jueves, 24 de febrero de 2011

LA HOGUERA DEL AMOR.

Diré que junto a un árbol resplandece una hoguera,
y que estará encendida mañana igual que ayer…
En invierno y otoño, verano y primavera,
arde esa hoguera loca sin que deje de arder.

Le dio sus hojas secas el árbol corpulento;
después, las hojas verdes, y los gajos quizás…
Y aunque es mayor la llama cuando le sopla el viento
no importa si arde pronto, porque ilumina más.

Y no importa si el árbol no tiene flor ni fruto,
porque muere en el sueño de una muerte feliz:
y cuando falten ramas para el fugaz tributo,
convertirá en cenizas su tronco y su raíz.

Más, si alguien no comprende la verdad escondida
en la hoguera implacable y en el árbol sin flor,
yo le diré que el árbol que se quema es mi vida,
y que la hoguera que lo extermina es el amor.

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