jueves, 16 de diciembre de 2010

A ENRIQUE MORENTE

Acallada la voz y el canto yerto. Granada llora la pérdida inminente de Enrique Morente y lloran los claveles rojos lágrimas de sangre. Se trunca el cante y el flamenco fenece en la laringe prodigiosa de este cantaor, que abandona las notas más jondas. Las palmas enmudecen al tiempo que su boca, y el llanto de las cuerdas de guitarra inundan los tablaos donde hizo escuela. Un coro de ángeles gitanos entonan un Aleluya a la entrada del cielo, con acordes de fandango y seguiriyas, de tarantos y soleares reciben al maestro. Morente se emociona y arranca por bulerías, mientras los corazones rotos de sus gentes, permanecen en carne viva; no hay apósito que pare la hemorragia del cante de Andalucía. Silenciosos y brunos por la pena... se sucederán tres días de luto.

Como amante del cante flamenco, le escribo entristecido mi elegía. Es tan sólo un hasta luego, prometo visitarle en esa feria... de la que todos tarde o temprano, seremos partícipes. ¡Que Dios le bendiga!

lunes, 13 de diciembre de 2010

QUIEN PROVIENE DE QUIEN?

Recientemente se pudo ver en televisión cómo un adolescente introducía un gatito en una caja de cartón, y entre carcajadas, le propinaba una patada, rompiéndole el espinazo. Mientras el gatito agonizaba de dolor en el pavimento, los verdugos celebraban a carcajada limpia su «hazaña». La conciencia, el alma, no tiene que estar muy sujeta a la teoría evolutiva... si fuera así, ahora mismo el mundo sería un paraíso. El panorama actual es desolador, los nuevos brotes generacionales, la crema futura del país «evoluciona» entre botellones y vomiteras, hostigando a profesores en los centros educativos, formándose entre los porros y las drogas de diseño, colgando ufanos sus peleas por internet, mientras que el resto pasivo y resignado, confía quizás en que la evolución pondrá a cada uno en su sitio...

Creen los simios que son la cúpula de la evolución, simplemente porque alcanzan las ramas más altas. Darwin, criado en una sociedad disciplinada, pensó que el hombre provenía del mono. Si hubiera sido compañero de siglo, constataría que es justo lo contrario. Lo veo constantemente, pienso que vivo en el reino de los simios, y quisiera algún día despertarme, y sentirme de nuevo en el mundo de los hombres.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL CONTROL A LOS CONTROLADORES.

Si España fuera Japón, el ministro de Fomento se llamaría Blankiyaqui y se habría hecho el hara kiri por no poder soportar la vergüenza de ver el caos que se ha producido en un asunto de su directa responsabilidad. Si el jefe de personal de una empresa llevase diez meses negociando con un reducido grupo de empleados y al final estos le montasen una huelga salvaje que hiciera perder millones a la empresa, el jefe de personal estaría en la cola del paro.

Como el señor Blanco ni es japonés (aunque se le da un aire), ni trabaja en la empresa privada, anda sacando pecho por lo bien que ha resuelto el conflicto, y con él todo el Gobierno. Realmente el estado de alarma ha conseguido alarmarme. Creo que es lo más grave que ha pasado en España desde los atentados de los trenes. Se ha utilizado el Ejército, la Policía y la Guardia Civil para reducir a un grupito de controladores y controladoras («por qué cuando se nombra a este colectivo nunca se usa el femenino»), suprimiendo derechos fundamentales.

¿De verdad no tenía el Estado otros medios para resolver el pulso que les plantea una banda de insolidarios desquiciados? Ahora nos amenazan con prolongar el estado de alarma. Miedo me da. ¿Quién controlará a los que controlan a los controladores y controladoras?

martes, 7 de diciembre de 2010

FAMILIA QUE VIAJA, FAMILIA FELIZ.

A ver si lo cuento bien. Currante de mediana edad, con un miserable sueldo de risa que apenas cubre hipoteca, recibos y comida y dos hijos pequeños que le comen por los pies. Se sobrevive de milagro en la casa, penando más que disfrutando, y este año, con la bajada de sueldo a los funcionarios,con la crisis económica de la que siempre estamos saliendo y en la que nunca estamos fuera, en un momento de irresponsable euforia promete, sin poder, que toda la familia, los cuatro, se van a Eurodisney. El despiporre.

Los niños locos de ilusión, y los padres a sumar y restar para ver de dónde sale la aventura. Ahorrar no se puede, siempre surge un quítame por algún sitio. Así que, a morir al banco, a ampliar el crédito o a rascar prestado. Se busca la oferta más económica, la más asequible, viaja hoy y paga en seis meses, un tres por cuatro, los niños gratis el avión, desayuno sólo y ya comeremos lo que sea. A muerte. Ya es la fecha. Un puente glorioso, las maletas preparadas y al aeropuerto. Los chiquillos nerviosos ante la posibilidad de conocer al ratón macrosómico y su colega el pato puñetero, y los adultos pensando en el presupuesto para comidas y cenas, además de en el frío que se ha desatado feroz en París.

Hora de embarcar. Todos al avión... Se supone. Porque va a ser que no. Suspendido el vuelo. Gente que cobra diez veces lo del viajero puteado (¿se puede decir puteado?) decide dejarles en tierra. El estrés les lleva locos. El estrés y también que les quitan prebendas casi feudales. Así que, los señoritos se ponen de huelga sin avisar y joden (¿se puede decir joden?) a todo bicho viviente, ocasionando la ruina de más de uno y destruyendo derechos, ilusiones y economía de pequeños y de los insignificantes trabajadores que sólo pretendían evadirse unos días de la realidad ¡Y sin considerar el daño colosal infringido a la imagen de un país que no anda por sus mejores momentos! Privilegiados que han chantajeado al país, y que deben de pagar por ello.

La defensa de los propios intereses es legítima para cualquier colectivo, pero hay formas de actuar que son de obligado respeto si se desea ser un elemento más en la estructura social. Los derechos dejan de ser tales cuando impiden el ejercicio de los de los demás. Los controladores han abusado de su privilegiada condición y han cometido un delito contra la sociedad a la que en teoría pertenecen. Tienen que asumir su culpa y cumplir con el castigo que la justicia imponga. Sin más.

VUELTA A EMPEZAR...?

Yo ya escribí algo sobre el tema en este blog, el 14 de Enero de éste mismo año y lo titulé como "EL PROTAGONÍSMO DE LOS CONTROLADORES". En esa ocasión, lo mismo que ahora, el tema venía a cuento por el caos que se montó a raíz de unas bajas laborales. Ahora lo han vuelto a hacer, han vuelto a dejar al país incomunicado por aire con el resto del mundo, ni podíamos volar hacía otros destinos ni el resto de destinos podía viajar en avión hacía el lugar elegido para sus cortas vacaciones, puente o simplemente por necesidad.

Y lo han vuelto a hacer amparándose en la cobardía, sin previo aviso y en las fechas más críticas del año, para hacerlo han utilizado el mismo medio que entonces, la baja por enfermedad y la indisposición “pasajera”. No han avisado a nadie de sus intenciones y han conseguido, que una vez más, nuestro país tenga notoriedad a nivel mundial y que no haga falta que hagamos publicidad de nuestras exquisiteces en materia de turismo, si luego cuando se deciden a venir no los recibimos.

El sábado pasado yo lo viví en persona. A las cinco y media de la mañana estábamos en el aeropuerto de Manises, donde acompañé a mis hijos y a unos amigos para coger un vuelo con destino a Estambul y pasar allí el puente de la Purísima. Nosotros ya habíamos escuchado el día anterior los consejos que daba AENA, sugiriéndonos “que no acudiésemos a los aeropuertos”, pero claro nuestro vuelo no era un vuelo convencional, el mismo era un vuelo charter y había posibilidades de que saliera a su hora, las siete y media. Cuando llegamos había muchísima gente en la colas de los mostradores para embarcar, y curiosamente en algunos no había ninguna señorita para atender, pero afortunadamente en el nuestro si que había, así que hicimos la pertinente cola y embarcamos sin problemas el equipaje.

En los paneles informativos muchos de los vuelos estaban cancelados, el nuestro no. Conseguimos una mesa cerca de la cafetería y después de hacer una cola de hora y media, conseguimos unos cafés con croissant. Mientras tanto la gente se iba amontonando en los pasillos y en los suelos del aeropuerto, ya no habían mesas, sillas, ni lugar donde apoyarse. La megafonía del aeropuerto anunciaba de vez en cuando los vuelos que se iban cancelando, el nuestro no. Pero curiosamente anunció tres de la compañía Ryanair con destino a Madrid, y que tenían el vuelo previsto el día anterior a las 19 horas, que saldrían ese día a las diez de la mañana. Ese anuncio lo repitieron durante bastante tiempo hasta las nueve y medía, a partir de entonces, ya no lo volvieron a anunciar, bueno si lo hicieron, a las once menos cuarto, avisaron que los pasajeros de esos tres vuelos, podían pasar por la cinta transportadora para recoger sus equipajes, los vuelos habían sido cancelados, el nuestro no.

Las horas iban pasando y el nerviosismo aumentando, nosotros dentro del problema, no lo estábamos pasando muy mal, el nuestro iba a ser un viaje de placer y estábamos en nuestra casa, teníamos mesa y viandas para comer que nos había traído mi hijo, pero había que ver al resto. Gente acumulada por todos lados perdiendo los nervios, rellenando reclamaciones e intentando que alguien les facilitara alguna información al respecto. Nadie informaba de nada a excepción de las cancelaciones, nuestro vuelo aún continuaba estando vivo y nuestras esperanzas aún intactas, a las catorce horas cancelaron el vuelo que iba detrás del nuestro al mismo destino, ahí ya empezamos a inquietarnos un poco, aunque el nuestro aún no estaba cancelado. Al final el nuestro no lo cancelaron, simplemente lo suprimieron del panel a las catorce cuarenta y cinco minutos. Y ahí si, ahí terminó nuestra aventura en el aeropuerto, esfumándose la ilusión por el viaje y con la decepción de las formas con que pasamos el primer día de nuestro puente.

Yo no se y posiblemente no esté lo suficientemente preparado, para dirimir quien tiene la culpa de todo este follón, ahora lo que si tengo claro, es quienes han sido las victimas del mismo, aquellos que estuvieron ahorrando durante mucho tiempo para hacer este viaje, aquellos que seguramente pasaron alguna necesidad y carencia para hacer este viaje, aquellos que pagaron el viaje y que ahora y sin disfrutarlo no saben si lo recuperarán y cuando. Seguro que de los millones de pasajeros afectados, ninguno cobra ni el cuarenta por cien del salario que tienen los que lo provocaron, quizá muchos incluso, tiene dificultad para llegar a fin de mes.

Ahora vuelta a empezar a todo, a trabajar, a ahorrar y quien sabe si un día…

sábado, 27 de noviembre de 2010

NO VIVAS DEL PASADO.

¿Para qué vivir del pasado
si no puedes modificarlo?
El ayer, hoy ya es anticuado,
¿de qué vale recordarlo?

No puedes cambiar tu pasado
pero sí puedes cambiar tu futuro.
Si antes te has equivocado,
cámbiate al camino seguro.

De decisiones que has tomado
deberás hacerte cargo.
Si quizá lo perdiste todo,
piensa en lo que has ganado.

Quizás no puedas recuperarlo,
pero la experiencia ha quedado.
Valora lo mucho que aprendiste.
Y si estás vivo, te quedó algo.

No puedes regresar al pasado
pero hoy viajas al futuro,
podrás cambiar lo que vendrá,
pero regresar... mucho lo dudo.

Si lo que viene es confuso
deja tus miedos anclados.
Navega hacia un buen rumbo,
de océanos inexplorados.

No podrás volver atrás.
No pases la vida añorando.
La arena de tu reloj
ya ha caído del otro lado.

Si recuerdos superan proyectos
es que la vejez te ha llegado.
Mira adelante, no atrás.
Pues lo pasado ya es pasado.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

OTRA VIOLENCIA DE GÉNERO Y YA VAN...

