sábado, 28 de mayo de 2011

LA VÍDA.

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito <¡Todo!>, y el eco dice <¡Nada!>.
Grito <¡Nada!>, y el eco dice <¡Todo!>.
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Que más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo, para nada.

jueves, 19 de mayo de 2011

A LA CAZA...

Escondido, oculto entre las sombras de los contenedores, acecha perverso y malvado el nuevo gavilán pollero. Sonrisa profidén, de folleto de gabinete dental, espera a su presa, babeando obsceno: la carne es jugosa y tierna, un sabroso bocado con el que saciar su ansia. Lleva varias capturas, hoy el día ha colmado de sobras su voraz apetito. Pero la noche aún no ha caído, algún incauto quedará que se preste a sucumbir a su feroz ataque. Aguarda tranquilo, uno más, uno que anotar a sus conquistas. Con éste, el cupo cubierto con creces, un triunfo seguro. El carroñero se yergue, su víctima está muy cerca. Afila sus garras, se lanzará sobre ella y la devorará, vamos si la devorará. Ya está, el siguiente en la lista va a girar en la esquina y tropezará con su destino. No tiene escapatoria. Un paso, otro más. Por fin, depredador y cordero frente a frente. La caza excita aún más al carnicero, pues el trofeo no viene solo, una de sus crías le acompaña. Más placer, más premio.

El ave rapaz controla la situación, lo domina todo y entonces, seguro de que el indefenso pardillo no huirá abandonando a su prole, ataca sin piedad, a muerte. Es una lucha desigual, poderoso y codicioso explotador que no rinde hasta vencer contra un indefenso que no sabe cómo escabullirse. No hay reacción, la sorpresa es la dueña. El asaltante agarra con fuerza la mano del inocente, mira a la cámara que siempre le acompaña, luce su espléndida dentadura, se inclina veloz ante el niño y, sin dar tiempo a la reacción, le besa en la mejilla. No contento todavía, con una agilidad felina obliga al atónito atracado a coger un sobre con una papeleta dentro. Es entonces cuando profiere su amenaza, cuando se sirve del terror para derrotar cualquier resistencia. «Vótame. Si eliges a otro, la muerte te alcanzará lenta y dolorosamente. Yo soy tu futuro, sin mí no eres nada». Una sonrisa, otra foto y el candidato desaparece raudo, despliega sus alas y parte a su cueva. Hay que reponer fuerzas, el día siguiente promete más sangre. Mientras, el sorprendido recupera los sentidos, recompone su figura, limpia la cara de su hijo y, al ver alejarse al nuevo gavilán pollero, piensa: «Lástima no tener una escopeta. Buena pieza se me escapa».

viernes, 6 de mayo de 2011

SÓLO UN LIBRO.

Él descansaba olvidado. Un alma solitaria en medio del
camino, en un peldaño de madera. Sus ojos jamás se
habían abierto, dejando penetrar en ellos la clara luz del
estío. Vivía en un letargo absoluto de años, de sueño, de
muerte en vida. La gente pasaba por su lado, ignorándole,
considerándole parte del mobiliario, un retal más de pared,
de mármol o de vidrio. Se sentía, en lo más profundo de su
corazón de papel y letras, condenado a una existencia
miserable de tedio y soledad. Las horas desfilaban lentas,
vagabundas ante el tic tac perezoso de las manecillas del
reloj, ya desacompasado, triste, carente de ritmo.

De pronto, un día sucedió. A priori un roce fortuito
fruto de la casualidad, posteriormente fuerza tremenda
que le arrancó de su insoportable aburrimiento. Unas
manos separaron cuidadosamente sus páginas, dos ojos se
clavaron en sus letras y alguien comenzó a leer.

Su esencia cambió entonces irremediablemente.
Se transformó en viajero, en transporte de pensamientos
e ideas, en mensaje en una botella que al fín llegaba
a su destinatario. Se convirtió en puente entre lo abstracto
y lo tangible. Ahora era una ventana, una puerta. Era sueño,
sonrisa y llanto, era viaje y fantasía. Y comenzó a empapar
a la persona que le leía. No solo se sabía visto y escuchado,
sino también saboreado y sentido, impregnado de total
libertad al lector, que acababa de descubrir por primera vez,
la magia de internarse en el entendimiento y la felicidad
que ofrece a puñados un libro.

jueves, 21 de abril de 2011

PERDÓNAME, DIOS MÍO...

No sé qué esperan los emprendedores cuando se quejan de la cantidad de trámites necesarios para poner en marcha una idea. Si lo hacen es por desconocimiento. Hace unos años, Dios visitó a Noé y le dijo: "Una vez más, la Tierra se ha hecho inhabitable. Debo actuar. Construye un arca y reúne una pareja de cada ser vivo. Tienes 6 meses antes de que envíe la lluvia durante 40 días y 40 noches". Cumplido el plazo, el Señor divisó a Noé barriendo el patio. "¿Dónde está el arca?".

"Perdóname, Dios mío, pero los tiempos han cambiado. Necesitaba un permiso de construcción para comenzar. He debido discutir semanas con un inspector sobre el sistema de alarma contra incendios. Durante ese tiempo, el vecindario me ha citado porque violaba las normas de la comunidad construyendo un arca donde iba a obstruirles la vista. Hubo que nombrar un tribunal de arbitraje para conseguir un pacto. Los servicios de urbanismo han presentado una memoria sobre los trabajos necesarios para hacer llegar el agua a mi patio. Cuando les he advertido que el mar llegaría al arca, han estado a punto de informar a los servicios sociales para que se hicieran cargo de mí. Después tenía que cortar la madera. Las protectoras del medio ambiente se han unido para impedirme cortar árboles, so pretexto de que pondría en peligro a varias especies de animales. He intentado explicarles que, al contrario, toda esa madera serviría para salvar especies. Nada, como si oyen llover. Comencé a reunir parejas y, debido a la previsión de espacio, me acusaron de actos de crueldad. Sigo a la espera del estudio de la agencia de desarrollo sostenible. Empleo dice que, de contratar a voluntarios y a mis hijos, nada. La Agencia Tributaria me ha confiscado los bienes por intentar huir ilegalmente y Aduanas me acusa de pretender pasar la frontera con especies en peligro de extinción.

Perdóname, Dios mío, pero necesitaré más de 10 años para construir el arca". De inmediato, las nubes desaparecieron, brilló el arco iris y Noé preguntó: "¿Entonces no vas a destruir la Tierra?". "No hace falta. Ya está la Administración".

viernes, 15 de abril de 2011

ADIVINA, ADIVINANZA...

No respeta al obrero,
dice que es socialista,
desvalija al funcionario,
paraliza al pensionista.

Mentiroso compulsivo,
ignorante irremediable,
malvado y con mucha saña,
nunca hubo una persona,
más dañina para España.

No puedo decir su nombre,
te lo digo con salero,
que si votas a este tío,
en el INEM yo te espero.

domingo, 3 de abril de 2011

CUANDO YO ME HAYA MUERTO...

Cuando yo me haya muerto...entre otras cosas
leerás estos versos que para tí.. yo escribía...
y verás en mi letra, quizás algo borrosa
que mi amor fue sincero y jamás fantasía.

Cuando yo me haya muerto, y el tiempo borrado
las cosas más íntimas que entre los dos había...
tomarás éste libro...que a tí he dedicado
y leerás en él...mis viejas poesías.

Cuando yo me haya muerto...después de ese suceso
te quedará el recuerdo...como melancolía...
recordarás mis cosas...recordarás mis besos
cada vez que tu leas mis viejas poesías.

Cuando yo me haya muerto, no será un cautiverio
porque después de muerto, me tendrás todavía...
tu aquí en nuestra alcoba y yo en el cementerio
unirán nuestras manos...mis viejas poesias.

Cuando yo me haya muerto...no podrás olvidarme
porque noche tras noche yo te haré compañia
y nunca lograrás que yo logre marcharme
sin ver que tu has leído mis viejas poesias.

Cuando yo me haya muerto...pedazo de mi vida...
moriré convencido de que tu me querías
y vendré noche a noche...cuando ya estés dormida
a decirte...en silencio...MIS NUEVAS POESIAS.

