sábado, 27 de noviembre de 2010

NO VIVAS DEL PASADO.

¿Para qué vivir del pasado
si no puedes modificarlo?
El ayer, hoy ya es anticuado,
¿de qué vale recordarlo?

No puedes cambiar tu pasado
pero sí puedes cambiar tu futuro.
Si antes te has equivocado,
cámbiate al camino seguro.

De decisiones que has tomado
deberás hacerte cargo.
Si quizá lo perdiste todo,
piensa en lo que has ganado.

Quizás no puedas recuperarlo,
pero la experiencia ha quedado.
Valora lo mucho que aprendiste.
Y si estás vivo, te quedó algo.

No puedes regresar al pasado
pero hoy viajas al futuro,
podrás cambiar lo que vendrá,
pero regresar... mucho lo dudo.

Si lo que viene es confuso
deja tus miedos anclados.
Navega hacia un buen rumbo,
de océanos inexplorados.

No podrás volver atrás.
No pases la vida añorando.
La arena de tu reloj
ya ha caído del otro lado.

Si recuerdos superan proyectos
es que la vejez te ha llegado.
Mira adelante, no atrás.
Pues lo pasado ya es pasado.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

OTRA VIOLENCIA DE GÉNERO Y YA VAN...

Antes de matarla, la amenazó...Con matarla. Antes de eso le dio mil palizas. Eso fue antes. Mucho antes le dio un puñetazo, y antes un tortazo de nada. Antes la había amenazado con el puño y antes había golpeado la pared como si la pared fuera ella. Antes había dado un millón de gritos, y antes la insultó delante de los niños. Pero antes pasaron más cosas". "Antes le dijo: ¿quién te crees que eres? y antes de eso, pareces tonta y antes ni se fijó en que ella lloraba. Eso fue antes. Antes. Antes. Porque antes hubo tantas cosas... ¿Alguna vez te has preguntado en qué momento un hombre deja de ser hombre?"
Esta es una de las ideas básicas contra los malos tratos a mujeres del Instituto de la Mujer.
Este año asistimos a un triste escenario: la mayoría de las mujeres asesinadas no habían denunciado a sus maltratadores y, por tanto, no habían podido ser protegidas. El silencio es el mejor cómplice de los maltratadores porque les proporciona la total impunidad y una amplia libertad para cometer sus brutales actos. Por ello es tan importante la denuncia de los agresores.
En todas las experiencias que he leído y escuchado de mujeres maltratadas que se atrevieron a denunciarlos cuentan, se ve, se nota el miedo, la soledad de ese momento.
"Mi marido me pega lo normal", es el título de un libro del forense Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. Lorente expone las causas habituales del maltrato del hombre a su mujer ("no tener preparada la comida", "llevarle la contraria", "no estar en casa cuando él llegó o llamó", "quitarle la autoridad ante los hijos u otras personas"...) y el objetivo de las palizas: mantener la autoridad y lograr que ella esté sometida y controlada.
Cada vez que una mujer es asesinada, se comenta la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: que si es positiva o no, que si es poco efectiva, que si falta presupuesto para su aplicación, etc. Echo en falta una crítica a fondo sobre un aspecto que a mí me parece esencial: la sensibilización de la sociedad en contra de la violencia de género.
Los familiares deben denunciar; y los amigos; y los vecinos. Por desgracia sigue estando vigente el error que afirma: son asuntos privados; el denunciar es algo que concierne exclusivamente a la mujer.
Hoy más que nunca es necesaria la complicidad de todos los hombres y mujeres de este país para luchar contra esta violencia. Porque el problema es de todos y no sólo de las víctimas, siendo también de toda la sociedad. Si ante una agresión volvemos la cabeza y callamos, estamos colaborando a crear espacios de impunidad para los agresores y a incrementar el sufrimiento de las víctimas, en su mayoría mujeres pero también de sus hijos e hijas.
En lo que va de año, 63 mujeres y 4 niños y niñas han sido asesinados por violencia machista. Y se calcula que, aproximadamente, 800.000 niños sufren, en su entorno y con gran intensidad, la violencia de género. Estos menores necesitan una protección especial y el apoyo de toda la ciudadanía para salir de la espiral de violencia que sufren, han sufrido o sufrirán.
Sabemos que los niños que crecen en estos hogares padecen secuelas que pueden durarles toda la vida. Disminución del rendimiento escolar, insomnio, pesadillas, fobias, ansiedad, agresividad..., son sólo algunos de los síntomas que presentan los y las menores que han convivido con la violencia de género. Además, el aprendizaje de modelos violentos y roles de género erróneos pueden conducirles a repetir esas conductas, tanto en el papel de víctima como de agresor, con la consiguiente reproducción de la violencia de género.
El pasado mes de abril, el Gobierno promovió destinar un presupuesto específico para la prevención y protección de las víctimas infantiles de la violencia de género y elaboró un protocolo de actuación para las comunidades autónomas, que ahora éstas deben poner en marcha de manera urgente.
Nuestra sociedad, hombres y mujeres, deberíamos mostrar nuestro reconocimiento al coraje y la valentía de tantas mujeres que, día a día, logran superar el miedo y las barreras -psicológicas, sociales, familiares, religiosas- levantadas a lo largo de siglos de dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la Justicia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