Antes de matarla, la amenazó...Con matarla. Antes de eso le dio mil palizas. Eso fue antes. Mucho antes le dio un puñetazo, y antes un tortazo de nada. Antes la había amenazado con el puño y antes había golpeado la pared como si la pared fuera ella. Antes había dado un millón de gritos, y antes la insultó delante de los niños. Pero antes pasaron más cosas". "Antes le dijo: ¿quién te crees que eres? y antes de eso, pareces tonta y antes ni se fijó en que ella lloraba. Eso fue antes. Antes. Antes. Porque antes hubo tantas cosas... ¿Alguna vez te has preguntado en qué momento un hombre deja de ser hombre?"
Esta es una de las ideas básicas contra los malos tratos a mujeres del Instituto de la Mujer.
Este año asistimos a un triste escenario: la mayoría de las mujeres asesinadas no habían denunciado a sus maltratadores y, por tanto, no habían podido ser protegidas. El silencio es el mejor cómplice de los maltratadores porque les proporciona la total impunidad y una amplia libertad para cometer sus brutales actos. Por ello es tan importante la denuncia de los agresores.
En todas las experiencias que he leído y escuchado de mujeres maltratadas que se atrevieron a denunciarlos cuentan, se ve, se nota el miedo, la soledad de ese momento.
"Mi marido me pega lo normal", es el título de un libro del forense Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. Lorente expone las causas habituales del maltrato del hombre a su mujer ("no tener preparada la comida", "llevarle la contraria", "no estar en casa cuando él llegó o llamó", "quitarle la autoridad ante los hijos u otras personas"...) y el objetivo de las palizas: mantener la autoridad y lograr que ella esté sometida y controlada.
Cada vez que una mujer es asesinada, se comenta la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: que si es positiva o no, que si es poco efectiva, que si falta presupuesto para su aplicación, etc. Echo en falta una crítica a fondo sobre un aspecto que a mí me parece esencial: la sensibilización de la sociedad en contra de la violencia de género.
Los familiares deben denunciar; y los amigos; y los vecinos. Por desgracia sigue estando vigente el error que afirma: son asuntos privados; el denunciar es algo que concierne exclusivamente a la mujer.
Hoy más que nunca es necesaria la complicidad de todos los hombres y mujeres de este país para luchar contra esta violencia. Porque el problema es de todos y no sólo de las víctimas, siendo también de toda la sociedad. Si ante una agresión volvemos la cabeza y callamos, estamos colaborando a crear espacios de impunidad para los agresores y a incrementar el sufrimiento de las víctimas, en su mayoría mujeres pero también de sus hijos e hijas.
En lo que va de año, 63 mujeres y 4 niños y niñas han sido asesinados por violencia machista. Y se calcula que, aproximadamente, 800.000 niños sufren, en su entorno y con gran intensidad, la violencia de género. Estos menores necesitan una protección especial y el apoyo de toda la ciudadanía para salir de la espiral de violencia que sufren, han sufrido o sufrirán.
Sabemos que los niños que crecen en estos hogares padecen secuelas que pueden durarles toda la vida. Disminución del rendimiento escolar, insomnio, pesadillas, fobias, ansiedad, agresividad..., son sólo algunos de los síntomas que presentan los y las menores que han convivido con la violencia de género. Además, el aprendizaje de modelos violentos y roles de género erróneos pueden conducirles a repetir esas conductas, tanto en el papel de víctima como de agresor, con la consiguiente reproducción de la violencia de género.
El pasado mes de abril, el Gobierno promovió destinar un presupuesto específico para la prevención y protección de las víctimas infantiles de la violencia de género y elaboró un protocolo de actuación para las comunidades autónomas, que ahora éstas deben poner en marcha de manera urgente.
Nuestra sociedad, hombres y mujeres, deberíamos mostrar nuestro reconocimiento al coraje y la valentía de tantas mujeres que, día a día, logran superar el miedo y las barreras -psicológicas, sociales, familiares, religiosas- levantadas a lo largo de siglos de dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la Justicia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

CUANTO TE QUIERO, CUANTO TE ADORO.

No se como decirte
todo lo que desatas,
cuando te tengo frente a mi
me quedo sin palabras.

Se que suena imposible
pero es la realidad,
desde que llegaste a mi vida
con tanta intensidad.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi aire para respirar.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi razón, mi todo,
sin ti no podría vivir.

¡¡GRACIAS!!

Quieres oírme llorar,
pero eso no va a pasar,
mis lágrimas ya fueron derramadas;
por un amor,
que nunca fue, y nunca será.

Me tenías atrapado,
en medio del sufrimiento y la soledad,
ya no era nada,
hasta que al fin pude volar.

Por más que intentaste
romper mis alas con mentiras,
ellas no se rompían,
eran más fuertes de lo que tú creías.

De ti,
yo quiero borrar todo,
hasta el recuerdo
de haber sido tu amado.

Gracias:

Por enseñarme que con detalles
no consigues lo que quieres...
Debo de buscar siempre
impresionar así es...
Si tiene poder y dinero
es fácil impresionar a cualquiera...

Es fácil que te sigan...
Es fácil que te caigan...
Y seguirás consiguiendo
más y más que importa el SENTIMIENTO...

Gracias:

Convertiste mi pasado
en una pesadilla
que día tras día
trato de olvidar ...

Hasta en mis sueños
sigue con esa DAGA
cortándome los huesos...
Por que es así...

Ahora
solo sobrevivo
sin poder dormir,
sin poder despertar...

sábado, 20 de noviembre de 2010

¡¡QUIZÁ ES UN MUNDO QUE NO EXISTE!!

Si alguien te dio un cachete
y la otra mejilla pusiste,
o si alguien te hizo un favor
y "muchas gracias" dijiste,
tal vez tú estás viviendo
en un mundo que no existe.

Si encontraste una cartera
y al dueño la devolviste,
si te miraste al espejo
y de ti mismo te reíste,
si en los problemas ajenos
tu jamás te entrometiste...

Si aunque el que te hizo mal
te llamó y tu acudiste,
y las puertas del corazón
nuevamente tú le abriste,
tal vez estarás viviendo
en un mundo que no existe.

Si vale más tu palabra
que lo que firmaste o escribiste,
si das una total garantía
en los productos que vendiste,
si tan solo una sonrisa
cambia tu espíritu triste...

Si aunque tuviste derrotas
en la vida e igual venciste,
si hoy te levantaste temprano
e hiciste lo que debiste,
posiblemente estés viviendo
en un mundo que no existe.

Si el amor es para toda la vida
a pesar de que sufriste,
si sientes amor verdadero
y con los años persiste,
serás feliz aunque vivas
en un mundo que no existe.

ARTE O CULTURA LA POESÍA?

La poesía es arte y cultura,
¿acaso te queda alguna duda?
Cuando estás en honda penumbra
es como una luz que te alumbra,
como lámpara en senda oscura.

Del idioma es la palabra pura,
es imagen de belleza, hermosura,
es desahogo en la triste amargura,
es recompensa de una jornada dura,
es oasis de paz en la bravura.

Yo no desprecio la literatura,
pero la poesía... es arte y cultura,
es respuesta de amor cuando otro insulta,
y a la palabra de odio ella tritura...
mas si critica, lo hace con altura.

Amo el dibujo y amo la escritura,
amo el arte y también la pintura,
amo la música de buena partitura,
me gusta escribir y además la lectura,
pero la poesía... eso sí que es cultura.

El viento se lleva las palabras,
pero estando escritas perduran.
Me agrada lo que el alma murmura,
todo eso que el artista procura,
jamás del arte mi alma se satura.

Dadle al hombre una mirada madura,
dadle una personalidad segura,
agregadle una pizca de locura,
y eliminad de sus palabras censura,
y será poeta, mi fe lo asegura.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ME GUSTARÍA VOLVER...

Me gustaría volver a perder la noción del tiempo y del espacio en plena calle, calles de tierra, con mis amigos de canicas y pedradas, de columpios y vaivenes, de miedos y de colegios de rezo diario. Volver a sentarme en el mismo banco, aquel banco de madera en La Glorieta y comentar con mi pandilla nuestras cosas del día a día, nuestros sueños, nuestras esperanzas. Comenzaba mi pubertad empezando a nacer dentro de mi, sensaciones hasta entonces desconocidas donde un simple roce con alguna de mis amigas, sofocaba la tarde y erizaba todos mis sentidos. Volver al vacío de la soledad, angustioso como todos los vacíos, pero donde te encuentras a ti mismo, frente al espejo (ojalá me mire sin miedo y reconduzca mi camino). Volver a mi inocencia; y ahora sé que no era inocencia sino pureza, era yo, antes de verme enterrado por las experiencias. La vida vivida diluye la esencia de uno y sólo cuando recuperas algo original de ti eres realmente feliz.

Me gustaría volver a cuidar de mi hermana pequeña mientras mi madre trabajaba,compartir con ella juegos, confidencias y sueños de cantantes, intentando imitar a los que entonces estaban de moda. Allí estábamos nosotros subidos a la mesa camilla de nuestra casa, y enfrente estaban sentados en sillas alrededor, nuestros amigos y conocidos, los cuales aplaudían a pesar de que les había costado una peseta la entrada.

Me gustaría volver a colaborar en aquella churrería La Buena Marcha, creo que así se llamaba. Allí acudía todas las mañanas a las siete, me ponía mi delantal blanco, me llenaban la cesta de paquetes de churros y yo me iba a venderlos por las calles voceando el producto, algunos de mis clientes eran los padres de mis compañeros de colegio, sirviendo de desayuno para los mismos. A las ocho y media vuelta a casa, ducha, cambio de ropa y al colegio. Volver a colaborar en las tardes de verano en la heladería El Olivero, despachando los cortes y los “chambis”. Con ello intentaba ayudar a la sostenibilidad del hogar, aprendiendo al mismo tiempo, a saber valorar las pequeñas cosas.

Me gustaría volver a ver a los amigos, a los que están y a los que se marcharon, a compartir con ellos en el bar Eduardo (ya desaparecido, en su lugar hay un Banco) una partida de billar. Amigos de sueños, de esperanzas, de ilusión en el futuro; estaba todo por hacer pero el mundo era nuestro. Como los echo de menos a los que no están y a los que están, pero tristemente lejanos, por el desgaste del tiempo y las ausencias. ¡¡Que sólo me dejaron!!

Me gustaría volver al respeto por las ideas diferentes a las mías, al diálogo. Volver, volveremos a ver caer el muro, ese muro de las dos Españas. España, camisa blanca de mi esperanza, volver.

Me gustaría volver a iniciar el camino de la vida, de mi vida, o al revés, el camino que me volviese a hacer a mí, porque es él el que te hace a ti, te moldea, te renueva, te hace más humilde. Volver a ver la luna iluminando el camino; y es ahí cuando el cielo y la tierra se ven más unidos que nunca, en la oscuridad, donde cualquier piedra parece una estrella y cualquier estrella parece una piedra. Tú estás flotando en medio del infinito, y el mundo que pisas (que parece tan importante) se convierte en un pequeño grano de arena de la gran playa universal. Volver a encontrar a otras personas que caminan como yo, hacía el conocimiento interior. Un viaje de emociones, un viaje de nuevos amigos, amigos de verdad.

Me gustaría volver a pasear tranquilamente por mi pueblo, por sus calles, por sus parques y por sus huertas, y allí sentarme a contemplar los frutos de sus viñas, protegidos por los saquitos de papel. Esa uva Aledo que es la esencia y alma de mi pueblo; sol, tierra, sudor y lágrimas, que han convertido a mis paisanos en hombres y mujeres fuertes que miran a la cara, que no se arrodillan ante nada, que se enfrentan a la vida con pasión, imaginación y trabajo. Y los veré nuevamente crecer, nunca se rendirán. Fueron capaces de levantar un pueblo donde no había nada, donde la naturaleza pasó de largo. ¿Cómo no van a ser capaces ahora de superar las dificultades del camino? Superaremos este bache juntos, como tantas veces lo hemos hecho en la historia, y lo haremos a pesar de los políticos actuales y de su inoperancia.

Me gustaría volver a ver en los jóvenes la ilusión en sus rostros, la emoción por encontrar su primer trabajo, por empezar a construir su independencia, la ilusión de verse útiles, de que la sociedad está con ellos, de que no les abandonamos, porque ¿Cómo vamos a abandonar nuestro futuro?. Volver a mirar las golondrinas, como el poeta, a volar con sus vuelos, a escuchar su música celestial. Sus ecos en la Plaça Vella vuelven cada año, pero muchas primaveras yo estaba sordo; ¡cuantas primaveras perdidas, cuanta nostalgia despreciada! Volver a volar con ellas, volver a disfrutar de su melancolía.

Me gustaría volver para leer cuentos, a dormirme antes que ella o él, a verlos despertar con olor a sueño y biberón, a morder su pies redondos, a comprobar que la felicidad de otro es más que tu propia felicidad. Volver al amor incondicional de mis padres, al amor incondicional a mis hijos. Ahora sólo necesito tiempo, tiempo para volver.

martes, 9 de noviembre de 2010

OTRA CHORRADA, Y YA VAN...

