron entrar, buscando una salida a tanto maltrato y dolor. Pero entonces lo apuñalan en la nuca con el DESCABELLO, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 cm.. A pesar de estos terribles tormentos, el animal no suele morir de inmediato por su gran fuerza, pero finalmente cae al suelo, porque la espada a ido destrozando sus órganos internos.
Lo 'rematan' con la PUNTILLA de 10 cm.. con lo que intentan seccionarle la médula espinal, a la altura de las vértebras 'atlas' y 'axis'. El toro queda así paralizado, sin poder siquiera realizar movimientos con los músculos respiratorios, por lo que muere por asfixia, muchas veces ahogado en su propia sangre, que le sale a borbotones por la boca y la nariz.
El Arrastre
DESPUÉS QUE LE DESTROZAN LAS VÉRTEBRAS, EL TORO PIERDE CONTROL SOBRE SU CUERPO DESDE EL CUELLO HACIA ABAJO, SIN EMBARGO HACIA ARRIBA SE MANTIENE INTACTO, POR LO QUE ESTA CONCIENTE DE TODO EL HORROR Y DE CÓMO ES ARRASTRADO FUERA DEL RUEDO.

NO SEAS INDIFERENTE A SU DOLOR
¿Alcanzas a ver la lágrima escurriendo?




Reflexiona
La conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona.
Solo los sicópatas se gozan tu eres uno de ellos reflexiona renuncia! esta es una tradición que NO debe continuar
¿Cómo puedes Ayudar?
No asistas a corridas de toros
No apoyes a políticos, artistas y comunicadores asociados a esta barbarie.
No consumas productos de empresas que los patrocinen.
Pero lo mas importante... Enseña a tus hijos el respeto por los seres vivientes.

jueves, 12 de marzo de 2009

ORGANIZACIONES INUTILES

¿Alguna vez nos hemos parado a pensar sobre la inutilidad de muchas de las organizaciones que hemos creado? La sociedad del bienestar, esa ficción sobre la que se sustenta gran parte de la incapacidad para hacer cosas útiles, pare toda una serie de chupaeuros que dejaría en pañales la fantasía de cualquiera de los más imaginativos creadores. El jardín de las delicias es la historia de Blancanieves cuando estos imaginativos ponen su ideario a funcionar para sacar pasta de las arcas del estado.
Existe una asociación para la defensa del pato andaluz que no sé si tendrá mucho trabajo pero sí tiene subvenciones de la Junta de Andalucía. Pocos conocerán la sociedad para la investigación de las apariciones de "Perros Negros"; ¡genial, buscan perros infernales por todo el mundo! Pero existen organizaciones de buscadores de extraterrestres, que encima nos auguran el fin del mundo desde el espacio por no hacerles caso. Hay en España un Ministerio de igualdad que usurpa las competencias del Ministerio de Asuntos sociales porque además no tiene competencias propias, y no olvidemos el Ministerio de Vivienda, otra entelequia española, que no decide ni determina nada sobre la vivienda que se rige por el precio del mercado.
Ahora existe una nueva forma de sacar dinero del bote añadiendo dos palabras mágicas que abren casi cualquier puerta: Cambio Climático. Insto a cualquiera a que intente crear una organización que no pierda de vista estos apellidos porque le lloverán subvenciones seguras. Puede ser la asociación para la defensa de las ardillas del Congo en el cambio climático (ignoro por completo si en el Congo hay ardillas) o la junta de estudios sobre la disminución de la cópula del saltamontes de cuello apaisado por el cambio climático (ni qué decir que me acabo de inventar este bicho). Aquí lo importante es ser de izquierdas, tener conexiones con el poder o asustarlo con huelgas por no tener conciencia social ante el fin del mundo, pero de que algún dinerillo caerá, eso es una verdad como que la tierra es redonda.
Pero vayamos más a lo universal. ¿Me puede decir alguien para qué sirve el Movimiento de los Países no alineados. Esta baba surgió como un invento del comunismo castrista cubano para intentar atraer, de manera indirecta, a los países más pobres del mundo contra el capitalismo –¡nada más y nada menos! Estos se reúnen todavía cada cierto tiempo y gastan dinero, electricidad, petróleo y resuelven: NADA.
¿Les recuerda algo? Eso es, la ONU. Alguna vez tuvo razón de ser, cuando el mundo se dividía entre países que no dudaban un segundo en arrebatarle un trozo de territorio a otro. Hoy es una de las que más dinero recibe del bote y resuelve menos que nada. Ha quedado como una repartidora de alimentos y medicinas (que no está mal pero podrían hacerlo otras organizaciones sin quitarnos tanto el dinero). Cada vez que se presenta un problema grave en algún lugar del mundo la ONU tiembla, se reúne, dicta condenas y apoyos mientras en el país del problema la gente se mata a machetazos. Al final siempre sale a resolver el problema el mismo de siempre: el pérfido imperio norteamericano, sin el cual Hitler hubiera podido triunfar o, cuando menos, habría cometido más fechorías antes de desaparecer, o Japón no sería hoy el país dinámico y poderoso que compite de igual a igual con Estados Unidos, ni se habría terminado la guerra de Bosnia con menos muertos de lo que se preveía. ¡Malditos norteamericanos!
Javier Rupérez, quien fuera responsable del directorio antiterrorista de la ONU y del cual dimitió en 2007, estuvo recientemente en Herrera en la Onda, de la cadena de radio Onda Cero, a propósito de la publicación de su libro El espejismo multilateral, por editorial Almuzara. Ante una pregunta sobre los motivos de su dimisión habló de frustración personal por ver lo poco qué hacía y podía hacer desde el puesto que ostentaba. Lo lamentable es que sus compañeros en la organización le recriminaron dimitir por ello cuando a todos les pasaba igual, estaban igual de frustrados. En fin, si el comité antiterrorista está así de inútil, qué esperamos de la asociación para la defensa del grillo de la pampa en la era del cambio climático. ¡Estamos perdidos!