CUANTO TE QUIERO, CUANTO TE ADORO.

No se como decirte
todo lo que desatas,
cuando te tengo frente a mi
me quedo sin palabras.

Se que suena imposible
pero es la realidad,
desde que llegaste a mi vida
con tanta intensidad.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi aire para respirar.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi razón, mi todo,
sin ti no podría vivir.

¡¡GRACIAS!!

Quieres oírme llorar,
pero eso no va a pasar,
mis lágrimas ya fueron derramadas;
por un amor,
que nunca fue, y nunca será.

Me tenías atrapado,
en medio del sufrimiento y la soledad,
ya no era nada,
hasta que al fin pude volar.

Por más que intentaste
romper mis alas con mentiras,
ellas no se rompían,
eran más fuertes de lo que tú creías.

De ti,
yo quiero borrar todo,
hasta el recuerdo
de haber sido tu amado.

Gracias:

Por enseñarme que con detalles
no consigues lo que quieres...
Debo de buscar siempre
impresionar así es...
Si tiene poder y dinero
es fácil impresionar a cualquiera...

Es fácil que te sigan...
Es fácil que te caigan...
Y seguirás consiguiendo
más y más que importa el SENTIMIENTO...

Gracias:

Convertiste mi pasado
en una pesadilla
que día tras día
trato de olvidar ...

Hasta en mis sueños
sigue con esa DAGA
cortándome los huesos...
Por que es así...

Ahora
solo sobrevivo
sin poder dormir,
sin poder despertar...

sábado, 20 de noviembre de 2010

¡¡QUIZÁ ES UN MUNDO QUE NO EXISTE!!

Si alguien te dio un cachete
y la otra mejilla pusiste,
o si alguien te hizo un favor
y "muchas gracias" dijiste,
tal vez tú estás viviendo
en un mundo que no existe.

Si encontraste una cartera
y al dueño la devolviste,
si te miraste al espejo
y de ti mismo te reíste,
si en los problemas ajenos
tu jamás te entrometiste...

Si aunque el que te hizo mal
te llamó y tu acudiste,
y las puertas del corazón
nuevamente tú le abriste,
tal vez estarás viviendo
en un mundo que no existe.

Si vale más tu palabra
que lo que firmaste o escribiste,
si das una total garantía
en los productos que vendiste,
si tan solo una sonrisa
cambia tu espíritu triste...

Si aunque tuviste derrotas
en la vida e igual venciste,
si hoy te levantaste temprano
e hiciste lo que debiste,
posiblemente estés viviendo
en un mundo que no existe.

Si el amor es para toda la vida
a pesar de que sufriste,
si sientes amor verdadero
y con los años persiste,
serás feliz aunque vivas
en un mundo que no existe.

ARTE O CULTURA LA POESÍA?

La poesía es arte y cultura,
¿acaso te queda alguna duda?
Cuando estás en honda penumbra
es como una luz que te alumbra,
como lámpara en senda oscura.

Del idioma es la palabra pura,
es imagen de belleza, hermosura,
es desahogo en la triste amargura,
es recompensa de una jornada dura,
es oasis de paz en la bravura.

