domingo, 25 de abril de 2010

HAY QUE VER LO QUE TE QUIERO...

*Para Antonia, mi esposa en el día de nuestro aniversario de bodas.
25 de Abril de 1971, 25 de Abril de 2010

Que ágil se desliza la pluma
cuando la guía mi corazón,
sin improvisar frase alguna
y sin utilizar la imaginación.

Bastará con seleccionar
todos los pensamientos,
pues la mayor verdad
la inspiran mis sentimientos.

Ya casi está amaneciendo…
una noche más que no he podido dormir,
miro al lado de mi cama y tú no estás
cada vez me es más difícil estar sin ti,
no se qué me pasa, pero cada vez me pasa más
treinta y nueve años de casados hoy cumplimos,
y solo con tenerte a mi lado yo ya soy feliz.

Me encanta mirarte cuando a mi lado tú duermes
me siento más arropado cuando a mi lado tú estás,
con sentirte respirar yo ya me siento bien y soy feliz
porque luego en tu despertar tu bien te ocupas de mi.

Hay que ver lo que te quiero…
Necesito tenerte siempre conmigo y estar juntos los dos
que estés pendiente de mi, de lo que como, de donde voy,
de con quien, si llevo el teléfono y de cuanto voy a tardar.
Tú siempre me preparas la ropa adecuada a la ocasión
te preocupas tanto por mí que te olvidas un poco de ti,
y yo necesito siempre eso, como también necesito de tus besos.

Porque siempre necesitaré de tus besos, del de ayer, el de hoy y el de mañana.
ese beso que me das cuando me marcho y cuando regreso,
el mismo que me dabas ayer cuando llegaba tarde a casa
cansado y con muchísimos problemas en el trabajo,
tú siempre me recibías con los brazo abiertos, me mirabas y comprendías,
me ayudabas y me sigues ayudando, me oyes y sobre todo me escuchas,
y eso cariño mío, siempre se agradece y aclara mis dudas.

Hay que ver lo que te quiero…
Porque amor mío el día a día no siempre es fácil
y nosotros estamos al principio de nuestro amor,
¡¡ Si solamente llevamos treinta y nueve años de casados!!
cinco de novios, de los de antes, y si no estuviéramos ya casados,
ahora sería un buen momento para frente al altar repetir: ¡Te quiero!

Aún me parece escuchar la voz del sacerdote que oficiaba
nuestro enlace: -“Que sigáis siendo novios hasta que seáis abuelos”.
Fruto de nuestros dos queridos hijos ya tenemos tres preciosos nietos,
hemos seguido su consejo y para mi todos me sois imprescindibles,
seguimos siendo novios, somos abuelos y tú mi única novia, la primera...

Y eso que lo nuestro no ha sido precisamente un camino de rosas,
hemos compartido dificultades y también enfermedades,
pero eso sí, siempre las hemos afrontado con amor y entereza,
con preocupación eso sí, pero sin demostrar ninguna flaqueza,
¡¡Cuantas horas juntos en la consulta del hospital y salas de espera!!
tú con tus pensamientos, yo con los míos, nuestros hijos con los de los dos,
pero al final el amor mueve montañas… Aquí estamos y para siempre juntos los dos.

Hay que ver lo que te quiero…
Cuando te conocí con tus dieciocho años, para mi eras la mujer más bella que jamás yo nunca me hubiese imaginado,
hoy y después de cuarenta años mantienes la belleza de los sesenta,
aunque tu mayor belleza es tu belleza interna, esa es la que más derrochas,
la derrochas en todas las ocasiones con "tu siempre saber estar"
porque tienes esa gracia y ese señorío que te hacen distinta a las demás.

1 comentario:

Ana dijo...

Que bonito, cuanta delicadeza exteriorizan sus sentimientos. Cuanta sensibilidad expone en sus pensamientos, que contenta tiene que estar su esposa con alguien como usted que constantemente le dice lo que la quiere. Enhorabuena por lo claro y sencillo que escribe, que fácil debe de ser sentirse amada por alguien que continuamente le dice lo que la quiere.
Ana