jueves, 31 de marzo de 2011

DESCONCIERTO DE PRIMAVERA

La primavera ha comenzado plena, pero, como si de un concierto se tratase, los violines han dejado de sonar cuando imitaban el canto de los pájaros, y un redoble de timbales, en su lugar, irrumpe por la fuerza en el espacio de su pentagrama apropiado, para robarle toda la belleza. Cumplido y remontado el 21 de marzo, esta sinfonía de prometedores colores, no marca la luz de entrada para el nuevo movimiento del sol en el equinoccio primaveral. Podríamos asegurar que no se aventura al inicio del "allegro", y sigue sosteniendo el "largo" que es con lo que define Vivaldi el segundo movimiento de su invierno, evocador de una tarde de lluvia al calor del fuego...Oigo desde mi ventana el lamento constante del viento, y el cristal se inunda de agonía estrellando las lágrimas contra su cuerpo...
En las civilizaciones antiguas, el comienzo de la primavera estaba marcado por las lluvias, esperadas con gozo por aquello de la subsistencia, y así se ha iniciado en nuestros días, donde, por el contrario, se crea una esperanza basada más en los beneficios terapéuticos que el sol nos proporciona, que en la necesidad de un abono para rehacer la energía de las tierras. Los almendros se disfrazan con flores rosadas, o níveas, y los manzanos, los guindos, los cerezos... batallarán a la defensa de mantener su peculiar vestimenta, porque con el asomo de las previstas heladas, no responderá por ellos ni la Divina Providencia. Hasta las florecillas silvestres que alfombran la superficie de los bancales, han replegado sus pétalos, ocultando así el colorido de la primavera... ¡Qué melancolía, contemplar ahora la opacidad del sol!... esa la luz plomiza que nos da cierta complacencia cuando la llegada del invierno asoma por la necesidad de sentir el orden de los ciclos programados por la naturaleza...
Pero, en esta estrenada primavera, no hay nada que se advierta ordenado: ni las ideas políticas, que prevén las elecciones municipales para el cambio, ni Zapatero que se ampara en un círculo protector y nos mantiene en la duda continua ante miles de desempleados, ni Gadafi que se toma al mundo por montera y desordena las esperanzas de paz por las que se ha cobrado ya, en Libia, 8.000 víctimas... ¡Ay!... Y en la línea roja, ese Japón que baja su escalafón como potencia económica, cuando es la destrucción terrible que le sobreviene a causa de una inmensa furia de la naturaleza: terremoto o tsunami, y que remata con la voraz consecuencia de una catástrofe nuclear desde la central de Fukushima, sembrando para siempre -seguro- la tragedia... Donde no hay muerte, hay contaminación, desparecidos bajo los escombros, escasez de agua, falta de alimentos, de energía eléctrica... Falta, sobre todo, de justicia en el universo programado de la Naturaleza, deseos de templanza rogados a la Madre Tierra, que no cuida por igual a sus hijos en un intento de selección natural, como la gata rabiosa con su camada excesiva.
Alguien dijo que las guerras destruían el sobrante de la humanidad... ¿Una forma grotesca de desaparecer?... o tal vez ¿para paliar el problema de su pobreza?... Estamos llenos de impotencia. La guerra ya no la hacen sólo los hombres en su afán de dominación, conseguir petróleo, mayor riqueza de recursos... sino la ira que siente nuestro planeta, quizás por causas que hieren profundamente su sensibilidad, o en un intento de autosalvación misteriosa y sempiterna. Primavera deshojada. Un desconcierto de primavera.

jueves, 17 de marzo de 2011

CINCUENTA MARZOS

Que por marzo era, por marzo,
cuando sellaron su amor
y hace ya cincuenta años,
volando el tiempo pasó.
Un dieciocho de marzo
se casaron ellos dos,
y del brazo comenzaron
la vida en común unión.

Que por marzo era, por marzo,
vestidos para la ocasión,
Antonio e Isabel se casaban
rodeados de ilusión.
Tan elegantes y guapos
confirmaron su amor,
y con toda la familia
reunida a su alrededor.

Que por marzo era, por marzo,
cuando se miran los dos
con cariño y con respeto,
recuerdan con emoción
los momentos más felices
que hubo en su relación,
y las distintas etapas
que la pareja superó.

Que por marzo es, sí, por marzo,
¡cómo el tiempo nos cambió!
crecimos, corrieron los años,
y cada hijo siguió
su camino en los estudios,
la profesión y el amor,
y alguno desarrolla su vida
en distinta población.

Que por marzo es, sí, por marzo,
¡sigue corriendo el reloj!
Cuando las fuerzas flaquean,
vino otra satisfacción:
la llegada de tres nietos,
tres, que brillan como el sol,
contagiándoos energía,
alegría e ilusión.

Que por marzo es, sí, por marzo,
vuestras bodas de oro son,
cumplís los cincuenta años
en esta celebración.
Hoy hijos, nietos y hermanos,
acompañándoos aquí están
y, contentos, os pedimos
de verdad, de corazón:
que sigáis por muchos años
compartiendo vuestro amor.



Dedicado a mis cuñados Isabel y Antonio en sus bodas de Oro. Ella, Isabel, es una mujer especial. Ella ha sido siempre más que una hermana para todos nosotros, ejerciendo muchas veces de madre para sus hermanas, esa segunda madre que a todos nos gustaría tener.
¡¡Enhorabuena a los dos!!

sábado, 12 de marzo de 2011

TE QUIERO TANTO

Me vale tu compañía
a pesar de no tenerte,
porque sentirte es quererte,
aunque sea ilusión mía.

Hoy se que vendrás,
pues sé que te siento.
Ya noto el compás,
tu ritmo tremendo.

Has de maldecirme
por amarte tanto,
quiero seducirte
tenerte en mis brazos.


Hoy noto que te tengo
por tu calor tan grato.

Hoy espero que dure
más que ayer, cielos santos.

Me inspira nuestro amor
aquel de tantos años.

¿Que jamás fueron años?
¡Siglos! Me he equivocado.

Hoy tengo tres palabras:
te será extraño.
No es extraña sorpresa:
Te quiero tanto.

jueves, 10 de marzo de 2011

BAJO LA TRISTE MIRADA

Bajo la triste mirada
de un sauce que se desloma
caen sus hojas como párpados
de un árbol que siempre llora.

Acicalado discierne,
qué solo está entre sus sombras;
pero lo que más le asombra
es la tristeza que tiene.

La mimosa femenina
florecer sus brazos quiere,
pero al ver que el sauce llora
marchitas sus flores cree.

Tan triste eres, mi sauce,
que no florecer me hiere
pero lo que más me duele
es ver como siempre lloras.

miércoles, 2 de marzo de 2011

ES ELLA, ¡¡ERA ELLA!!

Todavía te busco, mujer que busco en vano,
mujer que tantas veces cruzaste mi sendero,
sin alcanzarte nunca cuando extendí la mano
y sin que me escucharas cuando dije: “te quiero…”

Y, sin embargo, espero. Y el tiempo pasa y pasa.
Y ya llega el otoño, y espero todavía:
De lo que fue una hoguera sólo queda una brasa,
pero sigo soñando que he de encontrarte un día.

Y quizás, en la sombra de mi esperanza ciega,
si al fin te encuentro un día, me sentiré cobarde,
al comprender, de pronto, que lo que nunca llega
nos entristece menos que lo que llega tarde.

Y sentiré en el fondo de mis manos vacías,
más allá de la bruma de mis ojos huraños,
la ansiedad de las horas convirtiéndose en días
y el horror de los días convirtiéndose en años…

Pues quizás esté mustia tu frente soñadora,
ya sin calor la llama, ya sin fulgor la estrella…
Y al no decir: “¡Es ella!” –como diría ahora-
seguiré mi camino, murmurando: “Era ella…”

sábado, 26 de febrero de 2011

POEMA DE LA CULPA.

Yo la amé, y era de otro, que también la quería.
Perdónala Señor, porque la culpa es mía.
Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.

Fue un pecado quererla, Señor, y, sin embargo
mis labios están dulces por ese amor amargo.
Ella fue como un agua callada que corría...
Si es culpa tener sed, toda la culpa es mía.

Perdónala Señor, tú que le diste a ella
su frescura de lluvia y esplendor de estrella.
Su alma era transparente como un vaso vacío:
yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.

Pero, ¿cómo no amarla, si tú hiciste que fuera
turbadora y fragante como la primavera?
¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?

Trataré de rechazarla, Señor, inútilmente,
como un surco que intenta rechazar el simiente.
Era de otro. Era de otro que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.

Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño:
las rosas y los ríos, y el amor y el ensueño.
Y ella me dio su amor como se da una rosa
como quien lo da todo, dando tan poca cosa...

Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:
ella no fue culpable, Señor... ni yo tampoco
La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
y me diste los ojos para mirarla a ella.

Sí, nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar
y si es culpa de un río cuando corre hacia el amar.
Es tan bella, Señor, y es tan suave, y tan clara,
que sería pecado mayor si no la amara.

Y por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
que tú, que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,
tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre!

jueves, 24 de febrero de 2011

LA HOGUERA DEL AMOR.

Diré que junto a un árbol resplandece una hoguera,
y que estará encendida mañana igual que ayer…
En invierno y otoño, verano y primavera,
arde esa hoguera loca sin que deje de arder.

Le dio sus hojas secas el árbol corpulento;
después, las hojas verdes, y los gajos quizás…
Y aunque es mayor la llama cuando le sopla el viento
no importa si arde pronto, porque ilumina más.

Y no importa si el árbol no tiene flor ni fruto,
porque muere en el sueño de una muerte feliz:
y cuando falten ramas para el fugaz tributo,
convertirá en cenizas su tronco y su raíz.

Más, si alguien no comprende la verdad escondida
en la hoguera implacable y en el árbol sin flor,
yo le diré que el árbol que se quema es mi vida,
y que la hoguera que lo extermina es el amor.

SESIÓN DE CONTROL DEL 23-F

«No, hombre, no, que hoy no es el día, que me viene muy mal. Verá usted, a lo que me pregunta prefiero no contestar, no se tercia que usted me requiera sobre el tema económico siendo la fecha que es. Treinta años hace que fracasó la intentona de golpe de estado, y debemos estar centrados únicamente en rememorar el triunfo de la democracia y en felicitarnos todos los que estamos en la Cámara por lo libres que somos.
Así que no sea impertinente, no me pregunte sobre mi valoración al respecto de la caída del 0,1% de la economía española comparada con la subida del 1,7% de la zona euro. Eso es una menudencia comparada con la magnitud de lo que celebramos. Confórmese con el habitual no sé, no contesto, o, si así lo prefiere, le digo lo acostumbrado, que su política es echarme la culpa de todo, y tan contentos.
Eso sí, para que lo tenga presente, si el martes que viene insiste usted en el fondo y forma de sus cuestiones, no espere respuestas concretas. Parece mentira que no sepa ni respete algo tan importante como la creación en 1872 del Parque Nacional Yellowstone en los USA, hogar y morada del oso Yogui y de BuBu, a la sazón iconos del buen hacer a los que he imitado últimamente. Si demuestra paciencia, en un par de añitos le permitiré un análisis más acertado de la situación. Un poco de por favor, no me pierda la compostura, que está usted meando fuera del tiesto».
Así habló Zaratustra en el Congreso el día 23 de febrero de 2011, en la sesión de control y ante las preguntas de Mariano Rajoy. Palabra de Dios, te alabamos, óyenos (alucinante es poco). borrador

miércoles, 16 de febrero de 2011

LAMENTOS DE OTOÑO

Como tantas cosas lejanas
que se acercan sin un rumor,
llegaron las primeras canas
y quizás el último amor.