CRISIS, CRISIS, CRISIS...

Voy a comparar la vida de tres generaciones enfrentadas a sus crisis: la de nuestros padres, que abarca de la posguerra a la Transición. La mía, que es la que va de Fórmula V hasta la entrada de España en el Mercado Común, y la actual, que abarca desde entonces hasta Internet.
La generación de la posguerra daba gracias por todo porque lo había perdido todo. Tener un trabajo era una bendición, como lo era poder comer tres veces al día y vivir sin la cartilla de racionamiento. Era la generación de los sobres: un sobre para la letra del piso, otro para la cesta de la compra, para el colegio de los chicos... El coche llegó tan tarde que la gente se sacaba el carné a la edad en la que ahora pensamos en el plan de pensiones. El televisor había que pagarlo en cinco años o más. Los recién casados se iban de vacaciones a Madrid o Barcelona, y casi nadie conocía otro país que el suyo propio.
Era una generación que quería dejar algo a los hijos, pues cualquier día podría sobrevenir una catástrofe: el piso, las acciones de Telefónica y el álbum de sellos. Para aquella generación, la vida consistía en trabajar mucho, gastar lo justo, salir pronto de las deudas y ahorrar por si las moscas. Vivieron unos años tan duros, que ahora se les reconoce en la calle porque, cuando hay huelga de transportistas, corren al mercado a por lentejas, latas de atún y leche porque “esto es como en la Guerra”.
Gracias a ellos, mi generación conoció las mesas llenas de comida y la frase más común era: “Cómete todo porque tú no sabes lo que es pasar hambre”. Nos jartaron de sopa cubierta, pescadillas, filetes de ternera, cocidos de todas las regiones (madrileño, lebaniego, y mucho “guisaico”). Pero no tres, sino ¡cuatro veces al día! Porque a la hora de la merienda nos enchufaban bocadillos de sobrasada, de chorizo, de pan con leche condensada (había una versión a la que se le añadía Cola-Cao), y había gente que merendaba unos bocadillos como el antebrazo de un albañil.
Comer, comer, comer... Había que dejar el plato limpio y los pescados en las raspas, porque de lo contrario uno estaba insultando la memoria de la Guerra Civil, y se iba a la cama con tantos remordimientos que se imponía ya tres avemarías automáticos.
Mi generación conoció lo que es salir con la familia a los restaurantes los domingos después de misa, (“al nene, una tortilla francesa o filete con patatas”). En verano, uno visitaba Benidorm y sentía como si hubiese estado en el extranjero.
Esa misma generación mía fue la que, mientras sufría la crisis económica en la Transición, se rebeló en las universidades, pegó carteles, gritó consignas, discutió con sus padres de política, atacó a Estados Unidos mientras compraba discos de Crosby, Stills, Nash & Young, pero, al final de esa larga jornada de lucha, siempre nos esperaba una mesa llena de calamares, sobrasada, filetes de lomo y Casera, como muestra la serie Cuéntame cómo pasó.