No me resisto a escribir sobre el absurdo. Y lo voy a hacer de forma igualmente absurda ya que creo que la noticia no merece la más mínima atención. No porque considere justa o injusta la nueva ley, no. El motivo por el cual pretendo entretenerme la decisión alfabética de los apellidos es porque me parece una engañifa, una cortina de humo con la que distraer la atención y así conseguir que nosotros, pobre plebe inculta, nos fijemos más en si preferimos arrastrar la estirpe de papá o de mamá, en vez de cabrearnos, por ejemplo, por la congelación de las pensiones.

No hay nada mejor que darle un azucarillo a un caballo reventado de correr para que se olvide del esfuerzo y lama la mano del amo. No creo que los apellidos y el nombre sean lo más importante para definir a las personas. Son los hechos, las acciones, las voluntades, los sentimientos los que nos deben permitir clasificar y conocer a los que nos rodean. El nombre con el que la ley te encasilla hasta que te mueres, e incluso después, es un añadido que nos colocan al nacer, un ornato, un orgullo de progenitores o, en algunos casos, una venganza. Nada más que eso, salvo que lleve parejo bienes y herencias cuantiosas.

En consecuencia, debatir, en mi caso, sobre si Gómez o Tomás, se me antoja una solemne chorrada. Llamándome de una forma u otra, seguiría siendo el mismo. Ahora bien, entiendo que la megalomanía de algunos, la extrema vanidad puede llevar a establecer como ley los espurios deseos de ser recordados por la historia con un determinado patronímico. Pienso que el objetivo no es otro que el de que cuando dentro de una buena pila de años los infantes estudien la gloriosa etapa política que nos está tocando soportar, éstos no se tropiecen con un Pérez o un Rodríguez como grandes caudillos.

Quedará mejor Rubalcaba o Zapatero, títulos que, al fin y al cabo, ambos personajes están tallando con escoplo en la miserable destrucción del país. O quizás sea por todo lo contrario, por enterrar en el olvido del tiempo los nombres con los que se conocieron a tan nefastos rectores públicos, para que así sus descendientes no sufran el rencor generado. Sea por lo que sea, mientras discutimos por necedades obviamos los atropellos de la casta política dominante. Nos están robando la cartera delante de nuestras narices.

viernes, 29 de octubre de 2010

ADIOS A MARCELINO CAMACHO, UN PEQUEÑO GRAN HOMBRE.

Sydney Pollack dirigió, en 1982, la película "Tootsie". En ella, como ya saben, Dustin Hoffman interpretaba a un aspirante a actor que tiene que vestirse de mujer para conseguir un papel en una serie de televisión. Es el cine dentro del cine. En esa película, el camerino se convierte en un elemento más, en casi un actor en sí mismo. La fuerza narrativa del guión viene dada por esos dos camerinos que el personaje tiene en su vida: el primero en su casa, donde se transforma de hombre a mujer; el segundo, en el plató, en el que se maquilla para salir a escena.
Los camerinos de la vida real son nuestras casas, la puerta de salida al mundo exterior, donde nos transformamos en lo que queremos aparentar, en lo que deseamos vender al resto de las personas. En definitiva, en ese camerino nos convertimos en lo que queremos ser. En un mundo de puertas cerradas, de vidas ajenas y opacas, es muy fácil crearse un álter ego de nosotros mismos cuyas palabras y formas sean nuestros sueños cumplidos. El actor vive de esta manera. Lo dice Leonardo di Caprio en una entrevista: "Me convertí en actor por miedo a que no me aceptaran tal y como soy". El camerino es la máquina que permite esa metamorfosis, el elemento clave que transforma al actor en personaje. Todo lo que ocurra fuera es irreal, forma parte de la función, es ficticio. Todas las relaciones entre los distintos personajes también son ficticias. Todos los amores, los sueños, las sonrisas no existen; forman parte de la imaginación del guionista y de la interpretación del actor.
El político también vive en cierta manera de esta forma, pero su escenario no es un plató sino la vida. Su camerino no es una habitación en un estudio cinematográfico, es su propio despacho. Y al igual que el actor tiene que verse forzosamente rodeado de tramoyistas, maquilladores, asistentes personales y encargados de vestuario, el político se rodea también de personas que consiguen darle más vida al personaje en esa función bufa o dramática cuya única finalidad es lograr una credibilidad mucho más amplia.
No todos, por supuesto. Adolfo Suárez empezó siendo un gran actor, pero una prueba de fuego real, como fue el intento de golpe de estado, le convirtió en un auténtico héroe. Su figura, erguida en el asiento del congreso, y las balas rozándole, no eran de un filme. Más recientemente, nuestro sindicalista más conocido Marcelino Camacho, tristemente desaparecido hoy, era un ejemplo de un político sencillo, real y muy próximo a los problemas de los ciudadanos. Anteponía el acuerdo y la negociación a la crispación que, desgraciadamente, dicta hoy todos los guiones de la política española.
Son ejemplos que deberían guiar a la clase política, ejemplos de valentía, sencillez, naturalidad y realismo.
Porque el político es un hombre o una mujer que tiene hambre, ríe y sueña como los demás, es una persona a la que le duelen los pies, a la que le pican los mosquitos y a la que le molesta un juanete. Sin embargo, transformado en su "camerino" en lo que necesita aparentar para seguir sintiéndose vivo, acaba por convertirse en un ser alejado de la realidad, desprovisto de toda humanidad y lejos de las necesidades reales de la gente. Y eso se percibe desde fuera.
En un mundo donde la política ha dejado de estar al servicio del ciudadano para convertirse en una factoría de ideas, formas y sueños, como lo es el cine, era lógico que cogiera paralelismos con la industria del séptimo arte. El político, actor principal de su función particular, se ve envuelto, como en una película, de actores secundarios que le dan vida y fondo, que le ayudan a sentirse cómodo en la escena. En palabras del ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel: "en el Congreso de los Diputados hay dos actores principales o protagonistas, el resto somos meros figurantes". En eso hemos convertido la democracia: en un gran teatro donde la realidad y la ficción se confunden, cubiertas las dos por el mismo halo de falsa ilusión. Y con el peor de los resultados: el distanciamiento cada vez mayor de los ciudadanos, y la percepción nítida de que el político está en su película para servirse y no para servir a la sociedad.

A todos los niveles, desde el más humilde de los ayuntamientos hasta el gobierno más poderoso, la política se instala en el centro de todo un entramado de falsas amistades y enemigos íntimos donde poder sentirse a gusto. Es aquí donde las empresas de la especulación han hecho su rápido beneficio para luego desaparecer. Las finas líneas entre lo público y lo privado muchas veces se han confundido. Hoy en día, el romanticismo de otros años se ha perdido: prima la idea preconcebida, el mensaje enlatado, la corrupción, las empresas fantasma. Incluso los sindicatos han perdido la capacidad de lucha de otras épocas, sirviendo en la actualidad como meros filtros entre el empresario y el empleado. Por ello es que España tardará más en salir de la crisis: hemos vivido estos últimos años sobre una burbuja de economías sumergidas y empresas que se creaban de la noche a la mañana con capital desconocido. Nos hemos creído el papel de una película que se titulaba "Somos los mejores", y como en el cine, la historia también tiene un "The End". Se ha dejado vagar a la deriva a los sectores reales y tradicionales (la construcción, el calzado, el mármol, el textil, el juguete, etc.), cosa que no han hecho otros países, como Alemania o Francia, cuya salida de esta crisis mundial será más pronta y llevadera.
Se ha vivido en camerinos, con espejos iluminados por bombillas para resaltar mejor las facciones, con personas detrás recordándole al actor las palabras de la escena siguiente, con personas cuyos sueldos dependen de lo bien vestido y lo genial maquillado luzca el personaje ante el público. Así en la vida. Es hora de salir a la calle, de que la clase política vuelva a ponerse al nivel de las personas, al nivel del respeto mutuo, de la comprensión sincera. Es hora de quitarse el cristal translúcido de delante y ver la realidad sin máscara, y afrontarla. Si no ponemos todos, un poco de nuestra parte, nos esperan tiempos más difíciles. El egoísmo y la soledad del camerino tienen que dejarse atrás, tienen que formar parte únicamente del mundo del cine. En la vida real hemos de procurar vivir en el espacio abierto de la sinceridad y el trabajo común. Esta sociedad necesita personas con coraje y una mirada limpia y clara. Solo así lograremos cumplir los objetivos que nos marquemos. Solo así lograremos vivir nuestras vidas con intensidad y realismo, lejos de los sueños y las vidas idílicas y perfectas de las películas.

EL TELÉFONO MÓVIL.

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el cual los teléfonos móviles nos parecieron cosa de ciencia-ficción, incluso de brujería. Luego, casi con total impunidad, llevados por una necesidad ficticia creada por la televisión y el cine, esos pequeños aparatitos (pequeños ahora, porque los primeros eran auténticos ladrillos enormes de antenas extraíbles) se fueron introduciendo en nuestras casas, en nuestros trabajos y, por último, también en nuestras vidas.
El que se compra un teléfono móvil nuevo, de última generación, con mil colores y sonidos, cámara de vídeo de gran resolución y acceso a Internet, se parece al padre primerizo que va enseñando a su primogénito como si fuera algo único en el mundo: "mira, acaba de eructar, ¿no es un angelito?". Con el móvil igual. Después de que nos enseñen todas las virtudes del aparato en cuestión, preguntamos casi con vergüenza: "peroÉ ¿sirve también para llamar?".
Al principio, los móviles sólo servían para llamar, y tampoco había tanta gente que tuviera uno, así que eran un elemento que podía olvidarse en casa sin ninguna consecuencia. Hoy en día sería impensable dejarse el móvil en el mueble de la entrada o en la mesa de la cocina. Estamos habituados a su peso en el bolsillo, lo que nos genera mucho estrés cuando lo olvidamos o cuando decidimos que es mejor no llevarlo con nosotros, cosa que a muchos nos sucede en verano al entrar en la piscina o la playa. Al regresar a la arena, cuando cogemos el teléfono, varias llamadas perdidas y alguien que nos llama diciéndonos: "te he llamado, pero no me lo cogías, ¿dónde estabas?". Y ahí es cuando se ha perdido toda esa intimidad que nos prometieron que tendríamos usando un móvil. ¿Que dónde estoy? Y claro, no puedes responder que estás sentado en el retrete oÉ en algún otro sitio más inconfesable.
Otro hecho que provoca ansiedad es al recibir llamadas. Si conoces el número, bien, no pasa nada: descolgamos, hablamos tres o cuatro trivialidades y, a veces, incluso podemos llegar al quid de la cuestión después de cinco minutos de conversación general. Pero también podemos recibir llamadas de números que no conocemos o de remitentes desconocidos. Eso causa mayor estrés: ¿quién será a estas horas?, ¿un pesado?, ¿alguien que me quiere vender cualquier cosa?, ¿el médico de mi madre? Y entonces, puede ser, nos saluda una voz diciendo: "¿a que no sabes quién soy?". Y tú, que estás en el baño, o en salón, o tumbado en la cama intentando disfrutar de una feliz siesta estival, tienes que tratar de ponerle cara a esa voz desconocida a partir de las miles de voces que guardamos en el almacén de la memoria. Y, créanme, a veces es muy difícil.
Hoy en día, el teléfono móvil forma parte de nuestros elementos cotidianos. Como el que se pone el reloj y se peina todos los días, hay gente que vive enganchada al móvil, que lo utilizan para todo. Incluso para decir: "cariño, en cinco minutos llego". Si el mensaje era la llegada, lo mejor es hacerlo, no llamar para anunciarlo a los cuatro vientos. Además, eso parece que ya ha sido sustituido por las llamadas perdidas, llamadas que ya pueden significar cualquier cosa: "llámame", "he llegado", "te quiero", "ven a buscarme", etcétera. A veces recibo llamadas perdidas, y me quedo mirando el móvil como si ese aparato estuviera a punto de decirme algo. Lógicamente, nunca lo hace.
Por ese motivo, prefiero los SMS (que van al mensaje directamente, sin caer en divagaciones) o, mejor aún, los correos electrónicos. No sustituirán nunca al placer de hablar cara a cara, pero ambos son más discretos, más relajantes. Los recibimos constantemente y a todas horas, claro está, pero podemos elegir cuándo atenderlos, cuándo leerlos, cuándo responderlos. Tal vez así ganamos algo de intimidad, de soledad, de poder escuchar los silencios de nuestra casa y oír las palabras y las voces de quienes nos rodean. Y es que mientras escribía este artículo me han llegado tres llamadas perdidas. No conozco los números. Podría ser cualquiera. Luego llamarán. O quizá no. No importa. De momento, prefiero apagar el móvil, relajarme y disfrutar de una conversación con mi mujer y mis amigos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

YO NO QUIERO SER EMPRESARIO.