Y el amor que pasó deprisa,
y el que nunca llegó a pasar,
entristecieron mi sonrisa
igual que un ciego frente al mar.

Yo soñaba con un cariño
que acaso tuve y se me fue,
y me eché a llorar como un niño
que llora sin saber por qué.

Hoy asoman rostros extraños
sobriamente frente a mí:
Hoy llegan los años huraños
diciéndome: “Estamos aquí”.

Y he de morir soñando cosas
que deseé y no conseguí…
Y seguirán naciendo rosas,
pero no serán para mí.

Yo buscaba las cosas bellas
sin importarme en que lugar.
Y otros mirarán las estrellas
que yo no volveré a mirar.

Y nombrar lo que no se nombra
-un gran silencio y una cruz-,
y penetrar en esa sombra,
yo, que tanto he amado la luz.

Tantos sueños que ya se han ido
y que jamás han de volver…
Empezar a morir de olvido,
¡oh, noche sin amanecer!

Apasionadas noches locas,
indeciblemente sin par…
Pero otros besarán las bocas
que yo dejaré de besar.

Agridulce sabor del beso,
áurea isla sin latitud:
Aunque sólo sea por eso,
no te me vayas, ¡Juventud!

No te me vayas todavía,
porque no me quiero quedar
triste de ensueño y armonía,
igual que un ciego frente al mar.

lunes, 7 de febrero de 2011

SOMBRA PURA.

Ya nada me limita o me sugiere;
ya nada me somete o me domina:
vago por mi pradera cristalina,
huello el camino que mi pie prefiere.

De todo lo que atisba mi ojo, infiere
que es burdo, y es grosero… Y asesina
cuanto lo que a su paso, con inquina
separa airado, y a su paso muere.

Déjame aquí, que soy sin ser ya nada;
que rozo, con mi faz iluminada,
lo que nunca soñó mi desventura.

Déjame ya, que siendo sombra pura,
ya cumplí paso a paso mi jornada
y rebasé, valiente, mi amargura.

domingo, 30 de enero de 2011

VIAJERO TARDÍO.

Y cerraré los ojos, para siempre algún día.
Y habrá noches de estrellas que ya nunca he de ver.
Y cantará otra boca lo que cantó la mía,
cuando pasan las nubes en el atardecer.

Y habrá polvo en los bordes de las copa vacía.
donde exalté mi ensueño y aturdí mi placer.
Y en las tardes de otoño lloverá todavía,
para que otro hombre triste recuerde a otra mujer.

Todo será lo mismo y la vez diferente.
Habrá rosas y besos naciendo dulcemente
y un niño sin infancia caminando hacía el mar…

Y yo seré la sombra de un viajero tardío
que quiso ser el cauce donde pasara un río,
y fue sólo una nube que no volvió a pasar

martes, 18 de enero de 2011

PUEDE SER EN OTOÑO. PUEDE SER EN VERANO.

Donde quiera en las noches se abrirá una ventana
o una puerta cualquiera de una calle lejana,
no importa dónde ni cuándo, puede ser donde quiera:
ni menos en otoño, ni más en primavera.

Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer,
un hombre enloquecido, besará a una mujer.
Tal vez nadie lo sepa; como tal vez un día
todos irán sabiendo lo que nadie sabía.

Y para los amantes, su amor desesperado,
podrá ser un delito, pero nunca un pecado.
Por eso el amor pasa por las calles desiertas,
y es como un viento loco que quiere abrir sus puertas.

Bien saben los amantes que hay caricias que son;
no una simple caricia, sino una posesión.
Y que un beso, uno sólo, puede más que el olvido,
si se juntan dos bocas en un beso prohibido.

¡No! Un gran amor no es grande por lo mucho que dura
si se parece a un árbol: reseco en la llanura.
Y los amantes, saben, que sin querer, siquiera,
hay un amor que crece como una enredadera.

Es natural que el agua de un estanque sombrío,
sueñe en sus largas noches con el sueño de un río.
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve,
será porque es la lluvia condenada a ser nieve.

Es natural que un día comprendan, los amantes,
que no hay nunca sin siempre, que no hay después sin antes.
Y así brota en el alma la rebelión de un sueño,
que como un perro arisco que le gruñe a su dueño.

El amor… Esa estrella de una sombra infinita,
aunque muera cien veces, cien veces resucita.
Y suele ser un niño de manos milagrosas,
que rompe las cadenas y hace nacer las rosas.

Ya no habrá días turbios. Ya no habrá noches malas,
si hay un amor secreto que nos presta sus alas.
Y el corazón renace con renovada fe,
igual que los rosales, que no saben por qué.

Donde quiera, en las noches, puede abrirse una puerta,
pero… tan suavemente, que nadie se despierta.
Puede ser en otoño. Puede ser en verano.
Una mujer, un hombre y un oscuro aposento:
Y allá fuera, en la calle, sigue pasando el viento.
Y si en la noche hay algo queriendo amanecer,
es simplemente un hombre, que besa a una mujer.

martes, 4 de enero de 2011

CUENTO DE NAVIDAD

Había un país cuyo Rey se elegía por votación popular de sus ciudadanos. Un joven abogado, simpático y bien parecido, decidió presentarse como candidato, como no era muy conocido, buscó la ayuda de Alfredo Rasputín y José Lenguaraz para que le hicieran la campaña electoral. Fue una sorpresa, pero el novato José Luis fue proclamado Rey, con el nombre de Zapatero El Grande. Como era un hombre de talante y agradecido, decidió bajar los impuestos a pobres y ricos, y consciente de sus escasos conocimientos en las tareas de gobierno, dejó las cuentas del Estado en manos del Duque Solbes, la seguridad en manos del Monje Rasputín, la organización la encargó a Blanco, Barón de Lugo , y puso a la Marquesa De la Vega como apaga fuegos, mientras él se dedicaba a cuestiones mas etéreas como Alianza de Civilizaciones, memoria histórica, matrimonios gays y cosas por el estilo.

La cosa funcionó bien, hasta el punto de que aunque los ciudadanos vieron que en materia internacional metía constantemente la pata y era ninguneado por los estadistas extranjeros, no tuvo inconveniente en volver a elegirlo como Rey en la segunda vez que se presentó. A partir de aquí empezaron los problemas de Zapatero, resulta que se había declarado una epidemia mundial, y cuando la mayoría de países empezaron a tomar medidas, Zapatero seguía con su talante y repartió 400 euros a cada ciudadano y 2.500 por cada bebe que viniera al mundo, cuando su pueblo empezó a no tener trabajo, él se inventó una solución, asfaltar los caminos reales, esa ocurrencia costó una millonada y dejó las arcas del Estado casi vacías, y cuando acabaron los trabajos había más gente en el paro, eso sí podían tomar el sol en unas plazas relucientes.

Las cosas no mejoraban, y de repente unos «malvados mercados» se empeñaron en hundir al país, Zapatero asustado pidió ayuda a sus amigos europeos , y éstos le dijeron «tú has hecho creer a tus súbditos que podían vivir como ricos, cuando en realidad sois un país de segunda fila, así que empieza a poner orden en tu casa», ante esto, Zapatero empezó a congelar pensiones, reducir el sueldo de los funcionarios, retirar el regalo de los 400 euros y el cheque bebé, pero los malvados no tenían bastante, y subió el IVA, aplazó la edad de jubilación, subió el precio de la luz y el butano y ya desesperado suprimió la paga de 426 euros que cobraban los parados a los que se les acababa el subsidio.
De nada sirvió, las cosas siguieron igual y en las siguientes elecciones, un señor que vivió toda la crisis tumbado en un sofá fumándose un puro y sin aportar nada, las ganó y pasó a convertirse en Rey con el nombre de Mariano El Tranquilo.

Hoy, Zapatero El Grande se encuentra en una isla escribiendo sus memorias y piensa «que hubiera pasado si yo hubiese creado un impuesto para los bancos y grandes fortunas, si hubiese subido el IRPF a los que ganan mas de 60.000 euros, si hubiese subido un 10% el IVA a los artículos de lujo, si hubiese obligado a pagar parte de la sanidad y educación que reciben a los que tienen rentas elevadas, si hubiese reimplantado el impuesto sobre el patrimonio, si hubiese restablecido el impuesto de sucesiones». Nunca lo sabrá.

lunes, 3 de enero de 2011

¡¡¡FELIZ 2011!!!

Cada año, cuando llegan estos días, los medios de comunicación se llenan de resúmenes de acontecimientos pasados, repasos de sucesos vividos, recuerdos a las personas que se fueron, detalles de momentos que se olvidan... Cada año, por estas fechas, a todos nos abraza esa tristeza crepuscular que nos invita a recuperar el ayer, esa juventud que se nos agota (a pesar de tener ya sesenta y cuatro años), esas páginas que ya fueron arrancadas del libro de nuestras vidas.