Nuestros padres, en su mayoría, no eran de una generación rebelde porque tener un piso donde caer muertos y un caldo calentito ya era una gran rebeldía contra el hambre de la posguerra. “¡Burgueses! ¡Reaccionarios! ¿Dónde están los ideales?”, exclamábamos nosotros. “En la olla exprés, bonito, acompañados de esa morcilla que tanto te gusta”, decían ellos.
Como estos argumentos nos revolvían el estómago, al final huíamos de esa dictadura gastronómica, viajábamos a otros países, trabajábamos de camareros en verano, ¡que sabrán nuestros viejos lo que es currar duro!, y nos curtíamos en la escuela de la guerra de la vida. Luego nos casábamos y pasábamos la luna de miel en Portugal para traer la cubertería de plata ¿Benidorm? Puaj. Y a la hora de comprar un piso, bueno sí, una ayudita de los padres o los suegros, pero pequeña, ¿eh? “Y que conste don Manuel que se la voy a devolver con el sudor de mi frente”.
Ah, y nosotros sí educaríamos a nuestros hijos con los valores de la libertad y el diálogo, nos confesarían todo y seríamos sus colegas, eso que nunca fueron nuestros padres. Dictadores.
Si la generación de nuestros padres fue la de los sobres, la de ahora es la de las sobras. Sobran platos de comida que se tiran al cubo de basura sin el remordimiento por el hambre de la posguerra. Sobran coches en las casas. Sobran salidas de copas, porque los fines de semana comienzan los jueves por la noche. Y sobra coca cola a la hora de comer.
Ya cuando eran críos, uno iba al restaurante, y en lugar de tortilla francesa, los mocosos exclamaban: “A mí, una ración de pata negra. Y la carne, lomo alto argentino, por supuesto, al punto si puede ser”.
Lo del diálogo con los hijos salió torcido porque no les interesa hablar de política pero sí del Madrid o del Barça. No está mal. Menos peleas. Hay tanto diálogo que los chicos no se van de casa ni aunque pierdan el Madrid o el Barça 100 veces seguidas.
Es una generación que se casa y viaja a Bali o a Punta Cana. Cosa inexplicable, pues el piso en el que se meten cuesta, en proporción, más que el de sus padres. En los años 50 se tardaba en pagar los pisos entre 10 y 15 años. En los 80, entre 15 y 20 años. Y ahora, les hacen firmar una hipoteca de 35 a 50 años. Por eso, para compensar gastos, se van a Ikea y MediaMarkt, llenan la casa de trastos en un día y, en lugar de un niño, tienen dos periquitos.
Ahora, a esa generación también le ha llegado la crisis. A los de la posguerra, con sus pensiones y sus casas ya pagadas, esto les parece grave, pero no tan grave como las cartillas de racionamiento. Para mi generación, esto nos recuerda los años del paro y la crisis en la Transición, que parecían no tener fin.
Como es la primera vez que esto pilla a la generación del móvil e Internet, se han quedado traspuestos. No hay empleo, no hay dinero, no hay futuro. Así de pronto. ¿Es el fin? No, porque dos generaciones ya la conocieron a su modo. Bienvenidos a la mesa. Os estábamos esperando para cenar.