Con el 20% de paro en España y una generación joven bien preparada para nadie, resurge el discurso de la iniciativa, del autoempleo y del emprendimiento. Pero no hay estímulos. La gente lee el periódico y ve cuánto mejor es ser asalariado que empresario y, según dónde, pensionista que trabajador.
Los informes de Hacienda aseguran que los pequeños empresarios y profesionales liberales declaran ingresos medios anuales inferiores a 12.000 euros, la renta de un mileurista. Vale más ser mileurista por cuenta ajena que por cuenta propia. En Baleares los pensionistas declaran, de media, 6.222 euros más que los profesionales y pequeños y medianos empresarios.
Así no hay manera de crear vocaciones empresariales pero, con los mismos datos y un enfoque positivo, sincero y de alegría liberal, la cosa cambia.
Oímos en cátedras y tabernas que a nadie le gusta pagar impuestos.
Convirtámoslo en una ventaja: "Hazte empresario y no pagarás a Hacienda". Si te va mal, podrás evadir. Si te va bien, alcanzarás esos ingresos en los que el tipo se detiene y tendrás fórmulas de desgravación. ¿Complicado? No, hombre. Tú eres pobre, compras un necesario felpudo y en esa acción gastas dinero y pagas impuestos. Tú eres rico, compras un valioso tapiz para tu disfrute, que es una inversión, y si le quitas los ácaros, desgravas. Así aumentas su valor, quedas como un señor y con tu dinero mantienes patrimonio artístico en vez de a chusma de distintas edades y mala salud, como habría hecho el Estado en algún porcentaje.
Cuando eres rico, el Estado no quiere tu dinero. Zapatero, tan rojo y resentido, proclama que no merece la pena subir los impuestos a los que más tienen, que esta crisis ya la pagamos entre los demás. Tienen razón los liberales. No hay que dar dinero al Estado. El que cumple con Hacienda es gilipollas por incompetencia o por vocación.

jueves, 9 de septiembre de 2010

EL PROFESOR NEIRA

De la misma manera que los medios de comunicación elevaron a los altares más elevados al profesor Neira, de la noche a la mañana lo hundieron en los infiernos y, la verdad, no creo que esto sea justo. No voy, desde luego, a justificar una acción que es reprochable como es el conducir bajo los efectos del alcohol, presuntamente, pero sí quiero dejar claro que esto nada tiene que ver con la defensa de una mujer que estaba siendo maltratada por un hombre. Ahí están las imágenes que lo demuestran y la sentencia que así lo afirma.
Jesús Neira tuvo la valentía de interponerse entre un hombre violento y una mujer vapuleada y se interpuso para evitar que esta mujer sufriera maltrato. Esta acción le costó muchos meses de hospital, un coma del que salió con muchas secuelas, algunas de ellas irrecuperables y lesiones tanto físicas como sicológicas.
Nada tiene que ver una cosa con otra. Me podrán decir que Neira usa un tono de voz para hablar que a veces sorprende, que utiliza términos que parecen o son de prepotencia, pero todo ello no nos puede hacer olvidar que Neira casi pierde su vida en la defensa de una mujer. Al principio y en el hospital me pareció un hombre sorprendido por todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, le extrañaba que todos los medios de comunicación estuvieran al tanto de su estado de salud, que las personas le reconocieran por la calle y comenzó a ser agasajado por todos, premiado por todos y poco a poco, creo, empezó a perder el contacto con la realidad, a olvidar que su fama iba unida inexorablemente a la lucha contra la violencia de género.
Es cierto que algún medio de comunicación empezó a sacar trapos sucios que vaya usted a saber si son o no ciertos y que se politizó el asunto, dichosa política. Algunos periodistas empezaron a desacreditarlo, a discutir en tertulias muy conocidas y seguidas por muchas personas la figura del profesor. Olvidaban que el profesor no era más que una persona con las mismas virtudes y los mismos defectos que todas las demás, pero a las demás personas no se nos lee la cartilla en una tertulia televisada, hecho éste que debe ser muy duro hayas hecho lo que hayas hecho.
No destruyamos a los "Neiras", a esos hombres que luchan contra la violencia de género, no destruyamos a esos hombres que impiden y ayudan a todas las mujeres, que ayudan en las calles y en las casas. Si nosotros, los hombres no nos implicamos, no erradicaremos esta lacra que tanto daño hace a nuestra sociedad, no podremos arrinconar a los violentos. ¡Los violentos donde mejor están son en soledad!

domingo, 5 de septiembre de 2010

NOSOTROS, LOS ABUELOS.

Cuando tengo ocasión (y cada vez tengo más), de hablar con personas de mi edad y de mi condición de abuelo, siempre surge el comentario sobre el papel que siguen desempeñando en la familia los abuelos. Todos reconocen que les encanta hablar y convivir con los nietos pequeños. Me da la impresión de que el motivo es doble y recíproco: necesitamos amar y ser amados, pero con ese amor especial de nosotros los mayores a sus nietos pequeños, y con el cariño de los nietos a sus abuelos. Existe una sintonía entre abuelos y nietos que hace que nosotros trasmitamos nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestras voluntades a los pequeños con tal cariño y fuerza persuasiva que logramos la comprensión y la obediencia de los pequeños con alegría y sin resistencia. A los abuelos no nos faltan detalles generosos, como hacer regalitos oportunamente, que encantan a los nietos. Estos corresponden con un cariño y una docilidad que nos entusiasman. De estos contactos quedamos satisfechos unos y otros. Por eso nosotros los abuelos, buscamos motivos para estar con los nietos y jugar con ellos, salir a pasear con ellos y tantos otros contactos que nos hacen felices. A su vez, los nietos piden repetidamente a sus papás que los lleven a ver y a estar con sus abuelitos porque psicológicamente necesitan sus palabras de cariño, sus consejos, sus detalles tan queridos, que luego comentan los hermanitos entre sí e incluso con los papás. En nuestro tiempo, el papel de los abuelos con sus nietos es especialmente indispensable, porque los papás de los niños suelen salir de casa a trabajar por las mañanas, y en la mayoría de casos no vuelven a casa hasta la noche, y los niños necesitan la presencia de los abuelos, que los llevan o los traen del colegio, hablan con ellos, los ayudan en todo, están con ellos, porque disponen de tiempo suficiente. El peligro único que puede estropear la convivencia es abusar de los abuelos. Estos tienen también cosas que hacer y necesitan poder vivir tranquilamente, porque encima carecen de la fuerza y energía que tenían cuando eran jóvenes, que son precisamente las que le sobran a los nietos. Sería un error por parte de los papás utilizar a los abuelos a modo de niñeras o de criados de casa. Hay que hacer todo lo contrario. Hay que mostrarles respeto, agradecimiento y delicadeza. Así se mantienen unas relaciones que son fuente de felicidad para todos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

EL VINO QUE TIENE ASUNCIÓN...

Frase lapidaria la de Antoni Asunción, a la sazón ex ministro socialista que ahora quiere aguarle la fiesta a Jorge Alarte en la Comunidad Valenciana. «Hay acomodo. No se busca tanto ganar como mantener el empleo». Es un resumen perfecto de las actitudes y comportamientos de la gran mayoría de los dirigentes del PSOE, aplicable no sólo a los valencianos, sino también al resto de aquellos miembros del partido que mal dirigen las comunidades autónomas y administraciones públicas que gobiernan, que peor ejercen la oposición en aquellas en las que no son mayoría, y que catastróficamente rigen los destinos del Estado. Ha acertado de pleno al definir la característica común de todos los miembros de la casta política nacional, en la que hay que incluir, cómo no, a los de los restantes partidos. Viene a confirmar lo que los españoles sabemos y pensamos de aquellos que tan funestamente nos representan: la búsqueda incansable del beneficio personal, el acumular puestos y sus consiguientes prestaciones, el favorecer intereses particulares y/o familiares, el derrochar favores reintegrables en forma de contratos a allegados o empresas, el garantizarse retiros dorados donde trabajar aún menos, el llevárselo directamente y sin intermediarios mediante comisiones y sobornos y el perpetuarse en el cargo hasta el final de los tiempos son los objetivos más importantes de los componentes de esta lacra desde que aspiran a llegar al poder.
Lo que ha dicho da para mucho. Ya que se lleva lo de la memoria histórica, cambiar el heroico «no pasarán» de la izquierda española en la Guerra Civil por el «no me moverán del cargo» de los actuales socialistas invita a que los que sienten y piensan en rojo dinamiten la dirección actual antes de que ésta destruya con su traición todos sus principios. Ahora bien, cabe considerar que el antaño ministro está en el mismo paquete que aquellos a los que ha dedicado su frase. O no. Haciéndolo fácil uno no puede evitar canturrear «el vino que tiene Asunción, ni es blanco ni es tinto ni tiene color». Igual es más vinagre del malo con el que seguir inundando y amargándonos la vida. O igual hay que bebérselo en un cáliz sagrado y bendecir su aroma. Ya se verá.

domingo, 25 de julio de 2010

QUIERO SOÑAR EN LA VIDA...

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con verdes paisajes
limpios y sin contaminar,
donde llenar los pulmones
de aire puro de verdad.

Sueño con comida fresca
con productos naturales,
con productos de la huerta
con frutas y cereales.

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con personas buenas
que ayudan a las demás,
sencillas y solidarias
que no hacen daño jamás.

Sueño con un mundo justo
donde no hay desigualdades,
tampoco ricos ni pobres
allí todos somos iguales.

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con el amor sincero
donde manda el corazón,
sin intereses a cambio
porque no tienen valor.

Y sueño con que mis sueños
se conviertan en verdad,
por eso me gusta soñar
y no me quiero despertar

domingo, 27 de junio de 2010

REVIVAL

Estoy tan seguro de que no lo hacen aposta como de que les resulta imposible remediarlo: sencillamente, son así. Saben que su forma de ser, pensar y actuar le salta los nervios a la mayoría de la gente porque rompe casi todos los esquemas al uso pero no están dispuestos a cambiar, así los aspen, para amoldarse al modelo social y políticamente correcto de las personas de fundamento. En realidad no es que sean intrínsecamente contestatarios y rebeldes (aunque se muevan como pez en el agua dentro de esas coordenadas), sino que su acracia innata y su natural anárquico los orienta por derroteros poco frecuentados por el común de la ciudadanía respetable. Así que, sin proponérselo incluso, no es raro que se les considere como grano en el culo o mosca cojonera en su comunidad humana.
Una de sus características es su capacidad de supervivencia en condiciones extremas, probablemente derivada de la parquedad de sus necesidades básicas. Si son mujeres, se las puede ver arrastrar con naturalidad los mismos harapos (lavados, eso sí) a lo largo de treinta o cuarenta años si el material textil es bueno, que en épocas pasadas solía serlo; con lo cual, sin proponérselo, van a la última varias veces por pura coincidencia porque las modas, como nadie ignora, son una estupidez inventada (mayormente para sacarle los cuartos a la gente) por unos cuantos iluminados tan faltos de imaginación como sobrados de figurines antiguos, a los que acuden para resucitar en las glamurosas pasarelas los ropajes, calzados y complementos de los años 80, 70, 60 y cobrar por el "diseño exclusivo" lo que no gana un obrero en un año. "Revival" creo que le llaman en el gremio a eso; otros le llamamos morro.
Consecuentemente, este tipo de mujer gasta en cosmética menos que la Esteban en tratados de Filosofía; pisa la peluquería (si la pisa) un promedio de dos veces por año, cuando los rigores caniculares le resudan las greñas y decide cortárselas, y cuando tiene que protagonizar forzosamente a algún evento de tiros largos; siente una especial alergia hacia las joyas (cada vez que ve un pedrusco engarzado se le representan los niños esclavos, muriendo aplastados en las minas de diamantes de Sudáfrica o en las de esmeraldas de Sudamérica, y se le revuelven las tripas); y algo por el orden le ocurre con las fiestas exquisitas en las que mariposean las damas "vip", con las siliconas tetiles y culares resaltadas por refulgentes lamés que obligan a entornar los ojos por efecto del deslumbramiento. El común de la gente, digo, porque ellas por las limitaciones del botox lucen el rostro estático de una máscara griega.
Son personas, en fin, perfectamente distinguibles del resto. Ya sean mujeres u hombres muestran una marcada tendencia a los vehículos de motor de segunda, tercera y hasta cuarta mano; sus domicilios acostumbran a venirse abajo de libros, más en edición rústica que de lujo, pero es difícil encontrar en ellos tresillos anatómicos de piel salvaje, mayormente porque no ponen inconvenientes a que los espacios humanos sean compartidos con naturalidad por los perros y/o gatos de la familia; y la decoración de sus hogares se aproxima bastante al caos, ya que practican la ahorrativa costumbre de heredar de familia y amigos los muebles que desechan, con lo cual la mezcla de épocas, estilos y calidades se convierte en un colorista batiburrillo.
De éstas (y algunas otras) características personales se desprende que las personas que pertenecen a esta subespecie humana suponen una pesadilla para los comerciantes y banqueros, y una auténtica bomba tóxica antisistema para las estructuras del capitalismo: necesitan tan poco para vivir que resulta complicado insertarlos en el engranaje feroz del consumo. Tan complicado que generalmente, unas veces por pura opción personal y otras por el desaliento de sus potenciales inductores, acaban quedándose fuera de él. De manera que en momentos chungos como el actual de crisis galopante, llanto y crujir de dientes generales, estas personas se lo toman con más calma que otras. Piensan "ya escampará", y se congratulan de no necesitar (ni envidiar) yates, saraos, estancias en hoteles con más estrellas que el firmamento y chalés de alto estanding, con la piscina llena de flores de loto con velitas en las cenas para las amistades íntimas que nunca son menos de cien, (lo que en principio hace pensar que la intimidad se verá dificultada por semejante multitud, pero ea).
¿Que por qué escribo hoy de todo esto? Y yo qué sé. Podía haber escrito del ascenso de mi equipo, el Hércules, de los manteos de personajes y la Santa Faz herculana, de la bendición urbi et orbi a la censura del Síndic Cholbi demócrata de toda la vida, de los avatares económico-políticos, de las huelgas de los medios de transportes, pero recién pasadas las fiestas, la gente tiene los pies echando humo, y lo mismo piso algún callo sin querer. Así que pensé escribir de los bichicos de La 2 y la reposición de los programas de Félix, que son un filón, pero al final me he decidido por las bombas tóxicas antisistema. Al cabo, es un tema que me sé de carrerilla y no tengo que calentarme la cabeza.