Sin embargo, también es importante pensar en lo que viene, en este año 2011 que es ya una realidad. Es el momento de empezar a rayar este impoluto calendario que cuelga ahora inmaculado en las cocinas. Ha llegado la hora de abrirse camino a través de unas nuevas cincuenta y dos semanas.

A 2011 le pido trabajo y salud para todos, trabajadores o empresarios, para que unos y otros vean cumplidos sus propósitos de futuro y esperanza en el mañana. A 2011 le pido que siempre tengan un hombro sobre el que llorar sus penas, unos brazos que estrechar, unos besos a los que acudir cada noche, alguien con quien entrechocar unas copas llenadas de ilusión. Le pido que se acabe la soledad, y sobre todo esa soledad que sienten quienes están continuamente rodeados, quienes al llegar a casa no tienen más compañía que el sonido de la televisión. A este 2011 le pido que encuentren el amor verdadero, y a los que tenemos la suerte de conocerlo, le pido que nos dé las fuerzas para conservarlo.

A 2011 le pido una melodía constante de sonrisas al aire, sonrisas infantiles o adultas, risas echadas al viento que dejen volar la imaginación y se lleven las desgracias.

A 2011 le pido que recuperen la salud los que están enfermos, que nos den tregua a los que tanto conocemos los hospitales, que se nos permita vivir en paz y en armonía, que no nos sobresalten con más pruebas, ya que el vaso está casi lleno y una gota más quizá, lo rebosaría.

Al año que ha entrado le deseo que sepa dar respeto y comprensión por las opiniones ajenas, por las palabras que no nos gustan, para que así políticos y no políticos, todos en general, consigamos respirar hondo y tragar saliva antes de actuar. 2011 será un año difícil: hagámoslo más llevadero dejando a un lado la crispación reinante.

Únicamente de nosotros depende la actitud con la que afrontamos este nuevo año. Son 365 días que debemos vivir con la intensidad que se merecen. Cada amanecer nos brinda una nueva oportunidad de progreso y esperanza. Cada madrugada nos esperan miles de estrellas en el cielo. Cada noche, todos nuestros sueños han de ser motor del mundo.

Todos podemos hacer que los hijos de nuestros nietos, niños y niñas que aún esperan nacer en los vientres del futuro, estén orgullosos de nosotros. Es tarea de todos. Cada día forjamos la herencia de esos jóvenes. Vivamos 2011 para darles lo mejor. Así os lo deseo a vosotros. De todo corazón.

jueves, 16 de diciembre de 2010

A ENRIQUE MORENTE

Acallada la voz y el canto yerto. Granada llora la pérdida inminente de Enrique Morente y lloran los claveles rojos lágrimas de sangre. Se trunca el cante y el flamenco fenece en la laringe prodigiosa de este cantaor, que abandona las notas más jondas. Las palmas enmudecen al tiempo que su boca, y el llanto de las cuerdas de guitarra inundan los tablaos donde hizo escuela. Un coro de ángeles gitanos entonan un Aleluya a la entrada del cielo, con acordes de fandango y seguiriyas, de tarantos y soleares reciben al maestro. Morente se emociona y arranca por bulerías, mientras los corazones rotos de sus gentes, permanecen en carne viva; no hay apósito que pare la hemorragia del cante de Andalucía. Silenciosos y brunos por la pena... se sucederán tres días de luto.

Como amante del cante flamenco, le escribo entristecido mi elegía. Es tan sólo un hasta luego, prometo visitarle en esa feria... de la que todos tarde o temprano, seremos partícipes. ¡Que Dios le bendiga!

lunes, 13 de diciembre de 2010

QUIEN PROVIENE DE QUIEN?

Recientemente se pudo ver en televisión cómo un adolescente introducía un gatito en una caja de cartón, y entre carcajadas, le propinaba una patada, rompiéndole el espinazo. Mientras el gatito agonizaba de dolor en el pavimento, los verdugos celebraban a carcajada limpia su «hazaña». La conciencia, el alma, no tiene que estar muy sujeta a la teoría evolutiva... si fuera así, ahora mismo el mundo sería un paraíso. El panorama actual es desolador, los nuevos brotes generacionales, la crema futura del país «evoluciona» entre botellones y vomiteras, hostigando a profesores en los centros educativos, formándose entre los porros y las drogas de diseño, colgando ufanos sus peleas por internet, mientras que el resto pasivo y resignado, confía quizás en que la evolución pondrá a cada uno en su sitio...

Creen los simios que son la cúpula de la evolución, simplemente porque alcanzan las ramas más altas. Darwin, criado en una sociedad disciplinada, pensó que el hombre provenía del mono. Si hubiera sido compañero de siglo, constataría que es justo lo contrario. Lo veo constantemente, pienso que vivo en el reino de los simios, y quisiera algún día despertarme, y sentirme de nuevo en el mundo de los hombres.

jueves, 9 de diciembre de 2010

EL CONTROL A LOS CONTROLADORES.

Si España fuera Japón, el ministro de Fomento se llamaría Blankiyaqui y se habría hecho el hara kiri por no poder soportar la vergüenza de ver el caos que se ha producido en un asunto de su directa responsabilidad. Si el jefe de personal de una empresa llevase diez meses negociando con un reducido grupo de empleados y al final estos le montasen una huelga salvaje que hiciera perder millones a la empresa, el jefe de personal estaría en la cola del paro.

Como el señor Blanco ni es japonés (aunque se le da un aire), ni trabaja en la empresa privada, anda sacando pecho por lo bien que ha resuelto el conflicto, y con él todo el Gobierno. Realmente el estado de alarma ha conseguido alarmarme. Creo que es lo más grave que ha pasado en España desde los atentados de los trenes. Se ha utilizado el Ejército, la Policía y la Guardia Civil para reducir a un grupito de controladores y controladoras («por qué cuando se nombra a este colectivo nunca se usa el femenino»), suprimiendo derechos fundamentales.

¿De verdad no tenía el Estado otros medios para resolver el pulso que les plantea una banda de insolidarios desquiciados? Ahora nos amenazan con prolongar el estado de alarma. Miedo me da. ¿Quién controlará a los que controlan a los controladores y controladoras?

martes, 7 de diciembre de 2010

FAMILIA QUE VIAJA, FAMILIA FELIZ.

A ver si lo cuento bien. Currante de mediana edad, con un miserable sueldo de risa que apenas cubre hipoteca, recibos y comida y dos hijos pequeños que le comen por los pies. Se sobrevive de milagro en la casa, penando más que disfrutando, y este año, con la bajada de sueldo a los funcionarios,con la crisis económica de la que siempre estamos saliendo y en la que nunca estamos fuera, en un momento de irresponsable euforia promete, sin poder, que toda la familia, los cuatro, se van a Eurodisney. El despiporre.

Los niños locos de ilusión, y los padres a sumar y restar para ver de dónde sale la aventura. Ahorrar no se puede, siempre surge un quítame por algún sitio. Así que, a morir al banco, a ampliar el crédito o a rascar prestado. Se busca la oferta más económica, la más asequible, viaja hoy y paga en seis meses, un tres por cuatro, los niños gratis el avión, desayuno sólo y ya comeremos lo que sea. A muerte. Ya es la fecha. Un puente glorioso, las maletas preparadas y al aeropuerto. Los chiquillos nerviosos ante la posibilidad de conocer al ratón macrosómico y su colega el pato puñetero, y los adultos pensando en el presupuesto para comidas y cenas, además de en el frío que se ha desatado feroz en París.

Hora de embarcar. Todos al avión... Se supone. Porque va a ser que no. Suspendido el vuelo. Gente que cobra diez veces lo del viajero puteado (¿se puede decir puteado?) decide dejarles en tierra. El estrés les lleva locos. El estrés y también que les quitan prebendas casi feudales. Así que, los señoritos se ponen de huelga sin avisar y joden (¿se puede decir joden?) a todo bicho viviente, ocasionando la ruina de más de uno y destruyendo derechos, ilusiones y economía de pequeños y de los insignificantes trabajadores que sólo pretendían evadirse unos días de la realidad ¡Y sin considerar el daño colosal infringido a la imagen de un país que no anda por sus mejores momentos! Privilegiados que han chantajeado al país, y que deben de pagar por ello.

La defensa de los propios intereses es legítima para cualquier colectivo, pero hay formas de actuar que son de obligado respeto si se desea ser un elemento más en la estructura social. Los derechos dejan de ser tales cuando impiden el ejercicio de los de los demás. Los controladores han abusado de su privilegiada condición y han cometido un delito contra la sociedad a la que en teoría pertenecen. Tienen que asumir su culpa y cumplir con el castigo que la justicia imponga. Sin más.

VUELTA A EMPEZAR...?

Yo ya escribí algo sobre el tema en este blog, el 14 de Enero de éste mismo año y lo titulé como "EL PROTAGONÍSMO DE LOS CONTROLADORES". En esa ocasión, lo mismo que ahora, el tema venía a cuento por el caos que se montó a raíz de unas bajas laborales. Ahora lo han vuelto a hacer, han vuelto a dejar al país incomunicado por aire con el resto del mundo, ni podíamos volar hacía otros destinos ni el resto de destinos podía viajar en avión hacía el lugar elegido para sus cortas vacaciones, puente o simplemente por necesidad.

Y lo han vuelto a hacer amparándose en la cobardía, sin previo aviso y en las fechas más críticas del año, para hacerlo han utilizado el mismo medio que entonces, la baja por enfermedad y la indisposición “pasajera”. No han avisado a nadie de sus intenciones y han conseguido, que una vez más, nuestro país tenga notoriedad a nivel mundial y que no haga falta que hagamos publicidad de nuestras exquisiteces en materia de turismo, si luego cuando se deciden a venir no los recibimos.

