viernes, 12 de febrero de 2010

A TI CUPIDO, TE QUIERO PEDIR...

Cupido te voy a pedir una cosa
en este día por mi tan esperado,
a decirle a mí querida esposa
como estoy de ella enamorado.

Haz que la flecha que lance
le llegue hasta su corazón,
y en ellas sepa expresarle
lo grande que es mi amor.

Llevamos más de 40 años enamorados
y hoy queremos celebrar nuestro día,
a pesar de llevar toda la vida casados
parece que fue hoy nuestro primer día

Cupido quiero que le trasmitas
lo que mi corazón siente por ella,
y que siempre tú me permitas
vivir la vida junto a mi estrella.

Esto más que amor es sensación de ansia
e impotencia cuando no puedo abrazarla,
cuando de mi se aleja o se distancia
cuando está lejos y no puedo besarla.

Y aunque siempre estoy pensando en ella
con el pensamiento y con el corazón,
veinticuatro horas al día no hacen mella
la sola idea de verla aumenta mi ilusión.

Esto es principalmente lo que siento
amor pasión y vivir en eterna aventura,
más nunca de ello yo me arrepiento
vivir constantemente esta sana locura.

Cupido impregna todas tus flechas
con todos estos pequeños detalles,
y que apunten al corazón derechas
evitando de su corazón los rechaces.

Para que tenga para siempre
su corazón de amor repleto,
de que ella se acostumbre
a este amor tan completo.

Cupido intenta dejarle buen sabor
cuéntale que es lo que yo siento,
y dile que hay mucho más amor
aquí guardado muy adentro.

Y que se lo iré entregando
cada día y en cada instante,
y que la seguiré amando
en mi vida y hasta mi muerte.

4 comentarios:

Maria José dijo...

Que bien te expresas Gómez, cómo exteriorizas tus sentimientos. Que contenta tiene que estar tú mujer contigo. Yo te recuerdo de Pryca San Vicente y la verdad es que allí eras un sol de jefe. Cada vez que te nombramos (y lo hacemos mucho), siempre lo hacemos con nostalgia, recordando aquellos tiempos, que no es que fueran mejores, es que tú hacías para que fueran mejores. En la fiesta de San Valentín tú no se cómo lo hacías, pero siempre tenías para nosotras las chicas o una caja de bombones o unas rosas, eso sí, y para toda la tienda y eso que eramos muchas. Eso que aparentemente parece tan fácil, a ti te traía problemas con el director y con tus compañeros de dirección, pero no obstante tu año trás año allí estabas con tus bombones, buscabas a alguien para que te ayudara a envolverlos y al pasar por información nos lo daban. Eres sensacional y aquí dejaste muchos y muy buenos amigos. No te digo nada, cuando se te ocurrió montar la Hoguera pata que participaramos todos lo empleados de ella, la misma se montó y disfrutó los años que tú estuviste allí, después de eso, ni bombones, ni Hoguera, ni ná de ná. Y aquel año que se te ocurrió darnos a todos lo empleados cesta de Navidad? Nunca antes habíamos tenido y nunca después tuvimos. No me extraña que se te siga recordando, para mi siempre habrá un antes y después del Sr. Gómez. ¡Que envidia le tengo a Valencia por habernos robado un trocito de nuestro Gómez!
Un abrazo y hasta siempre

Cármen dijo...

María José, encantada de conocerte, mi nombre es Carmen y somos compañeras de fatigas, tú, por lo que dices en Alicante y yo aquí en Valencia trato de subsistir. Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices y también en que nos tienes que tener un poco de manía a los valencianos, por habernos "quedado" aquí al Sr. Gómez. Te puedo decir que igual no ha sido por su gusto. ya que él siempre estaba hablando de su tierra, de Alicante. El tenía pensado volver, pero mira por donde sus hijos se casaron aquí, tiene, creo, que tres nietos y adonde va a vivir sino aquí. De lo que cuentas las cosas que hacía allí con los empleados, me lo creo, porque aquí hacía igual. No montó una falla por que el director no se lo permitió, pero él bastante que lo intentó. Por el contrario organizó algún día de convivencia con empleados y familiares, llevando todos los ingredientes desde el mismo Pryca, ingredientes que por supuesto él les pedía a los proveedores para que a la empresa no les costase nada, (de otra forma no se lo hubiesen permitido). Organizó una visita a Chocolates Valor en Alicante, con viaje en autobús incluido, comida en Villajoyosa y bolsa de chocolates para las 85 personas que fuimos. El mismo desde dicho autobús y con el micrófono en la mano nos fue indicando el recorrido por donde pasábamos. Organizaba todas las fiestas de Aniversario (por culpa de una de ellas, y debido a un director con afán de protagonismo, casi les cuesta el despido. El implantó el día del cumpleaños, donde cada empleado y el día que cumplía años, previa comprobación de los datos, en Panadería se le obsequiaba con una tarta de "Feliz Cumpleaños", para que lo celebrase con su familia. Lo que tú cuentas del día de los enamorados, aquí sólo se lo permitieron hacer unos años.
Estamos muy contentos de que este señor haya pasado por Gran Turia, se le quiere muchisimo y nunca se le podrá olvidar. El ha sido único, ha sido el referente de un excelente jefe, de un compañero donde, sin olvidar sus obligaciones como mando, ha sabido compaginarlas con su saber y con su gran humanidad. No obstante la alta dirección de la compañía, no querían que se fuera y a pesar de la frialdad de ésta empresa le hicieron una despedida por todo lo alto, vinieron gente de Madrid, antiguos compañeros de él de otros hipermercados, hicieron una despedida con toda la tienda, otra del equipo de Dirección, otra con todos sus empleados, otra con... y otra... y otra.
Ahora y desde que él se fué esto ya no es lo mismo, han pasado por su puesto ya tres jefes en los tres años, él llevaba con nosotros quince años, pero vuelvo a insistir, no existe nadie ni existirá nunca nadie como el Sr. Gómez.
Un abrazo Maria José

Antonio dijo...