viernes, 25 de junio de 2010

"PAPÁ VEN EN TREN..."

Hace mucho tiempo que no viajo en tren y hoy voy a recuperar esta sana afición. Tengo que viajar a Valencia yo sólo y no tengo ganas de conducir. Lo tengo claro a la hora de sacar el billete: entre Regional Express, Talgo o Euromed, lo tengo claro, Regional Express. Es mucho más lento. Lo que para los obsesionados en rebañar minutos con el AVE suena a blasfemia para mí es básico: ver el paisaje a través de la ventanilla, que por supuesto tiene un valor añadido. Serán secuelas de mi infancia ferroviaria al amor de locomotoras de vapor, maquinistas y fogoneros tiznados de carbonilla, y trenes como el Shangai ("El Changa" para los del gremio), deteniéndose con sus chirriantes vagones de madera en todos los apeaderos. Así que esto, originariamente, lo voy a escribir con boli en una libreta entre Alicante y Valencia. Apuntes al hilo de las vías no aptas, sospecho, para los amantes de las altas velocidades.
Por la zona de Fontcalent relumbran con el primer tímido sol de la mañana los espartales y los saladares, la sierra terminal con la huesa al aire, recomida a mordiscos y tarascadas por las mandíbulas insaciables de las canteras. Colores amoratados del vientre descarnado de los montes con las cicatrices indelebles del mármol. El monasterio de la Magdalena reluce, mucho más bello de lejos que de cerca, junto a la anciana torre triangular de la Mola. Sobre el tapial derrumbado de una casa en ruinas entre viñas mortecinas se yergue arrogante una palera. Pequeños porches acorralados. Casas pobres. Escorrentías y barranqueras tupidas por un enredo de maleza. En la estación de Elda/Petrer, en obras, los obreros vestidos de amarillo se mueven como hormigas lentas transportando material. El jefe de estación mira su reloj de pulsera (el del andén está clausurado por un aspa de cinta adhesiva) justo cuando otro tren nos rebasa en dirección contraria. Ya podemos seguir.
Arbolillos raquíticos, zonas industriales, almacenes, naves, camiones, palas transportadoras. De pronto, la ceguera de un túnel. Y enseguida el vuelo rasante de un gran pájaro (¿un gavilán?), escapando de una recoleta vaguada entre dos lomas sin más salida que la que da a las vías. El castillo de Sax sobre un fondo de hilachas de nube. Almacenes de vinos y alcoholes. Tristeza infinita de las estaciones y los apeaderos condenados a muerte, con sus rejas correderas cerradas y mucho, mucho material inservible acumulado y desordenado. Prados breves. Pinares conspicuos. Mínimos olivares. Tierras llanas medianeras con la serenidad larga y amplia de La Mancha. Villena de útero encharcado y alma lacustre. Verde rabioso de un bancalillo de cereal, ocre de un cañar, nispereros envueltos en redes para defender el fruto de los picos golosos de los pájaros, un jardín grande primorosamente cuidado, los edificios de un lado de la estación desmoronados, el de la derecha transformado en una tienda de muebles.
Grafitis, traviesas apiladas, un hombre con un perro gordo y viejo esperando para cruzar. Más adelante caballos pastando en corrales, desperezándose aún después de la siesta. A lo lejos, sobre una loma, los molinos eólicos recosen el cielo con un pespunte de clavos como un monte calvario saturado; junto a las vías se alinea un conjunto apretado de placas solares. Almendros verdecidos. Puentes y puentecillos. Viñas cuidadas con exquisito mimo, aledañas a zonas fabriles. El revisor pasa a la altura de Caudete. Una balsa cuadrada, plateada y rojiza, enjoya el suelo. De cerca, los brazos bailones de los molinos peinan la brisa. Canteras lívidas y geométricas. Más cereal. Casonas de campo sólidas y solitarias. Dentro de otro túnel, más largo, se espesa el ronquido del tren. Casitas salpicadas sobre pequeños valles. Tablas de bancales variopintos -cereal, viña, frutales, más viña-. Cortafuegos en los montes. La autovía paralela se va llenando de tráfico. Una hacienda antigua con capilla de señores, campanario y veleta de gallo. Pinos. Carrascas. Arbustos desmadrados. Contra el muro de un corral orina despacioso un viejo; de espaldas a él, una vieja les echa de comer a las gallinas.
Palés apilados en zonas industriales. Infraestructuras de obras, máquinas aplanadoras, grúas. Por aquí pasará el AVE, cuando pase. Casi en la raya del horizonte, un castillejo con un pueblito apiñado a sus pies. Charcos de lluvia. Matas de flor amarilla en los ribazos. Un bancal de palmitos junto a un vertedero que pudre al aire. El verdor feraz de los campos delata la huerta valenciana, una explosión de naranjales se mete pecho adentro, estamos llegando a Xátiva pero desde el tren no alcanzo a ver el carrer blanc de Raimon. Una gran locomotora color trigo maduro dormita aparcada en una vía muerta. Esbeltas casas señoriales de huerta junto a la solidez de un viejo maset de llauraor. Y una barraca blanquísima, una sola, alzándose valiente y desnuda en el centro de un mar de verdor.
Una iglesia de pueblo con su torre. Cañares. Chopos y álamos. Acequias. Huertos pobres con vallas elementales hechas de traviesas y somieres amarrados con alambre, coronados de buganvilias rojas y moradas. Más acequias. Grajillas de ébano sobrevolando el tren, cruzándose y descruzándose en un desaforado ballet de encaje loco. Palmeras, limoneros, exhuberancia de frondas, huertos ubérrimos, campos aprovechados al milímetro para la feracidad. Tierra roja y mullida. Casas blancas. Árboles de esmeralda. Bancales de terciopelo y seda. Acequias. Más acequias. Y de pronto, el Xúquer verdiazulado discurriendo manso en busca del mar. Una congoja rabiosa de sed me cierra de golpe la libreta. No quiero escribir más.

viernes, 18 de junio de 2010

A LA VIOLETA

Flor, la de las lindas hojas,
la del cáliz delicado,
la que derrama en el prado
su perfume embriagador.

Tú, que en la hierba naciste,
y te ocultas siempre en ella,
eres la imagen más bella
que representa al amor.

No a ese arrebatado y ciego
que a veces el labio miente,
sino al tímido, que siente
un sensible corazón.

A ese amor que nos inspira
un ser que nuestra alma adora,
y que, sin embargo, ignora
nuestra ardorosa pasión.

Más, ¡ay!, un día nos vende
el fuego de una mirada,
cual su esencia delicada
te vende a ti, ¡pobre flor!

Por ella yo te descubro
entre la hierba escondida,
que eres mi flor preferida,
imagen de un tierno amor.

NI VIVIR PUEDO EN TU AUSENCIA...

Ni vivir puedo en tu ausencia,
ni vivo cuando te veo,
ni es del mundo este deseo
que consume mi existencia.

Nieve soy en tu presencia
y volcán lejos de ti,
y es que sobre mí
tal poder, que dude al verte
si era el amor o la muerte
lo que en el alma sentí…

¿Cómo vivir en tu ausencia,
si no merezco el infierno,
que el deseo es fuego eterno
y yo mortal existencia?

¡Si he perdido la conciencia
del tiempo y de mi razón,
si es la vida mi prisión!
¿De que sirve el albedrío,
si yo ya no tengo mío
ni mi propio corazón?

¡Si pienso con tu razón,
si respiro con tu aliento,
si el tuyo y mi pensamiento
fundió en uno la pasión,
si duda mi corazón
dónde su huésped anida;
si dudé en la despedida
entre quedarme o partir,
porque no sé definir
cuál es tu vida o mi vida!...

lunes, 14 de junio de 2010

¡¡¡QUE CUERPO SE ME VA A QUEDAR!!!

En mayo tenía que haber subido la luz. Pero no un cuatro o un cinco por ciento. Por lo menos un diez. Así encararíamos el verano con más alegría, con más predisposición para ir a la playita a lucir cuerpo. Porque cuerpo, lo que se dice cuerpo, vamos a tener lo nunca imaginado y siempre deseado: el país más estilizado del mundo, con las carnes más prietas y duras. Delgados a tope, de una esbeltez extrema. Y todo, todo, todo, merced a la política económica de nuestro gran benefactor, el amigo del Papa y de Obama, el rey de reyes dentro de los gestores públicos, el único, el fabuloso, el increíble mago de las finanzas, José Luis Rodríguez Zapatero.
Después de la dosis de tijeretazos y recortes sociales, ahora vendrá el IVA para recordarnos que la fiesta continúa. Y, como un palo nunca golpea él solo, nuestros colegas de las compañías eléctricas nos van a deleitar con un recibo más caro (le han cogido vicio a esto, ¿no?).
Ahora bien, no nos engañemos que lo hacen por nuestra salud. Me explico. A base de lavar la ropa en la pila o en una lavadora a pedales; de correr por la casa apagando luces; de pasear y pasear por centros comerciales para trincar algo de fresquito; de sudar como marranos por no gastar ventiladores ni aires; de cocinar poco para no usar la vitro o por no tener comanda a la que hincarle el diente; de no ver la tele por las noches, dedicando ese tiempo a menesteres más físicos (algo bueno, mira por donde). A base de esto y del hambre que vamos a pasar, nos quedaremos como sílfides, sin grasa corporal, con olor a tigre, pero exentos de colesteroles y triglicéridos. Sanos y flacos, vamos.
Hablando en serio. Como sigan exprimiendo el limón lo van a dejar seco del todo. Y cuando ya no quede jugo, a ver de dónde sacan para cubrir lo que tan mal saben administrar esta banda de inútiles.

viernes, 4 de junio de 2010

Y SIGUEN LOS MALTRATOS...