El sábado pasado yo lo viví en persona. A las cinco y media de la mañana estábamos en el aeropuerto de Manises, donde acompañé a mis hijos y a unos amigos para coger un vuelo con destino a Estambul y pasar allí el puente de la Purísima. Nosotros ya habíamos escuchado el día anterior los consejos que daba AENA, sugiriéndonos “que no acudiésemos a los aeropuertos”, pero claro nuestro vuelo no era un vuelo convencional, el mismo era un vuelo charter y había posibilidades de que saliera a su hora, las siete y media. Cuando llegamos había muchísima gente en la colas de los mostradores para embarcar, y curiosamente en algunos no había ninguna señorita para atender, pero afortunadamente en el nuestro si que había, así que hicimos la pertinente cola y embarcamos sin problemas el equipaje.

En los paneles informativos muchos de los vuelos estaban cancelados, el nuestro no. Conseguimos una mesa cerca de la cafetería y después de hacer una cola de hora y media, conseguimos unos cafés con croissant. Mientras tanto la gente se iba amontonando en los pasillos y en los suelos del aeropuerto, ya no habían mesas, sillas, ni lugar donde apoyarse. La megafonía del aeropuerto anunciaba de vez en cuando los vuelos que se iban cancelando, el nuestro no. Pero curiosamente anunció tres de la compañía Ryanair con destino a Madrid, y que tenían el vuelo previsto el día anterior a las 19 horas, que saldrían ese día a las diez de la mañana. Ese anuncio lo repitieron durante bastante tiempo hasta las nueve y medía, a partir de entonces, ya no lo volvieron a anunciar, bueno si lo hicieron, a las once menos cuarto, avisaron que los pasajeros de esos tres vuelos, podían pasar por la cinta transportadora para recoger sus equipajes, los vuelos habían sido cancelados, el nuestro no.

Las horas iban pasando y el nerviosismo aumentando, nosotros dentro del problema, no lo estábamos pasando muy mal, el nuestro iba a ser un viaje de placer y estábamos en nuestra casa, teníamos mesa y viandas para comer que nos había traído mi hijo, pero había que ver al resto. Gente acumulada por todos lados perdiendo los nervios, rellenando reclamaciones e intentando que alguien les facilitara alguna información al respecto. Nadie informaba de nada a excepción de las cancelaciones, nuestro vuelo aún continuaba estando vivo y nuestras esperanzas aún intactas, a las catorce horas cancelaron el vuelo que iba detrás del nuestro al mismo destino, ahí ya empezamos a inquietarnos un poco, aunque el nuestro aún no estaba cancelado. Al final el nuestro no lo cancelaron, simplemente lo suprimieron del panel a las catorce cuarenta y cinco minutos. Y ahí si, ahí terminó nuestra aventura en el aeropuerto, esfumándose la ilusión por el viaje y con la decepción de las formas con que pasamos el primer día de nuestro puente.

Yo no se y posiblemente no esté lo suficientemente preparado, para dirimir quien tiene la culpa de todo este follón, ahora lo que si tengo claro, es quienes han sido las victimas del mismo, aquellos que estuvieron ahorrando durante mucho tiempo para hacer este viaje, aquellos que seguramente pasaron alguna necesidad y carencia para hacer este viaje, aquellos que pagaron el viaje y que ahora y sin disfrutarlo no saben si lo recuperarán y cuando. Seguro que de los millones de pasajeros afectados, ninguno cobra ni el cuarenta por cien del salario que tienen los que lo provocaron, quizá muchos incluso, tiene dificultad para llegar a fin de mes.

Ahora vuelta a empezar a todo, a trabajar, a ahorrar y quien sabe si un día…

sábado, 27 de noviembre de 2010

NO VIVAS DEL PASADO.

¿Para qué vivir del pasado
si no puedes modificarlo?
El ayer, hoy ya es anticuado,
¿de qué vale recordarlo?

No puedes cambiar tu pasado
pero sí puedes cambiar tu futuro.
Si antes te has equivocado,
cámbiate al camino seguro.

De decisiones que has tomado
deberás hacerte cargo.
Si quizá lo perdiste todo,
piensa en lo que has ganado.

Quizás no puedas recuperarlo,
pero la experiencia ha quedado.
Valora lo mucho que aprendiste.
Y si estás vivo, te quedó algo.

No puedes regresar al pasado
pero hoy viajas al futuro,
podrás cambiar lo que vendrá,
pero regresar... mucho lo dudo.

Si lo que viene es confuso
deja tus miedos anclados.
Navega hacia un buen rumbo,
de océanos inexplorados.

No podrás volver atrás.
No pases la vida añorando.
La arena de tu reloj
ya ha caído del otro lado.

Si recuerdos superan proyectos
es que la vejez te ha llegado.
Mira adelante, no atrás.
Pues lo pasado ya es pasado.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

OTRA VIOLENCIA DE GÉNERO Y YA VAN...

Antes de matarla, la amenazó...Con matarla. Antes de eso le dio mil palizas. Eso fue antes. Mucho antes le dio un puñetazo, y antes un tortazo de nada. Antes la había amenazado con el puño y antes había golpeado la pared como si la pared fuera ella. Antes había dado un millón de gritos, y antes la insultó delante de los niños. Pero antes pasaron más cosas". "Antes le dijo: ¿quién te crees que eres? y antes de eso, pareces tonta y antes ni se fijó en que ella lloraba. Eso fue antes. Antes. Antes. Porque antes hubo tantas cosas... ¿Alguna vez te has preguntado en qué momento un hombre deja de ser hombre?"
Esta es una de las ideas básicas contra los malos tratos a mujeres del Instituto de la Mujer.
Este año asistimos a un triste escenario: la mayoría de las mujeres asesinadas no habían denunciado a sus maltratadores y, por tanto, no habían podido ser protegidas. El silencio es el mejor cómplice de los maltratadores porque les proporciona la total impunidad y una amplia libertad para cometer sus brutales actos. Por ello es tan importante la denuncia de los agresores.
En todas las experiencias que he leído y escuchado de mujeres maltratadas que se atrevieron a denunciarlos cuentan, se ve, se nota el miedo, la soledad de ese momento.
"Mi marido me pega lo normal", es el título de un libro del forense Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. Lorente expone las causas habituales del maltrato del hombre a su mujer ("no tener preparada la comida", "llevarle la contraria", "no estar en casa cuando él llegó o llamó", "quitarle la autoridad ante los hijos u otras personas"...) y el objetivo de las palizas: mantener la autoridad y lograr que ella esté sometida y controlada.
Cada vez que una mujer es asesinada, se comenta la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género: que si es positiva o no, que si es poco efectiva, que si falta presupuesto para su aplicación, etc. Echo en falta una crítica a fondo sobre un aspecto que a mí me parece esencial: la sensibilización de la sociedad en contra de la violencia de género.
Los familiares deben denunciar; y los amigos; y los vecinos. Por desgracia sigue estando vigente el error que afirma: son asuntos privados; el denunciar es algo que concierne exclusivamente a la mujer.
Hoy más que nunca es necesaria la complicidad de todos los hombres y mujeres de este país para luchar contra esta violencia. Porque el problema es de todos y no sólo de las víctimas, siendo también de toda la sociedad. Si ante una agresión volvemos la cabeza y callamos, estamos colaborando a crear espacios de impunidad para los agresores y a incrementar el sufrimiento de las víctimas, en su mayoría mujeres pero también de sus hijos e hijas.
En lo que va de año, 63 mujeres y 4 niños y niñas han sido asesinados por violencia machista. Y se calcula que, aproximadamente, 800.000 niños sufren, en su entorno y con gran intensidad, la violencia de género. Estos menores necesitan una protección especial y el apoyo de toda la ciudadanía para salir de la espiral de violencia que sufren, han sufrido o sufrirán.
Sabemos que los niños que crecen en estos hogares padecen secuelas que pueden durarles toda la vida. Disminución del rendimiento escolar, insomnio, pesadillas, fobias, ansiedad, agresividad..., son sólo algunos de los síntomas que presentan los y las menores que han convivido con la violencia de género. Además, el aprendizaje de modelos violentos y roles de género erróneos pueden conducirles a repetir esas conductas, tanto en el papel de víctima como de agresor, con la consiguiente reproducción de la violencia de género.
El pasado mes de abril, el Gobierno promovió destinar un presupuesto específico para la prevención y protección de las víctimas infantiles de la violencia de género y elaboró un protocolo de actuación para las comunidades autónomas, que ahora éstas deben poner en marcha de manera urgente.
Nuestra sociedad, hombres y mujeres, deberíamos mostrar nuestro reconocimiento al coraje y la valentía de tantas mujeres que, día a día, logran superar el miedo y las barreras -psicológicas, sociales, familiares, religiosas- levantadas a lo largo de siglos de dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la Justicia.

domingo, 21 de noviembre de 2010

CUANTO TE QUIERO, CUANTO TE ADORO.

No se como decirte
todo lo que desatas,
cuando te tengo frente a mi
me quedo sin palabras.

Se que suena imposible
pero es la realidad,
desde que llegaste a mi vida
con tanta intensidad.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi aire para respirar.

Cuanto te quiero,
cuanto te adoro,
eres mi razón, mi todo,
sin ti no podría vivir.

¡¡GRACIAS!!

Quieres oírme llorar,
pero eso no va a pasar,
mis lágrimas ya fueron derramadas;
por un amor,
que nunca fue, y nunca será.

Me tenías atrapado,
en medio del sufrimiento y la soledad,
ya no era nada,
hasta que al fin pude volar.