Yo no desprecio la literatura,
pero la poesía... es arte y cultura,
es respuesta de amor cuando otro insulta,
y a la palabra de odio ella tritura...
mas si critica, lo hace con altura.

Amo el dibujo y amo la escritura,
amo el arte y también la pintura,
amo la música de buena partitura,
me gusta escribir y además la lectura,
pero la poesía... eso sí que es cultura.

El viento se lleva las palabras,
pero estando escritas perduran.
Me agrada lo que el alma murmura,
todo eso que el artista procura,
jamás del arte mi alma se satura.

Dadle al hombre una mirada madura,
dadle una personalidad segura,
agregadle una pizca de locura,
y eliminad de sus palabras censura,
y será poeta, mi fe lo asegura.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ME GUSTARÍA VOLVER...

Me gustaría volver a perder la noción del tiempo y del espacio en plena calle, calles de tierra, con mis amigos de canicas y pedradas, de columpios y vaivenes, de miedos y de colegios de rezo diario. Volver a sentarme en el mismo banco, aquel banco de madera en La Glorieta y comentar con mi pandilla nuestras cosas del día a día, nuestros sueños, nuestras esperanzas. Comenzaba mi pubertad empezando a nacer dentro de mi, sensaciones hasta entonces desconocidas donde un simple roce con alguna de mis amigas, sofocaba la tarde y erizaba todos mis sentidos. Volver al vacío de la soledad, angustioso como todos los vacíos, pero donde te encuentras a ti mismo, frente al espejo (ojalá me mire sin miedo y reconduzca mi camino). Volver a mi inocencia; y ahora sé que no era inocencia sino pureza, era yo, antes de verme enterrado por las experiencias. La vida vivida diluye la esencia de uno y sólo cuando recuperas algo original de ti eres realmente feliz.

Me gustaría volver a cuidar de mi hermana pequeña mientras mi madre trabajaba,compartir con ella juegos, confidencias y sueños de cantantes, intentando imitar a los que entonces estaban de moda. Allí estábamos nosotros subidos a la mesa camilla de nuestra casa, y enfrente estaban sentados en sillas alrededor, nuestros amigos y conocidos, los cuales aplaudían a pesar de que les había costado una peseta la entrada.

Me gustaría volver a colaborar en aquella churrería La Buena Marcha, creo que así se llamaba. Allí acudía todas las mañanas a las siete, me ponía mi delantal blanco, me llenaban la cesta de paquetes de churros y yo me iba a venderlos por las calles voceando el producto, algunos de mis clientes eran los padres de mis compañeros de colegio, sirviendo de desayuno para los mismos. A las ocho y media vuelta a casa, ducha, cambio de ropa y al colegio. Volver a colaborar en las tardes de verano en la heladería El Olivero, despachando los cortes y los “chambis”. Con ello intentaba ayudar a la sostenibilidad del hogar, aprendiendo al mismo tiempo, a saber valorar las pequeñas cosas.

Me gustaría volver a ver a los amigos, a los que están y a los que se marcharon, a compartir con ellos en el bar Eduardo (ya desaparecido, en su lugar hay un Banco) una partida de billar. Amigos de sueños, de esperanzas, de ilusión en el futuro; estaba todo por hacer pero el mundo era nuestro. Como los echo de menos a los que no están y a los que están, pero tristemente lejanos, por el desgaste del tiempo y las ausencias. ¡¡Que sólo me dejaron!!

Me gustaría volver al respeto por las ideas diferentes a las mías, al diálogo. Volver, volveremos a ver caer el muro, ese muro de las dos Españas. España, camisa blanca de mi esperanza, volver.

Me gustaría volver a iniciar el camino de la vida, de mi vida, o al revés, el camino que me volviese a hacer a mí, porque es él el que te hace a ti, te moldea, te renueva, te hace más humilde. Volver a ver la luna iluminando el camino; y es ahí cuando el cielo y la tierra se ven más unidos que nunca, en la oscuridad, donde cualquier piedra parece una estrella y cualquier estrella parece una piedra. Tú estás flotando en medio del infinito, y el mundo que pisas (que parece tan importante) se convierte en un pequeño grano de arena de la gran playa universal. Volver a encontrar a otras personas que caminan como yo, hacía el conocimiento interior. Un viaje de emociones, un viaje de nuevos amigos, amigos de verdad.