Por regla general, la mayoría de la gente andamos con una cierta confusión acerca de lo que es el maltrato a una mujer y, sobre todo, cómo empieza. Lo que llega al público al final son noticias macabras como las de estos últimos días, o sea, asesinatos ya perpetrados y sin posibilidad alguna de rebobinar la vida. Y con exasperante frecuencia llegan también los comentarios de los vecinos, "quién hubiera imaginado que esto podría pasar, eran una pareja normalísima; hombre, tenían sus rifis-rafes como cualquiera, pero vaya, lo corriente".
Lo primero que uno se pregunta es qué habría que considerar como "lo corriente". Y descubre con inquietud que casi nadie considera maltrato algo que, examinado con un mínimo de sentido común, evidencia ser la puerta más clara hacia futuros males mayores: la inveterada, habitual y repetida falta de respeto del macho (la mayoría de las veces apenas "machito", porque suelen empezar de jóvenes) hacia "su" mujer. Son esos hombres (por llamarles de alguna manera, claro), que encuentran lo más normal del mundo ir emporcando la casa inmediatamente después de que su mujer se haya dejado los riñones limpiándola, regando con sus zapatos, chanclas, calzoncillos guarros o calcetines sudados todas las habitaciones (ya se agachará ella a recogerlos), y dejando la encimera de la cocina pringosa y chorreante de aceite, tomate y restos sanguinolentos de filete, como si una misteriosa parálisis de los miembros superiores les impidiera pasar una bayeta por ella dejándola como la encontraron.
Lo malo de estas situaciones es que la incipiente maltratada no acostumbra a ser consciente de su situación. "Es muy desordenado", "va con prisas", "está acostumbrado a vivir en un piso entre tíos" pueden ser algunas de las excusas con que, invariablemente, lo disculpa. Al menos, en los primeros tiempos de la convivencia. Con parecida benevolencia acostumbra a pasar por alto que él, al salir de trabajar, se vaya "a tomar unas cervezas con los compañeros para quitarse el estrés"; como si la casa, los hijos pequeños y los tropecientos problemas que se presentan diariamente en un hogar, aumentados por las penurias de esta época de crisis, no fueran tan estresantes, o más, que los que le hayan podido surgir en el curro a su compañero. Y, naturalmente, pasa lo que estaba cantado que tenía que pasar: que un día, o dos, o cuatro, esas "desestresantes" cervezas se prolongan hasta la alta madrugada o hasta bien entrada la mañana, y el machito asoma ciego como un piojo, dando traspiés y con un par de condones en el bolsillo, señal de que la noche no fue tan inocente. Y más señal de que a "su" mujer, la que se ha quedado en casa esperándole (y disculpándole), la respeta más o menos como a sus zapatillas sudadas.
En esa dinámica acostumbran a tener un papel preponderante los amigos (por llamarles de alguna manera) de él, que le alientan a seguir con su vida de soltero y a no "desperdiciar su juventud" entre las paredes de la casa cambiando pañales, que para eso ya está la mujer. Y él prefiere que le aplaste una apisonadora, antes que "no dar la talla" ante sus venerados congéneres. Entretanto las señales de emergencia que inconscientemente lanza la mujer, ya más que incipientemente maltratada, son claras: un cansancio profundo que le entristece la expresión, una inseguridad creciente brotada de la autoestima diariamente machacada, una ansiedad que se va acumulando inevitablemente y una progresiva falta de ilusión. Los demás, especialmente los que más la quieren, lo ven con preocupación; ella, como es habitual en estos casos, es la última en darse cuenta. Hasta el punto de llegar a enfadarse con quienes intentan ayudarla.
Esto, lamentablemente, lo estamos viendo todos los días: no hay más que mirar alrededor. Lo tremendo, lo peligroso del asunto, es que tanto el machismo recalcitrante como la falta de respeto a la mujer no son estáticos sino progresivos. Es decir, crecen. Y lo que hoy es un calcetín apestoso tirado sobre un suelo recién fregado, mañana será un desprecio en público, un exabrupto o un insulto directo, y pasado mañana puede ser, si no se ponen a tiempo los medios para impedirlo, un bofetón. Y entre el bofetón y la paliza las lindes acostumbran a ser demasiado borrosas.
Tanto como claras son las previsibles consecuencias de un maltrato ya declarado que no se abortó en su momento. A saber, (y no hay más que consultar los medios de comunicación de estos días): la muerte de la mujer a manos de su pareja. Así que me vais a permitir una vez más, que me haga defensor de la mujer maltratada, que el hecho de estar enamorada de su pareja, no le impida que su amor sea tan ciego para no ver la realidad de su vida, y que a la mínima denuncien y soliciten ayuda. Este es un consejo dirigido a todas las mujeres, a todas, pero en especial a las más jóvenes que aún están a tiempo, a que no se dejen comer el terreno por ningún macho. Por mucho que crean quererlo. Y si ellas solas, de tanto ser machacadas no se sienten con ánimos ni fuerzas para pararles los pies, que pidan ayuda, que hay una legión de mujeres (y de verdaderos hombres, afortunadamente, también), dispuesta a bajarle los humos y las chulerías de una vez por todas a los machitos al uso. O sea que escrito queda para que vayan tomando nota, ¿vale? Pues eso.

domingo, 30 de mayo de 2010

MOURINHO, VUELTA A EMPEZAR

Bueno ya está todo arreglado, Mourinho ha fichado por el Real Madrid, por dieciséis millones de euros (aunque la prensa española solo ha reflejado los primeros ocho, el resto lo pagará el Sr. Florentino el próximo año). El entrenador cobrará a razón de 10 millones de euros cada temporada, o sea 30.000€ cada día y ha firmado para cuatro años, aunque eso no es óbice para que en la primera temporada le den la cuenta, como ha sucedido en todas las temporadas anteriores y con todos sus predecesores a pesar de haber ganado títulos.

Hasta aquí, simplemente parece un exceso de gallardía y prepotencia de su presidente un señor que, basando su sapiencia en el mundo futbolístico y conjugándolo con una directiva que antepone los euros a la lógica deportiva, al sentido común y sin importarle las restricciones económica que el país se autoimpone a sugerencias/decreto, de su presidente del Gobierno de España Sr. Rodríguez Zapatero. Las virtudes del Sr. Mourinho de todos es sobra conocido, es un entrenador protagonista que arrastra un enorme trauma desde hace algunos años, entrenar al Barça. Ya estuvo en el Camp Nou, pero sólo de segundo entrenador y eso todavía aún le escuece. Posiblemente sea un buen entrenador, aunque lo que verdaderamente ha inclinado la balanza de las preferencias del mandatario blanco hacía él, hayan sido sus bravuconerías, su falta de respeto hacía el rival y por supuesto su amor/odio hacía el conjunto catalán. El es un líder y se considera el mayor protagonista de su equipo, de ahí que tenga que cobrar como el que más de sus jugadores, para que se sepa constantemente quien es el jefe.

El Sr. Florentino Pérez cuando recuperó el mandato a principio de la temporada pasada, lo hizo con un único objetivo, “terminar con la hegemonía del Barcelona en los últimos años”. Se gastó un dineral (como en él es costumbre, cada vez que ha ocupado el sillón presidencial), en fichar a los “mejores” jugadores del mundo, hizo lo propio con el entrenador, aunque el Madrid cambia de entrenador todos los años, los reunió a todos en el Santiago Bernabeu con una sola consigna, ganar títulos. Pero claro, un equipo de fútbol son once jugadores, tienen que tener un sistema de juego basado en la conjunción de ésos jugadores y con un entrenador que les guíe a través de un conocimiento de las cualidades de los mismos. Si en el primer año y cuando ya empiezan a carburar como equipo, les cambias al entrenador y por supuesto el sistema de juego, difícilmente consigas la hegemonía que buscabas para lograr las victorias y los éxitos que prometiste a tu electorado. A eso hay que añadirle, la poca relevancia que se le ha dado a todos los jugadores fichados con anterioridad a su mandato, unos han sido cedido a otros equipos donde actualmente están triunfando, y el resto a chupar banquillo esperando recibir ofertas por ellos.

El despido de Pellegrini solo ha costado al club 5 millones de euros, o sea 15.000€ diarios todo el año y su defenestración como entrenador del Real Madrid, estaba cantada desde hace mucho tiempo, la misma prensa madridista (siempre tan neutral) no lo aceptó desde un principio, a ello se unió el fracaso de la Copa del Rey y el no pasar de cuartos de final en la Copa de Europa. A su favor tenía que era un señor educado y que no faltaba nunca al respeto al rival, en lo sucesivo y con el entrenador entrante quizá lo echemos a faltar, aunque posiblemente eso es lo que se busque. Y para colmo le faltó reconocer y además decirlo en público en los últimos días, que el Barça era el mejor equipo del mundo, eso fue la puntilla que culminó su año en el club.

Aunque lo más duro de digerir en estos tiempos de profunda crisis, es en el dinero que los clubes destinan a “invertir” en la compra de jugadores o entrenadores como en éste caso. Yo me pongo en el caso de una familia, como ahora hay muchas, que cobran el salario mínimo de 624 €, o peor aún, que están en el paro y se les ha acabado la prestación. ¿Qué opinión pueden tener de tal dispendio monetario? ¿Seguirán siendo forofos de sus clubs, asistirán a los estadios? y si no lo hacen quien correrá con los gastos para pagar a estos protagonistas del balompié. Por ello pienso que el Gobierno de España tendría que tomar medidas en estos despilfarros y no limitarse a congelar los salarios de los jubilados y reducírselo a los funcionarios, porque dan con ello la impresión, que son los únicos culpables de esta anómala situación o por el contrario que son a los únicos que controlan a través de sus nóminas. No se que % se les deducirá de sus ingresos a estos señores para el heraldo público, pero imagino que inferior a lo que debiera por su exageración. Pero controlándolos más, posiblemente evitaríamos que malgastasen el dinero por lo fácil que lo ganan y que no hicieran alarde de sus riquezas, como asistir a un entrenamiento con helicóptero.

A pesar de ello le deseo los mejores éxitos deportivos al Real Madrid, tengo familia y grandes amigos aficionados a éste gran club, que ninguna culpa tiene de la ineficacia de sus dirigentes.

sábado, 29 de mayo de 2010

EL SEXTO CUMPLEAÑOS DE PAU

No descubro nada nuevo al constatar aquí que la percepción del tiempo es cambiante: a más viejos, más deprisa, casi vertiginosamente, se nos antoja que pasa; y sin embargo, a más jóvenes, y qué decir ya de la infancia, acostumbra a transcurrir con una lentitud que llega a impacientar. Quizá por eso muy raramente se le oirá decir a un viejo "me aburro", esa expresión tan común en edades tempranas. Y es que a partir de ciertas edades adquirimos una conciencia clarísima de que la vida tiene fecha de caducidad y nosotros, si es que no la hemos rebasado ya sin enterarnos, debemos de andar raspándola. Así que cada minuto, cada presencia, cada risa, cada paisaje, cada página de libro, cada atardecer, cada aleteo de pájaro, cada nueva luna llena, cada inesperado chaparrón rematado por la gloria total de un arco iris, se convierten en valiosos tesoros.
Lo que pasa es que en esta percepción, como en todo, se mezclan los matices propios del carácter de cada cual. Y hay quien se empeña en vivir su propia vejez solo como una etapa de reposo conquistado a pulso tras largos años de vida laboral; y se autocoloca fronteras y limitaciones, se va cerrando puertas y constriñendo espacios, se empecina en negarse a cualquier cambio que signifique aventurarse en lo novedoso, en lo desconocido y no digamos ya en lo arriesgado. Hay quien no sabe afrontar cada nuevo despertar de otra manera que quejándose de algo: del insomnio que le ha impedido descansar, del dolor de artrosis que le ha desvelado de madrugada, del mosquito que no ha parado de zumbar destruyendo su tranquilidad, de la jaqueca que le amenaza de buena mañana porque está nublado y hay bajas presiones, del cansancio muscular que le producen los primeros calores del año. Son "personas-Jeremías" que sin ser conscientes de ello se autovampirizan, neutralizando y abortando cualquier posible conato de alegría y felicidad. Y que, como consecuencia directa de su actitud, viven acobardadas y a la defensiva en una perpetua situación de miedo, de desconfianza y de prevención.
Curiosamente son éstas las personas que más se suelen obsesionar por su salud, por su batería de pastillas y su galería de médicos con que afanosamente buscan la forma de prolongar sus vidas lo más posible. Y uno no puede evitar preguntarse: ¿para qué, si en realidad nunca se han atrevido a disfrutarlas plenamente, si siempre han vivido atemorizadas vaticinando catástrofes, acumulando resquemores, pasando factura eterna de viejos agravios reales o imaginarios, sin determinarse jamás a hacer algo irresponsable, loco y rabiosamente divertido de lo que no hayan calculado y medido las posibles consecuencias?
Si os fijáis, las personas más amargadas no suelen ser las que más verdaderos motivos tienen para estarlo. Hay quienes, habiendo sufrido sobre sus carnes y su alma todos los golpes, cataclismos y derrumbamientos imaginables, han sabido conservar la capacidad de volver a ilusionarse por la vida, de emocionarse con las pequeñas cosas de todos los días, y sobre todo de seguir creyendo, contra viento y marea, en el ser humano. Porque, oírme, tiene que ser muy triste y muy jodido vivir esperando siempre de los demás un sarmentazo. Es mucho menos doloroso (os lo aseguro) creer que la gente, por naturaleza, no es tan mala como cuentan y cuando te den el sarmentazo, que por descontado te lo dan, tomártelo con filosofía y, en cuanto recuperes las fuerzas, con su mijita de sentido del humor también.
Aunque es cierto que para vivir, a partir de ciertas edades, es imprescindible echarle muchas ganas. Porque miras el tapiz de tus amigos, tejido a base de años de complicidades, y lo encuentras cuajado ya de agujeros, apolillado de ausencias definitivas. Porque sigues mirando a los/as amigos/as vivos/as, y ves que quienes más ríen, y más se implican, y más arriman el hombro, y más optimismo y apoyo transmiten y reparten son justamente aquellos a quienes la vida ha golpeado y sigue golpeando sin piedad. Porque piensas en el año en “blanco” que pasé en mi trabajo, debido a la incompetencia y a los celos profesionales de un directivo, que no merecía ni siquiera estar en nómina. Y lo peor no fue lo que yo sufrí con mi enfermedad, lo peor fue lo que le hice pasar a los míos con la situación que se planteo con mi baja laboral y la repercusión que podría haber tenido. Y piensas entonces que si has sobrevivido a todo eso, es por que sigues haciendo falta aquí para seguir ayudando a los tuyos.
Es entonces cuando te das cuenta de que sí, de que siempre quedan faenas pendientes. Por ejemplo, traspasarle el testigo de la alegría de vivir a mis nietos Pau, David y Xavi. Pau ya está hecho un hombrecito, próximamente cumplirá los seis añitos. Así que el domingo que viene, qué queréis que os diga, por mí ya pueden venirse abajo el Gobierno central, y el autonómico y el municipal y hasta el norteamericano, que yo tengo algo más importante a lo que dedicarme. Por supuesto, a celebrar el sexto cumpleaños de Pau como es menester celebrarlo. Los demás cuando llegue el día, y todo lo demás, que espere.