Por más que intentaste
romper mis alas con mentiras,
ellas no se rompían,
eran más fuertes de lo que tú creías.

De ti,
yo quiero borrar todo,
hasta el recuerdo
de haber sido tu amado.

Gracias:

Por enseñarme que con detalles
no consigues lo que quieres...
Debo de buscar siempre
impresionar así es...
Si tiene poder y dinero
es fácil impresionar a cualquiera...

Es fácil que te sigan...
Es fácil que te caigan...
Y seguirás consiguiendo
más y más que importa el SENTIMIENTO...

Gracias:

Convertiste mi pasado
en una pesadilla
que día tras día
trato de olvidar ...

Hasta en mis sueños
sigue con esa DAGA
cortándome los huesos...
Por que es así...

Ahora
solo sobrevivo
sin poder dormir,
sin poder despertar...

sábado, 20 de noviembre de 2010

¡¡QUIZÁ ES UN MUNDO QUE NO EXISTE!!

Si alguien te dio un cachete
y la otra mejilla pusiste,
o si alguien te hizo un favor
y "muchas gracias" dijiste,
tal vez tú estás viviendo
en un mundo que no existe.

Si encontraste una cartera
y al dueño la devolviste,
si te miraste al espejo
y de ti mismo te reíste,
si en los problemas ajenos
tu jamás te entrometiste...

Si aunque el que te hizo mal
te llamó y tu acudiste,
y las puertas del corazón
nuevamente tú le abriste,
tal vez estarás viviendo
en un mundo que no existe.

Si vale más tu palabra
que lo que firmaste o escribiste,
si das una total garantía
en los productos que vendiste,
si tan solo una sonrisa
cambia tu espíritu triste...

Si aunque tuviste derrotas
en la vida e igual venciste,
si hoy te levantaste temprano
e hiciste lo que debiste,
posiblemente estés viviendo
en un mundo que no existe.

Si el amor es para toda la vida
a pesar de que sufriste,
si sientes amor verdadero
y con los años persiste,
serás feliz aunque vivas
en un mundo que no existe.

ARTE O CULTURA LA POESÍA?

La poesía es arte y cultura,
¿acaso te queda alguna duda?
Cuando estás en honda penumbra
es como una luz que te alumbra,
como lámpara en senda oscura.

Del idioma es la palabra pura,
es imagen de belleza, hermosura,
es desahogo en la triste amargura,
es recompensa de una jornada dura,
es oasis de paz en la bravura.

Yo no desprecio la literatura,
pero la poesía... es arte y cultura,
es respuesta de amor cuando otro insulta,
y a la palabra de odio ella tritura...
mas si critica, lo hace con altura.

Amo el dibujo y amo la escritura,
amo el arte y también la pintura,
amo la música de buena partitura,
me gusta escribir y además la lectura,
pero la poesía... eso sí que es cultura.

El viento se lleva las palabras,
pero estando escritas perduran.
Me agrada lo que el alma murmura,
todo eso que el artista procura,
jamás del arte mi alma se satura.

Dadle al hombre una mirada madura,
dadle una personalidad segura,
agregadle una pizca de locura,
y eliminad de sus palabras censura,
y será poeta, mi fe lo asegura.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ME GUSTARÍA VOLVER...

Me gustaría volver a perder la noción del tiempo y del espacio en plena calle, calles de tierra, con mis amigos de canicas y pedradas, de columpios y vaivenes, de miedos y de colegios de rezo diario. Volver a sentarme en el mismo banco, aquel banco de madera en La Glorieta y comentar con mi pandilla nuestras cosas del día a día, nuestros sueños, nuestras esperanzas. Comenzaba mi pubertad empezando a nacer dentro de mi, sensaciones hasta entonces desconocidas donde un simple roce con alguna de mis amigas, sofocaba la tarde y erizaba todos mis sentidos. Volver al vacío de la soledad, angustioso como todos los vacíos, pero donde te encuentras a ti mismo, frente al espejo (ojalá me mire sin miedo y reconduzca mi camino). Volver a mi inocencia; y ahora sé que no era inocencia sino pureza, era yo, antes de verme enterrado por las experiencias. La vida vivida diluye la esencia de uno y sólo cuando recuperas algo original de ti eres realmente feliz.

Me gustaría volver a cuidar de mi hermana pequeña mientras mi madre trabajaba,compartir con ella juegos, confidencias y sueños de cantantes, intentando imitar a los que entonces estaban de moda. Allí estábamos nosotros subidos a la mesa camilla de nuestra casa, y enfrente estaban sentados en sillas alrededor, nuestros amigos y conocidos, los cuales aplaudían a pesar de que les había costado una peseta la entrada.

Me gustaría volver a colaborar en aquella churrería La Buena Marcha, creo que así se llamaba. Allí acudía todas las mañanas a las siete, me ponía mi delantal blanco, me llenaban la cesta de paquetes de churros y yo me iba a venderlos por las calles voceando el producto, algunos de mis clientes eran los padres de mis compañeros de colegio, sirviendo de desayuno para los mismos. A las ocho y media vuelta a casa, ducha, cambio de ropa y al colegio. Volver a colaborar en las tardes de verano en la heladería El Olivero, despachando los cortes y los “chambis”. Con ello intentaba ayudar a la sostenibilidad del hogar, aprendiendo al mismo tiempo, a saber valorar las pequeñas cosas.

Me gustaría volver a ver a los amigos, a los que están y a los que se marcharon, a compartir con ellos en el bar Eduardo (ya desaparecido, en su lugar hay un Banco) una partida de billar. Amigos de sueños, de esperanzas, de ilusión en el futuro; estaba todo por hacer pero el mundo era nuestro. Como los echo de menos a los que no están y a los que están, pero tristemente lejanos, por el desgaste del tiempo y las ausencias. ¡¡Que sólo me dejaron!!

Me gustaría volver al respeto por las ideas diferentes a las mías, al diálogo. Volver, volveremos a ver caer el muro, ese muro de las dos Españas. España, camisa blanca de mi esperanza, volver.

Me gustaría volver a iniciar el camino de la vida, de mi vida, o al revés, el camino que me volviese a hacer a mí, porque es él el que te hace a ti, te moldea, te renueva, te hace más humilde. Volver a ver la luna iluminando el camino; y es ahí cuando el cielo y la tierra se ven más unidos que nunca, en la oscuridad, donde cualquier piedra parece una estrella y cualquier estrella parece una piedra. Tú estás flotando en medio del infinito, y el mundo que pisas (que parece tan importante) se convierte en un pequeño grano de arena de la gran playa universal. Volver a encontrar a otras personas que caminan como yo, hacía el conocimiento interior. Un viaje de emociones, un viaje de nuevos amigos, amigos de verdad.

Me gustaría volver a pasear tranquilamente por mi pueblo, por sus calles, por sus parques y por sus huertas, y allí sentarme a contemplar los frutos de sus viñas, protegidos por los saquitos de papel. Esa uva Aledo que es la esencia y alma de mi pueblo; sol, tierra, sudor y lágrimas, que han convertido a mis paisanos en hombres y mujeres fuertes que miran a la cara, que no se arrodillan ante nada, que se enfrentan a la vida con pasión, imaginación y trabajo. Y los veré nuevamente crecer, nunca se rendirán. Fueron capaces de levantar un pueblo donde no había nada, donde la naturaleza pasó de largo. ¿Cómo no van a ser capaces ahora de superar las dificultades del camino? Superaremos este bache juntos, como tantas veces lo hemos hecho en la historia, y lo haremos a pesar de los políticos actuales y de su inoperancia.

Me gustaría volver a ver en los jóvenes la ilusión en sus rostros, la emoción por encontrar su primer trabajo, por empezar a construir su independencia, la ilusión de verse útiles, de que la sociedad está con ellos, de que no les abandonamos, porque ¿Cómo vamos a abandonar nuestro futuro?. Volver a mirar las golondrinas, como el poeta, a volar con sus vuelos, a escuchar su música celestial. Sus ecos en la Plaça Vella vuelven cada año, pero muchas primaveras yo estaba sordo; ¡cuantas primaveras perdidas, cuanta nostalgia despreciada! Volver a volar con ellas, volver a disfrutar de su melancolía.

Me gustaría volver para leer cuentos, a dormirme antes que ella o él, a verlos despertar con olor a sueño y biberón, a morder su pies redondos, a comprobar que la felicidad de otro es más que tu propia felicidad. Volver al amor incondicional de mis padres, al amor incondicional a mis hijos. Ahora sólo necesito tiempo, tiempo para volver.

martes, 9 de noviembre de 2010

OTRA CHORRADA, Y YA VAN...

No me resisto a escribir sobre el absurdo. Y lo voy a hacer de forma igualmente absurda ya que creo que la noticia no merece la más mínima atención. No porque considere justa o injusta la nueva ley, no. El motivo por el cual pretendo entretenerme la decisión alfabética de los apellidos es porque me parece una engañifa, una cortina de humo con la que distraer la atención y así conseguir que nosotros, pobre plebe inculta, nos fijemos más en si preferimos arrastrar la estirpe de papá o de mamá, en vez de cabrearnos, por ejemplo, por la congelación de las pensiones.

No hay nada mejor que darle un azucarillo a un caballo reventado de correr para que se olvide del esfuerzo y lama la mano del amo. No creo que los apellidos y el nombre sean lo más importante para definir a las personas. Son los hechos, las acciones, las voluntades, los sentimientos los que nos deben permitir clasificar y conocer a los que nos rodean. El nombre con el que la ley te encasilla hasta que te mueres, e incluso después, es un añadido que nos colocan al nacer, un ornato, un orgullo de progenitores o, en algunos casos, una venganza. Nada más que eso, salvo que lleve parejo bienes y herencias cuantiosas.