Me gustaría volver a pasear tranquilamente por mi pueblo, por sus calles, por sus parques y por sus huertas, y allí sentarme a contemplar los frutos de sus viñas, protegidos por los saquitos de papel. Esa uva Aledo que es la esencia y alma de mi pueblo; sol, tierra, sudor y lágrimas, que han convertido a mis paisanos en hombres y mujeres fuertes que miran a la cara, que no se arrodillan ante nada, que se enfrentan a la vida con pasión, imaginación y trabajo. Y los veré nuevamente crecer, nunca se rendirán. Fueron capaces de levantar un pueblo donde no había nada, donde la naturaleza pasó de largo. ¿Cómo no van a ser capaces ahora de superar las dificultades del camino? Superaremos este bache juntos, como tantas veces lo hemos hecho en la historia, y lo haremos a pesar de los políticos actuales y de su inoperancia.

Me gustaría volver a ver en los jóvenes la ilusión en sus rostros, la emoción por encontrar su primer trabajo, por empezar a construir su independencia, la ilusión de verse útiles, de que la sociedad está con ellos, de que no les abandonamos, porque ¿Cómo vamos a abandonar nuestro futuro?. Volver a mirar las golondrinas, como el poeta, a volar con sus vuelos, a escuchar su música celestial. Sus ecos en la Plaça Vella vuelven cada año, pero muchas primaveras yo estaba sordo; ¡cuantas primaveras perdidas, cuanta nostalgia despreciada! Volver a volar con ellas, volver a disfrutar de su melancolía.

Me gustaría volver para leer cuentos, a dormirme antes que ella o él, a verlos despertar con olor a sueño y biberón, a morder su pies redondos, a comprobar que la felicidad de otro es más que tu propia felicidad. Volver al amor incondicional de mis padres, al amor incondicional a mis hijos. Ahora sólo necesito tiempo, tiempo para volver.

martes, 9 de noviembre de 2010

OTRA CHORRADA, Y YA VAN...

No me resisto a escribir sobre el absurdo. Y lo voy a hacer de forma igualmente absurda ya que creo que la noticia no merece la más mínima atención. No porque considere justa o injusta la nueva ley, no. El motivo por el cual pretendo entretenerme la decisión alfabética de los apellidos es porque me parece una engañifa, una cortina de humo con la que distraer la atención y así conseguir que nosotros, pobre plebe inculta, nos fijemos más en si preferimos arrastrar la estirpe de papá o de mamá, en vez de cabrearnos, por ejemplo, por la congelación de las pensiones.

No hay nada mejor que darle un azucarillo a un caballo reventado de correr para que se olvide del esfuerzo y lama la mano del amo. No creo que los apellidos y el nombre sean lo más importante para definir a las personas. Son los hechos, las acciones, las voluntades, los sentimientos los que nos deben permitir clasificar y conocer a los que nos rodean. El nombre con el que la ley te encasilla hasta que te mueres, e incluso después, es un añadido que nos colocan al nacer, un ornato, un orgullo de progenitores o, en algunos casos, una venganza. Nada más que eso, salvo que lleve parejo bienes y herencias cuantiosas.

En consecuencia, debatir, en mi caso, sobre si Gómez o Tomás, se me antoja una solemne chorrada. Llamándome de una forma u otra, seguiría siendo el mismo. Ahora bien, entiendo que la megalomanía de algunos, la extrema vanidad puede llevar a establecer como ley los espurios deseos de ser recordados por la historia con un determinado patronímico. Pienso que el objetivo no es otro que el de que cuando dentro de una buena pila de años los infantes estudien la gloriosa etapa política que nos está tocando soportar, éstos no se tropiecen con un Pérez o un Rodríguez como grandes caudillos.

Quedará mejor Rubalcaba o Zapatero, títulos que, al fin y al cabo, ambos personajes están tallando con escoplo en la miserable destrucción del país. O quizás sea por todo lo contrario, por enterrar en el olvido del tiempo los nombres con los que se conocieron a tan nefastos rectores públicos, para que así sus descendientes no sufran el rencor generado. Sea por lo que sea, mientras discutimos por necedades obviamos los atropellos de la casta política dominante. Nos están robando la cartera delante de nuestras narices.