jueves, 20 de mayo de 2010

FUNCIONARIOS Y JUBILADOS.

Antes que nada he de decir que yo no soy funcionario, aunque si tengo familia y amigos que lo son, pero no de los que se van a desayunar y después a hacer la compra en su horario laboral, ni de los que están tras una ventanilla con cara de perro atendiendo un negociado (que alguno hay). Soy familia de los que hacen su trabajo (mejor o peor), de los que se han pasado estudiando muchos años lejos de su familia para mejorar su situación laboral, que no tienen horario y con una disposición al cien por cien, que algunos viven separados de su familia desde hace varios años (alguno con hijos pequeños) por temas de destino y ahora la factura de la crisis quieren que la paguen ellos.
Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con su sueldo, miles de paletos de eructo y puti-club, montaban una constructora y acopiaban billetes de 500 euros; los jóvenes dejaban de estudiar, llevaban coches preciosos, y la expresión más normal era « ¿los funcionarios?, ¡unos pringaos, hombre!».
«España va bien» se decía mientras unos celebraban sus ganancias entre los cubatas y rayas de coca, y otros han gastado sus mejores años junto a un café cargado, un flexo y un temario de oposiciones.
Si hay alguien en España que no se haya beneficiado del auge económico son los funcionarios. Ellos no han sido quienes han dado préstamos sin garantías, ellos no han hecho obras faraónicas para arruinar a un Ayuntamiento, o una millonada con la memoria histórica, es mejor tener dinero para los vivos y dejar a los muertos descansar en paz.
De mi colectivo yo no voy a opinar, los jubilados somos los grandes olvidados por todos y no es un tópico. Somos aquellos que en su día contribuimos para conseguir el bienestar de España y de sus patronos, ahora ya no somos necesarios casi para nadie, nos hemos convertido en una clase pasiva y nuestro futuro es el hoy y nuestro gobierno nos recuerda que quizá ya no exista el mañana, para que queremos preocuparnos entonces.
El gobierno que tenemos, y que quizá sea el que nos merecemos, nuestra clase política (sea del color que sea) nos ha llevado a esto, y quitarles un 15% a éstos les da igual, pero un 3% a un sueldo de 800 euros sí se nota.
Los jubilados y los pringaos funcionarios colaboraremos en salvar la crisis, solo espero que los mandatarios recuperen la razón y los jóvenes de hoy tengan un buen futuro mañana, que nos les pase como a nosotros los jubilados de hoy.

miércoles, 28 de abril de 2010

¡QUE FÁCIL ES GUARDAR LAS APARIENCIAS!

No es fácil trazar un semblante certero, incluso superficial, de una persona. Hay quienes comparten sus vidas durante años y no llegan a conocerse más allá de la cocina. El conocimiento personal requiere de grandes dosis de atención. A pesar de que el refranero nos hable de que no hay hombre ni flor que no cobre a la tarde su color, hay maestros en el arte del disimulo capaces de llevar a error al observador más perspicaz. Nos advierte de ello la escritora Mercedes Salisachs cuando al discurrir sobre la precariedad de las relaciones amistosas destaca hasta qué punto el ser humano puede disfrazar sus sentimientos aparentemente honestos mientras bordea el crimen. Por ello si enfatizando el adjetivo simpático, por poner un ejemplo, se pretende con ello una calificación global en positivo de alguien, siempre me digo, buen comienzo, pero según para qué no obviemos nunca indagar si tras la encantadora flor se oculta la aviesa espina. Aparte de la gente que aparenta a conciencia lo que no es, está aquella que carente de criterio es como la veleta que dirige el viento. Ni a los unos ni a los otros hay que darles valor alguno, y cuanto más lejos los tengamos mejor. Aunque los de la primera especie son sin duda los peores, ojo con los de la segunda. A lo tonto a lo tonto hay quien puede partirte la vida en dos. Con razón me confesaba hace años un agricultor de mi pueblo que nada quería con los que cada vez le venían de una forma. Entre los carentes de criterio, aunque excepcionalmente pueda haberlos inteligentes, predominan los de mente confusa o insuficiente, aquellos de los que solemos decir que no tienen dos dedos de frente. Y por supuesto, de sentido común. De lo que dicen, lo dicho, ni caso. Pero si traspasan el umbral de las palabras, de lo que hacen o puedan hacer, ¡ojo!, que tampoco para ellos hay vacuna contra la maldad. Cuando ésta y la locura se dan la mano, la mezcla puede ser explosiva. No hay más que pensar, por poner casos extremos, en algunos tiranos y asesinos en serie, monstruos de ayer y de hoy que están en el imaginario colectivo como paradigma de la maldad humana.
Volviendo al ámbito de las apariencias habremos de convenir que el mismo comparte espacio con el de la mentira, pues igual miente quien niega la verdad que quien la disfraza. Una variante muy en boga de lo que hablamos consiste en solemnizar lo trivial para hacerlo pasar, así revestido, por sustancial, estrategia de excelentes resultados que sitúa en los primeros puestos de la escala de valores de algunos toda una sarta de banalidades, dimes y diretes y prosaicos intereses. Hay políticos que con uno u otro grado o matiz recurren con frecuencia a esta práctica. Un ejemplo de ello sería la adopción de la misma actitud solemne al tratar públicamente los asuntos de interés general que los de índole particular propios de la lucha política partidista. Tanto en este supuesto como en el anterior la conclusión que cabe sacar es la siguiente: o sus protagonistas mienten o en el fondo les importa un bledo aquello de que hablan. En definitiva, pose, teatro y pantomima.
Llegados a este punto cualquiera podría cuestionarnos sobre la dificultad de conocer a los demás si apenas nos conocemos a nosotros mismos. Esto es en parte cierto, pero es también una excusa para evitar complicarnos la cabeza porque no nos gusta lo que vemos y no tenemos fuerza o no queremos luchar por lo que podríamos o nos gustaría ser. Si realmente queremos saber, además de prestar atención a los hechos y a las palabras, debemos dedicar, aunque sólo sea de vez en cuando, media horita a pensar. Por último, y teniendo en cuenta que podemos equivocarnos, salvo con la falsedad perversa e inmisericorde, seamos siempre prudentes y tolerantes en nuestras valoraciones de los demás.

domingo, 25 de abril de 2010

HAY QUE VER LO QUE TE QUIERO...

*Para Antonia, mi esposa en el día de nuestro aniversario de bodas.
25 de Abril de 1971, 25 de Abril de 2010

Que ágil se desliza la pluma
cuando la guía mi corazón,
sin improvisar frase alguna
y sin utilizar la imaginación.

Bastará con seleccionar
todos los pensamientos,
pues la mayor verdad
la inspiran mis sentimientos.

Ya casi está amaneciendo…
una noche más que no he podido dormir,
miro al lado de mi cama y tú no estás
cada vez me es más difícil estar sin ti,
no se qué me pasa, pero cada vez me pasa más
treinta y nueve años de casados hoy cumplimos,
y solo con tenerte a mi lado yo ya soy feliz.

Me encanta mirarte cuando a mi lado tú duermes
me siento más arropado cuando a mi lado tú estás,
con sentirte respirar yo ya me siento bien y soy feliz
porque luego en tu despertar tu bien te ocupas de mi.

Hay que ver lo que te quiero…
Necesito tenerte siempre conmigo y estar juntos los dos
que estés pendiente de mi, de lo que como, de donde voy,
de con quien, si llevo el teléfono y de cuanto voy a tardar.
Tú siempre me preparas la ropa adecuada a la ocasión
te preocupas tanto por mí que te olvidas un poco de ti,
y yo necesito siempre eso, como también necesito de tus besos.

Porque siempre necesitaré de tus besos, del de ayer, el de hoy y el de mañana.
ese beso que me das cuando me marcho y cuando regreso,
el mismo que me dabas ayer cuando llegaba tarde a casa
cansado y con muchísimos problemas en el trabajo,
tú siempre me recibías con los brazo abiertos, me mirabas y comprendías,
me ayudabas y me sigues ayudando, me oyes y sobre todo me escuchas,
y eso cariño mío, siempre se agradece y aclara mis dudas.

Hay que ver lo que te quiero…
Porque amor mío el día a día no siempre es fácil
y nosotros estamos al principio de nuestro amor,
¡¡ Si solamente llevamos treinta y nueve años de casados!!
cinco de novios, de los de antes, y si no estuviéramos ya casados,
ahora sería un buen momento para frente al altar repetir: ¡Te quiero!

Aún me parece escuchar la voz del sacerdote que oficiaba
nuestro enlace: -“Que sigáis siendo novios hasta que seáis abuelos”.
Fruto de nuestros dos queridos hijos ya tenemos tres preciosos nietos,
hemos seguido su consejo y para mi todos me sois imprescindibles,
seguimos siendo novios, somos abuelos y tú mi única novia, la primera...

Y eso que lo nuestro no ha sido precisamente un camino de rosas,
hemos compartido dificultades y también enfermedades,
pero eso sí, siempre las hemos afrontado con amor y entereza,
con preocupación eso sí, pero sin demostrar ninguna flaqueza,
¡¡Cuantas horas juntos en la consulta del hospital y salas de espera!!
tú con tus pensamientos, yo con los míos, nuestros hijos con los de los dos,
pero al final el amor mueve montañas… Aquí estamos y para siempre juntos los dos.

Hay que ver lo que te quiero…
Cuando te conocí con tus dieciocho años, para mi eras la mujer más bella que jamás yo nunca me hubiese imaginado,
hoy y después de cuarenta años mantienes la belleza de los sesenta,
aunque tu mayor belleza es tu belleza interna, esa es la que más derrochas,
la derrochas en todas las ocasiones con "tu siempre saber estar"
porque tienes esa gracia y ese señorío que te hacen distinta a las demás.

viernes, 16 de abril de 2010

UN DÍA CUALQUIERA DE UN AÑO CUALQUIERA...

En una casa cualquiera
de una población cualquiera,
un día cualquiera
de un año cualquiera,
sobre una cama cualquiera,
yace una mujer cualquiera.

Una mujer que no duerme;
(no descansa):
sembrados de lagrimas
sus ojos abiertos,
dolorido su cuerpo,
sus sentidos despiertos
por ese ser que, muy pronto,
va a surgir de sus entrañas.

Una mujer cuyo rostro,
bañado es, por un río
caudaloso, de sudor frío,
helado como la muerte
más, dulce; ¡muy dulce!
como la vida que lo origina
y grande, ¡muy grande!
como el alma que lo vierte.