En consecuencia, debatir, en mi caso, sobre si Gómez o Tomás, se me antoja una solemne chorrada. Llamándome de una forma u otra, seguiría siendo el mismo. Ahora bien, entiendo que la megalomanía de algunos, la extrema vanidad puede llevar a establecer como ley los espurios deseos de ser recordados por la historia con un determinado patronímico. Pienso que el objetivo no es otro que el de que cuando dentro de una buena pila de años los infantes estudien la gloriosa etapa política que nos está tocando soportar, éstos no se tropiecen con un Pérez o un Rodríguez como grandes caudillos.

Quedará mejor Rubalcaba o Zapatero, títulos que, al fin y al cabo, ambos personajes están tallando con escoplo en la miserable destrucción del país. O quizás sea por todo lo contrario, por enterrar en el olvido del tiempo los nombres con los que se conocieron a tan nefastos rectores públicos, para que así sus descendientes no sufran el rencor generado. Sea por lo que sea, mientras discutimos por necedades obviamos los atropellos de la casta política dominante. Nos están robando la cartera delante de nuestras narices.

viernes, 29 de octubre de 2010

ADIOS A MARCELINO CAMACHO, UN PEQUEÑO GRAN HOMBRE.

Sydney Pollack dirigió, en 1982, la película "Tootsie". En ella, como ya saben, Dustin Hoffman interpretaba a un aspirante a actor que tiene que vestirse de mujer para conseguir un papel en una serie de televisión. Es el cine dentro del cine. En esa película, el camerino se convierte en un elemento más, en casi un actor en sí mismo. La fuerza narrativa del guión viene dada por esos dos camerinos que el personaje tiene en su vida: el primero en su casa, donde se transforma de hombre a mujer; el segundo, en el plató, en el que se maquilla para salir a escena.
Los camerinos de la vida real son nuestras casas, la puerta de salida al mundo exterior, donde nos transformamos en lo que queremos aparentar, en lo que deseamos vender al resto de las personas. En definitiva, en ese camerino nos convertimos en lo que queremos ser. En un mundo de puertas cerradas, de vidas ajenas y opacas, es muy fácil crearse un álter ego de nosotros mismos cuyas palabras y formas sean nuestros sueños cumplidos. El actor vive de esta manera. Lo dice Leonardo di Caprio en una entrevista: "Me convertí en actor por miedo a que no me aceptaran tal y como soy". El camerino es la máquina que permite esa metamorfosis, el elemento clave que transforma al actor en personaje. Todo lo que ocurra fuera es irreal, forma parte de la función, es ficticio. Todas las relaciones entre los distintos personajes también son ficticias. Todos los amores, los sueños, las sonrisas no existen; forman parte de la imaginación del guionista y de la interpretación del actor.
El político también vive en cierta manera de esta forma, pero su escenario no es un plató sino la vida. Su camerino no es una habitación en un estudio cinematográfico, es su propio despacho. Y al igual que el actor tiene que verse forzosamente rodeado de tramoyistas, maquilladores, asistentes personales y encargados de vestuario, el político se rodea también de personas que consiguen darle más vida al personaje en esa función bufa o dramática cuya única finalidad es lograr una credibilidad mucho más amplia.
No todos, por supuesto. Adolfo Suárez empezó siendo un gran actor, pero una prueba de fuego real, como fue el intento de golpe de estado, le convirtió en un auténtico héroe. Su figura, erguida en el asiento del congreso, y las balas rozándole, no eran de un filme. Más recientemente, nuestro sindicalista más conocido Marcelino Camacho, tristemente desaparecido hoy, era un ejemplo de un político sencillo, real y muy próximo a los problemas de los ciudadanos. Anteponía el acuerdo y la negociación a la crispación que, desgraciadamente, dicta hoy todos los guiones de la política española.
Son ejemplos que deberían guiar a la clase política, ejemplos de valentía, sencillez, naturalidad y realismo.
Porque el político es un hombre o una mujer que tiene hambre, ríe y sueña como los demás, es una persona a la que le duelen los pies, a la que le pican los mosquitos y a la que le molesta un juanete. Sin embargo, transformado en su "camerino" en lo que necesita aparentar para seguir sintiéndose vivo, acaba por convertirse en un ser alejado de la realidad, desprovisto de toda humanidad y lejos de las necesidades reales de la gente. Y eso se percibe desde fuera.
En un mundo donde la política ha dejado de estar al servicio del ciudadano para convertirse en una factoría de ideas, formas y sueños, como lo es el cine, era lógico que cogiera paralelismos con la industria del séptimo arte. El político, actor principal de su función particular, se ve envuelto, como en una película, de actores secundarios que le dan vida y fondo, que le ayudan a sentirse cómodo en la escena. En palabras del ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel: "en el Congreso de los Diputados hay dos actores principales o protagonistas, el resto somos meros figurantes". En eso hemos convertido la democracia: en un gran teatro donde la realidad y la ficción se confunden, cubiertas las dos por el mismo halo de falsa ilusión. Y con el peor de los resultados: el distanciamiento cada vez mayor de los ciudadanos, y la percepción nítida de que el político está en su película para servirse y no para servir a la sociedad.

A todos los niveles, desde el más humilde de los ayuntamientos hasta el gobierno más poderoso, la política se instala en el centro de todo un entramado de falsas amistades y enemigos íntimos donde poder sentirse a gusto. Es aquí donde las empresas de la especulación han hecho su rápido beneficio para luego desaparecer. Las finas líneas entre lo público y lo privado muchas veces se han confundido. Hoy en día, el romanticismo de otros años se ha perdido: prima la idea preconcebida, el mensaje enlatado, la corrupción, las empresas fantasma. Incluso los sindicatos han perdido la capacidad de lucha de otras épocas, sirviendo en la actualidad como meros filtros entre el empresario y el empleado. Por ello es que España tardará más en salir de la crisis: hemos vivido estos últimos años sobre una burbuja de economías sumergidas y empresas que se creaban de la noche a la mañana con capital desconocido. Nos hemos creído el papel de una película que se titulaba "Somos los mejores", y como en el cine, la historia también tiene un "The End". Se ha dejado vagar a la deriva a los sectores reales y tradicionales (la construcción, el calzado, el mármol, el textil, el juguete, etc.), cosa que no han hecho otros países, como Alemania o Francia, cuya salida de esta crisis mundial será más pronta y llevadera.
Se ha vivido en camerinos, con espejos iluminados por bombillas para resaltar mejor las facciones, con personas detrás recordándole al actor las palabras de la escena siguiente, con personas cuyos sueldos dependen de lo bien vestido y lo genial maquillado luzca el personaje ante el público. Así en la vida. Es hora de salir a la calle, de que la clase política vuelva a ponerse al nivel de las personas, al nivel del respeto mutuo, de la comprensión sincera. Es hora de quitarse el cristal translúcido de delante y ver la realidad sin máscara, y afrontarla. Si no ponemos todos, un poco de nuestra parte, nos esperan tiempos más difíciles. El egoísmo y la soledad del camerino tienen que dejarse atrás, tienen que formar parte únicamente del mundo del cine. En la vida real hemos de procurar vivir en el espacio abierto de la sinceridad y el trabajo común. Esta sociedad necesita personas con coraje y una mirada limpia y clara. Solo así lograremos cumplir los objetivos que nos marquemos. Solo así lograremos vivir nuestras vidas con intensidad y realismo, lejos de los sueños y las vidas idílicas y perfectas de las películas.

EL TELÉFONO MÓVIL.