Quiero unirme a las opiniones a favor del Sr. Gómez vertidas por las señoritas María José y Carmen, estas posiblemente sólo son una minoría de los que opinan igual y entre estos estoy yo. José Gómez era, es porque Dios quiera que viva muchos años más, una persona de las que yo me he encontrado pocas y me explico, Pepe (para los amigos) siempre estaba pensando en el bien de los demás, no tenía un mal gesto y siempre estaba defendiendo a sus colaboradores. Él, y esto solamente lo sabemos sus amigos, dio la cara infinidad de veces ante el jefe de seguridad, para que a los merchands se les tratara con la misma dignidad que si fueran trabajadores de Carrefour. Él siempre filtraba las órdenes que recibía y las transformaba a su forma y estilo, con el fin de mantener un buen ambiente social. Él siempre tenía una máxima y es que creía en lo que hacía, era un idealista y vivía constantemente en un sueño forjado por si mismo. Pero claro, los sueños, sueños son y casi nunca tienen que ver con la realidad y el despertar es muy duro. Y ahora viene lo que casi nadie conoce, los últimos tiempos en la empresa de mi amigo José Gómez.
Los últimos tiempos fueron muy duros para él, tenía muchísima presión por parte de su superior (siempre hubo un poco de envidia por su liderazgo) y del sueño empezó a despertar, y aunque él seguía trasmitiendo de la misma forma, algo dentro de él se había roto y empezó a sentirse mal anímicamente y delicado de salud. Él aparentemente seguía siendo el mismo, pero los que le conocíamos bien sabíamos que no era así. Yo en la soledad le he visto llorar más de una noche, yo trataba de animarle, tomábamos un café y cuando ya se le había pasado se marchaba a casa y nadie más se enteraba del tema, hasta que cansado de fingir más y luchar por un ideal que al final no era el que él había imaginado, decidió pedir y muy a su pesar (él pensaba que era una huida) la prejubilación.
Tardaron varios meses en concedérsela ya que afortunadamente, aún quedan personas en la Dirección Nacional que a sabiendas de lo que éste hombre había dado por la empresa y lo valido que era, insistieron para que se quedara y reconsiderase su decisión. No obstante mi amigo Pepe y debido a la “rotura” de su sueño, viendo que había estado luchando por algo que al final no merecía la pena y para que seguir fingiendo por una causa que ya estaba perdida de antemano, siguió fiel a sus ideales, como al principio de su carrera profesional y abandonó la empresa. Lo hizo a lo grande, como grande había hecho a la empresa durante su estancia en la misma (treinta y dos años), como fue él el que lo solicitó, perdió parte de sus ingresos para los restos, pero bueno lo hizo porque así lo quiso. Recibió despedidas y regalos de todos los estamentos de la empresa, vinimos de todas partes de la geografía, todos los que tuvimos el placer de conocerle y trabajar con él. Allí habían directores regionales y directores de tienda, él había formado a alguno de ellos. Por otro lado él y de su propio bolsillo, invitó a jefes, empleados, merchands y lo que es más curioso, a proveedores.
Así que ésta es mi visión y mi conocimiento de José Gómez Verdú, el Sr. Gómez, mi compañero y gran amigo Pepe. Esta posiblemente es una nueva faceta para vosotros, para mi forma parte de una época y del día a día junto a él, día a día que aún recuerdo con nostalgia y que por supuesto NUNCA OLVIDARÉ.

Anónimo dijo...

Hola ¡¡¡

Yo también quisiera opinar.
Yo le tengo un gran cariño al Señor Gómez,es especial.
Todo a cambiado múchisimo,tanto,tanto que no nos merecemos ni los buenos días,y si por un casual se nos dán,primero nos han sacado los colores delante de los clientes.Porque eso es otro cantar,ya no importan los clientes,cuando siempre ha sido el primero,ya no les importa...yo siento verguenza cuando oigo "acaloramientos" en el pasillo central y los clientes mirando...
Ya no es lo mismo,donde va a parar...que vá ¡¡¡¡,NADA es igual.
Amí me pilló en una excedencia por maternidad,cuando volví ya nada era igual,empezando por el Señor Gomez que ya no estaba,y terminando por cualquier otra cosa.
Yo personalmente echo de menos ese trato que tenía con los empleados,ya no hay nadie así,ni si quiera un poquito,ya he mencionado que ni los buenos días nos merecemos.
De todos modos y haciendo relación al último escrito,yo me alegro con el Señor Gómez,porque ahora le veo hacer la compra con su mujer,y le veo feliz.Creo que llegó su momento de disfrutar de lo que es la vida,la familia,los hijos,sus nietos,sus amigos.
Un abrazo muy grande Señor Gómez