Ella aprieta fuertemente
(con sus manos),
las manos de un hombre
(que es su hombre),
un hombre, también, cualquiera,
por mitigar el dolor
que, de su cuerpo, hace presa.

El la mira con ternura;
con unos ojos inyectados de emoción.
Acaricia su despeinada cabellera
y pronuncia unas palabras con dulzura,
una frase, una oración cualquiera.

Ella siente que la vida se le va;
que el fantasma de la muerte
se la lleva.

¡Es tan grande el dolor!
¡Es tan grande!
Más, la vida no se va:
la vida llega.

La vida llega con dolor y llanto.
¡La vida llega!
y el dolor aquel, sentido,
se transforma, de repente,
en satisfacción, alegría plena.

En una casa cualquiera
de una población cualquiera,
un día cualquiera
de un año cualquiera,
sobre una cama cualquiera,
llega al mundo un ser cualquiera.

¡Un ser cualquiera!
Fruto de un amor y de una entrega;
de la unión de dos semillas
en la misma fértil tierra.

Cosecha de dos labriegos
que, con sonrisas, sembraron
un huerto entre las estrellas
y el huerto correspondióles
con trigo para la siega.

jueves, 15 de abril de 2010

MI VIDA ES COMO UN BONITO TREN...

Mi vida es como un bonito tren
que presume de origen y destino,
con bastantes paradas intermedias
que hacen más alegre el camino.

Tiene algunos vagones de lujo
los cuales me hacen disfrutar,
son mis ilusiones y mis sueños
que hacen que pierda la realidad.

También tiene vagones pobres
tiene de segunda y de tercera,
donde la gente es más noble
más sencilla y es más sincera.

Mi vida es como un bonito tren
que va cumpliendo destinos,
y va recorriendo estaciones
que se quedan en los caminos.

Estaciones que son triunfos
otras que son de esperanza,
de ilusiones y de sueños
y sobre todo de añoranza.

Mi vida es como un bonito tren
de sentimientos y mucho amor,
y camina movido por los latidos
que le va trasmitiendo mi corazón.

Un corazón que se usa
de una forma diferente,
para mover este mi tren
haciendo feliz a la gente.

Esa gente que espera en el andén
en la estación de mis sueños,
luego se van montando en mi tren
compartiendo mis anhelos.

Esa gente que me hacen
el viaje más divertido,
viviendo toda mi vida
buscando lo positivo.

Mi vida es como un bonito tren
y presume de origen y destinos,
porque quiero seguir en la vida
viajando por todos los caminos.

Mi vida es como un bonito tren
con una noria y alguna ruleta,
tiene todo lo que pensaba tener
contigo tengo la vida perfecta.

Mi vida junto a ti es como un canasto
que entre tú y yo tendremos que tejer,
ya llevamos cuarenta años de adelanto
y eso ya jamás lo llegaremos a perder.

Mi vida posiblemente sean muchas más cosas
o quizás sin haberte conocido, yo no sería nada,
mi vida para mi es como un jardín de rosas
donde para mi tú siempre serás la más destacada.

miércoles, 14 de abril de 2010

TRES "HORRIBLES" DÍAS EN EL POZO.

<El joven polaco rescatado tras pasar 72 horas atrapado en un aljibe por intentar salvar a su gata afirma que lo pasó fatal y que pensó que no saldría




Exhausto, con visibles síntomas de debilidad y con el cuerpo repleto de arañazos, pero con el consuelo de haber salido sano y salvo después de pasar tres días en el interior de un pozo a oscuras, sin alimentos y con el agua hasta las caderas. Y, sobre todo, con la satisfacción de tener junto a él a su mascota, una gata negra de intensos ojos verdes a la que intentó rescatar antes de caer en el interior del aljibe del que, en muchos momentos, llegó a pensar que no saldría.
Este es el aspecto que presentaba ayer Wojtek, un joven polaco de 29 años residente en Benitatxell, que fue rescatado el pasado domingo del interior de un estrecho pozo tras permanecer en él desde la tarde del jueves. Aquel día, el hombre descubrió que uno de los seis animales que residen con él en su casa de campo, en concreto una gata, se había caído en un pozo interior de seis metros de profundidad y que, por fortuna para ambos, ahora sólo contenía poco más de un metro de agua. El animal no podía trepar ni subir a la superficie y Wojtek intentó rescatarlo con el mismo cubo que le sirve para extraer el agua. Al ver que era prácticamente imposible "pescar" a la gata, el joven optó por hacer varios nudos en esa cuerda e introducirse en el pozo para rescatar por sí mismo al animal. Una vez dentro, la cuerda se rompió. Y ahí comenzó el calvario.
"Lo he pasado muy mal, estoy muy cansado y sólo quiero descansar y que pase todo". Estas fueron las únicas palabras que atinó a decir Wojtek ayer, tras ser dado de alta del hospital de Denia al que fue trasladado el domingo para realizarle un chequeo con el que comprobar las consecuencias de haber pasado tres "horribles" días de desesperación, sin ingerir alimentos y con el agua del pozo como único recurso que echarse a la boca. Con él se encontraban su hermana, su cuñado y su sobrina, quienes acudieron a visitarle tras ser informados de lo ocurrido y que ayer no paraban de repetir, a pesar de su escaso dominio del español, que había sido "un gran susto".

Miedo y desesperación
Miedo y desesperación son las dos palabras que mejor definen las 72 horas que este joven pasó en el interior del pozo. Abrazado a su gata para darle calor y evitar que se ahogara, pensó en muchos momentos que no saldría, según relató a los sanitarios que le prestaron los primeros auxilios nada más ser rescatado. Estaba solo en la casa, no tenía medios para avisar a nadie y era poco probable que los vecinos, incluso los de las viviendas más cercanas a su finca, pudieran oírle, al estar dentro de un aljibe interior de la vivienda 280 de la partida rural Benicambra de Benitatxell. De hecho, como ayer pudo contrastar este medio a través de numerosos vecinos de las fincas colindantes, nadie oyó ni notó nada raro que pudiera ponerles en alerta. Ni siquiera las decenas de extranjeros que acuden diariamente, y de blanco inmaculado, a jugar a la petanca al "Benitachell Bowls Club" que hay situado justo enfrente de la vivienda. Ninguno escuchó sus gritos. Tampoco los británicos que viven junto a este club deportivo, ni el español cuya casa está situada a pocos metros de la de Wojtek y a la que se accede a través de un largo camino que bordea toda la parte trasera de la finca en la que vive el joven polaco.
Pero finalmente tuvo suerte, ya que su ausencia durante tantos días logró alertar a los vecinos de dos casas más abajo, concretamente la que tiene por número el 265, que fueron quienes dieron la voz de alarma. Al parecer, según relataron otros vecinos ayer tras haber tenido conocimiento del rescate, fueron los propietarios de esta vivienda -que suelen ver diariamente al joven- los que se extrañaron de no saber de él durante tantos días seguidos. Tanto ellos como fuentes de la Guardia Civil y los Bomberos que actuaron en el rescate indicaron que, temiendo que pudiera haberle ocurrido algo a Wojtek, este vecino decidió entrar en la finca el domingo a media tarde y, una vez allí, oyó los gritos de auxilio del joven y descubrió que se encontraba en el pozo.

"La muerte se le tuvo que representar de forma muy poderosa"
El psicoanalista Óscar Ventura radiografió ayer las sensaciones que tuvo que vivir el joven mientras permaneció en el pozo y aseguró que tuvo que lidiar tanto con el miedo a la muerte como con la esperanza de ser rescatado sano y salvo. "Seguro que tuvo momentos de angustia en los que la muerte se le representó de manera muy poderosa. Pero para sustentarse tanto tiempo estoy convencido de que mantuvo la ilusión a ser rescatado", explicó. Ventura destacó que sus "recursos psíquicos le han funcionado" y le han permitido salvar la vida en una situación "en la que otra persona podría haber muerto". "Cada persona es diferente y responde de manera distinta ante el sufrimiento. Este chico ha demostrado fortaleza mental y entereza", agregó. Un buen ejemplo de ello, según el psicoanalista, es que el joven "no hizo ningún acto desesperado que le debilitara". A. FERNÁNDEZ.

Llegó a pensar en comerse a la gata
Una sanitaria que le prestó los primeros auxilios relata que les sorprendió por su valor y fortaleza


"Estaba tan desesperado que nos llegó a decir que hasta se le había pasado por la cabeza comerse a la gata si no lo encontraban pronto. Lo ha tenido que pasar fatal, pero nos sorprendió por su valor y fortaleza". Así explicó ayer Nora, una sanitaria de la Asociación de Amigos Europeos de Xàbia, el estado en el que se encontraron al joven de Benitatxell al acceder a su vivienda para prestarle los primeros auxilios después del rescate y para trasladarlo en una de sus ambulancias hasta el hospital de Denia, después de haber sido evaluado in situ por el Samu.
Aún sorprendida por lo ocurrido y lo "raro" del suceso, esta sanitaria recordaba ayer que, entre las palabras que pudieron intercambiar con él durante la tarde del domingo, incluso antes de ser sacado del pozo, Wojtek les explicó el cariño que siente por sus mascotas: "Nos dijo que él lo daba todo por sus animales y que por eso se había metido en el pozo, incluso jugándose la vida". También les contó cómo había pasado las 72 horas que vivió atrapado dentro del aljibe, unas palabras con las que se entiende perfectamente que ahora su cara, cuello, tronco y brazos estén llenos de arañazos que le provocó el animal por cuya vida puso en peligro la suya propia: "Nos dijo que había estado abrazado a la gata todo el tiempo para darle calor y para que no se ahogara, que se la había metido dentro de la camisa porque estaba muy asustada y tenía frío, y que el animal estaba mojado y a veces se le resbalaba, y que por eso le arañó tanto".
A pesar de las magulladuras exteriores, el joven se encontraba en "bastante mejor estado" del que los sanitarios esperaban. Con mucho hambre y con los pies y las piernas "muy blancos y dañados" por haber estado dentro del agua durante tres días, presentaba "síntomas de hipotermia y estaba un poco desorientado. Habíamos pensado que quizá podría tener neumonía o algo así, pero estaba bastante bien para las circunstancias que había vivido y sólo requirió de un suero y algún cuidado más dentro de lo habitual", manifestó la sanitaria.
Por último, recordó que tanto a ella como a su compañero Pepe les llamó la atención "el valor que tuvo para meterse dentro del pozo sin avisar a nadie" y la "gran suerte de que un vecino le escuchara". Según palabras de Nora, "el aljibe está dentro de la casa, en un sitio muy oscuro y con el impedimento de que apenas se le podía oír desde el exterior. También nos dijo que al principio, tras romperse la cuerda, intentó escalar, pero le fue imposible, y por eso tuvo que esperar a que alguien le oyera". El rescate, primero del gato y después de Wojtek, fue "muy rápido", lo que para esta joven, "también ayudó a que todo acabara bien">>.

Esta noticia figuraba ayer día 13 de abril en la portada del diario Información de Alicante y está reproducida literalmente.
Aparentemente la noticia no tiene nada de extraordinaria si exceptuamos la aventura que corrió Woitek para salvar a su mascota. Lo que ocurre es que a poco que profundicemos en el tema surgen (o al menos a mí me surgen) varias preguntas.

¿No había otra noticia más importante para la portada de dicho periódico ese día? Estamos inmersos en una muy grave crisis, donde el paro se incrementa día tras día, donde cada día hay más familias que no llegan con su salario, ayuda o prestaciones a fin de mes, tenemos el problema de la inseguridad ciudadana, agravado en estos momentos por la falta de trabajo y el exceso de inmigrantes. Por todo ello no comprendo la inclusión de esta noticia (a todo color con el salvador y su gata) en la portada de dicho periódico.
También cabe la posibilidad, (intento defender la postura del periódico) que ésta si sea la noticia, ya que el resto y por su constante proliferación en los medios, ya no sea noticia. Supongo que más bien será eso.

2ª ¿Por qué no midió este señor los riesgos antes?
Bueno yo la verdad es que les tengo mucho cariño a los animales de compañía, pero mucho más a mi familia, lo que me lleva a sospesar primero los riesgos con el fin de no perjudicar con mi actitud a los míos.

3ª ¿Si tanto le importaba su gata, como se le pasa por la imaginación comérsela?Ello nos lleva a pensar que en un estado claro de supervivencia, no existen los amigos ni mucho menos las mascotas.
¡¡¡Primero yo y luego lo que venga!!!