Hubo un tiempo, no muy lejano, en el cual los teléfonos móviles nos parecieron cosa de ciencia-ficción, incluso de brujería. Luego, casi con total impunidad, llevados por una necesidad ficticia creada por la televisión y el cine, esos pequeños aparatitos (pequeños ahora, porque los primeros eran auténticos ladrillos enormes de antenas extraíbles) se fueron introduciendo en nuestras casas, en nuestros trabajos y, por último, también en nuestras vidas.
El que se compra un teléfono móvil nuevo, de última generación, con mil colores y sonidos, cámara de vídeo de gran resolución y acceso a Internet, se parece al padre primerizo que va enseñando a su primogénito como si fuera algo único en el mundo: "mira, acaba de eructar, ¿no es un angelito?". Con el móvil igual. Después de que nos enseñen todas las virtudes del aparato en cuestión, preguntamos casi con vergüenza: "peroÉ ¿sirve también para llamar?".
Al principio, los móviles sólo servían para llamar, y tampoco había tanta gente que tuviera uno, así que eran un elemento que podía olvidarse en casa sin ninguna consecuencia. Hoy en día sería impensable dejarse el móvil en el mueble de la entrada o en la mesa de la cocina. Estamos habituados a su peso en el bolsillo, lo que nos genera mucho estrés cuando lo olvidamos o cuando decidimos que es mejor no llevarlo con nosotros, cosa que a muchos nos sucede en verano al entrar en la piscina o la playa. Al regresar a la arena, cuando cogemos el teléfono, varias llamadas perdidas y alguien que nos llama diciéndonos: "te he llamado, pero no me lo cogías, ¿dónde estabas?". Y ahí es cuando se ha perdido toda esa intimidad que nos prometieron que tendríamos usando un móvil. ¿Que dónde estoy? Y claro, no puedes responder que estás sentado en el retrete oÉ en algún otro sitio más inconfesable.
Otro hecho que provoca ansiedad es al recibir llamadas. Si conoces el número, bien, no pasa nada: descolgamos, hablamos tres o cuatro trivialidades y, a veces, incluso podemos llegar al quid de la cuestión después de cinco minutos de conversación general. Pero también podemos recibir llamadas de números que no conocemos o de remitentes desconocidos. Eso causa mayor estrés: ¿quién será a estas horas?, ¿un pesado?, ¿alguien que me quiere vender cualquier cosa?, ¿el médico de mi madre? Y entonces, puede ser, nos saluda una voz diciendo: "¿a que no sabes quién soy?". Y tú, que estás en el baño, o en salón, o tumbado en la cama intentando disfrutar de una feliz siesta estival, tienes que tratar de ponerle cara a esa voz desconocida a partir de las miles de voces que guardamos en el almacén de la memoria. Y, créanme, a veces es muy difícil.
Hoy en día, el teléfono móvil forma parte de nuestros elementos cotidianos. Como el que se pone el reloj y se peina todos los días, hay gente que vive enganchada al móvil, que lo utilizan para todo. Incluso para decir: "cariño, en cinco minutos llego". Si el mensaje era la llegada, lo mejor es hacerlo, no llamar para anunciarlo a los cuatro vientos. Además, eso parece que ya ha sido sustituido por las llamadas perdidas, llamadas que ya pueden significar cualquier cosa: "llámame", "he llegado", "te quiero", "ven a buscarme", etcétera. A veces recibo llamadas perdidas, y me quedo mirando el móvil como si ese aparato estuviera a punto de decirme algo. Lógicamente, nunca lo hace.
Por ese motivo, prefiero los SMS (que van al mensaje directamente, sin caer en divagaciones) o, mejor aún, los correos electrónicos. No sustituirán nunca al placer de hablar cara a cara, pero ambos son más discretos, más relajantes. Los recibimos constantemente y a todas horas, claro está, pero podemos elegir cuándo atenderlos, cuándo leerlos, cuándo responderlos. Tal vez así ganamos algo de intimidad, de soledad, de poder escuchar los silencios de nuestra casa y oír las palabras y las voces de quienes nos rodean. Y es que mientras escribía este artículo me han llegado tres llamadas perdidas. No conozco los números. Podría ser cualquiera. Luego llamarán. O quizá no. No importa. De momento, prefiero apagar el móvil, relajarme y disfrutar de una conversación con mi mujer y mis amigos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

YO NO QUIERO SER EMPRESARIO.

Con el 20% de paro en España y una generación joven bien preparada para nadie, resurge el discurso de la iniciativa, del autoempleo y del emprendimiento. Pero no hay estímulos. La gente lee el periódico y ve cuánto mejor es ser asalariado que empresario y, según dónde, pensionista que trabajador.
Los informes de Hacienda aseguran que los pequeños empresarios y profesionales liberales declaran ingresos medios anuales inferiores a 12.000 euros, la renta de un mileurista. Vale más ser mileurista por cuenta ajena que por cuenta propia. En Baleares los pensionistas declaran, de media, 6.222 euros más que los profesionales y pequeños y medianos empresarios.
Así no hay manera de crear vocaciones empresariales pero, con los mismos datos y un enfoque positivo, sincero y de alegría liberal, la cosa cambia.
Oímos en cátedras y tabernas que a nadie le gusta pagar impuestos.
Convirtámoslo en una ventaja: "Hazte empresario y no pagarás a Hacienda". Si te va mal, podrás evadir. Si te va bien, alcanzarás esos ingresos en los que el tipo se detiene y tendrás fórmulas de desgravación. ¿Complicado? No, hombre. Tú eres pobre, compras un necesario felpudo y en esa acción gastas dinero y pagas impuestos. Tú eres rico, compras un valioso tapiz para tu disfrute, que es una inversión, y si le quitas los ácaros, desgravas. Así aumentas su valor, quedas como un señor y con tu dinero mantienes patrimonio artístico en vez de a chusma de distintas edades y mala salud, como habría hecho el Estado en algún porcentaje.
Cuando eres rico, el Estado no quiere tu dinero. Zapatero, tan rojo y resentido, proclama que no merece la pena subir los impuestos a los que más tienen, que esta crisis ya la pagamos entre los demás. Tienen razón los liberales. No hay que dar dinero al Estado. El que cumple con Hacienda es gilipollas por incompetencia o por vocación.

jueves, 9 de septiembre de 2010

EL PROFESOR NEIRA

De la misma manera que los medios de comunicación elevaron a los altares más elevados al profesor Neira, de la noche a la mañana lo hundieron en los infiernos y, la verdad, no creo que esto sea justo. No voy, desde luego, a justificar una acción que es reprochable como es el conducir bajo los efectos del alcohol, presuntamente, pero sí quiero dejar claro que esto nada tiene que ver con la defensa de una mujer que estaba siendo maltratada por un hombre. Ahí están las imágenes que lo demuestran y la sentencia que así lo afirma.
Jesús Neira tuvo la valentía de interponerse entre un hombre violento y una mujer vapuleada y se interpuso para evitar que esta mujer sufriera maltrato. Esta acción le costó muchos meses de hospital, un coma del que salió con muchas secuelas, algunas de ellas irrecuperables y lesiones tanto físicas como sicológicas.
Nada tiene que ver una cosa con otra. Me podrán decir que Neira usa un tono de voz para hablar que a veces sorprende, que utiliza términos que parecen o son de prepotencia, pero todo ello no nos puede hacer olvidar que Neira casi pierde su vida en la defensa de una mujer. Al principio y en el hospital me pareció un hombre sorprendido por todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, le extrañaba que todos los medios de comunicación estuvieran al tanto de su estado de salud, que las personas le reconocieran por la calle y comenzó a ser agasajado por todos, premiado por todos y poco a poco, creo, empezó a perder el contacto con la realidad, a olvidar que su fama iba unida inexorablemente a la lucha contra la violencia de género.
Es cierto que algún medio de comunicación empezó a sacar trapos sucios que vaya usted a saber si son o no ciertos y que se politizó el asunto, dichosa política. Algunos periodistas empezaron a desacreditarlo, a discutir en tertulias muy conocidas y seguidas por muchas personas la figura del profesor. Olvidaban que el profesor no era más que una persona con las mismas virtudes y los mismos defectos que todas las demás, pero a las demás personas no se nos lee la cartilla en una tertulia televisada, hecho éste que debe ser muy duro hayas hecho lo que hayas hecho.
No destruyamos a los "Neiras", a esos hombres que luchan contra la violencia de género, no destruyamos a esos hombres que impiden y ayudan a todas las mujeres, que ayudan en las calles y en las casas. Si nosotros, los hombres no nos implicamos, no erradicaremos esta lacra que tanto daño hace a nuestra sociedad, no podremos arrinconar a los violentos. ¡Los violentos donde mejor están son en soledad!

domingo, 5 de septiembre de 2010

NOSOTROS, LOS ABUELOS.

Cuando tengo ocasión (y cada vez tengo más), de hablar con personas de mi edad y de mi condición de abuelo, siempre surge el comentario sobre el papel que siguen desempeñando en la familia los abuelos. Todos reconocen que les encanta hablar y convivir con los nietos pequeños. Me da la impresión de que el motivo es doble y recíproco: necesitamos amar y ser amados, pero con ese amor especial de nosotros los mayores a sus nietos pequeños, y con el cariño de los nietos a sus abuelos. Existe una sintonía entre abuelos y nietos que hace que nosotros trasmitamos nuestras ideas, nuestros sentimientos, nuestras voluntades a los pequeños con tal cariño y fuerza persuasiva que logramos la comprensión y la obediencia de los pequeños con alegría y sin resistencia. A los abuelos no nos faltan detalles generosos, como hacer regalitos oportunamente, que encantan a los nietos. Estos corresponden con un cariño y una docilidad que nos entusiasman. De estos contactos quedamos satisfechos unos y otros. Por eso nosotros los abuelos, buscamos motivos para estar con los nietos y jugar con ellos, salir a pasear con ellos y tantos otros contactos que nos hacen felices. A su vez, los nietos piden repetidamente a sus papás que los lleven a ver y a estar con sus abuelitos porque psicológicamente necesitan sus palabras de cariño, sus consejos, sus detalles tan queridos, que luego comentan los hermanitos entre sí e incluso con los papás. En nuestro tiempo, el papel de los abuelos con sus nietos es especialmente indispensable, porque los papás de los niños suelen salir de casa a trabajar por las mañanas, y en la mayoría de casos no vuelven a casa hasta la noche, y los niños necesitan la presencia de los abuelos, que los llevan o los traen del colegio, hablan con ellos, los ayudan en todo, están con ellos, porque disponen de tiempo suficiente. El peligro único que puede estropear la convivencia es abusar de los abuelos. Estos tienen también cosas que hacer y necesitan poder vivir tranquilamente, porque encima carecen de la fuerza y energía que tenían cuando eran jóvenes, que son precisamente las que le sobran a los nietos. Sería un error por parte de los papás utilizar a los abuelos a modo de niñeras o de criados de casa. Hay que hacer todo lo contrario. Hay que mostrarles respeto, agradecimiento y delicadeza. Así se mantienen unas relaciones que son fuente de felicidad para todos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

EL VINO QUE TIENE ASUNCIÓN...

Frase lapidaria la de Antoni Asunción, a la sazón ex ministro socialista que ahora quiere aguarle la fiesta a Jorge Alarte en la Comunidad Valenciana. «Hay acomodo. No se busca tanto ganar como mantener el empleo». Es un resumen perfecto de las actitudes y comportamientos de la gran mayoría de los dirigentes del PSOE, aplicable no sólo a los valencianos, sino también al resto de aquellos miembros del partido que mal dirigen las comunidades autónomas y administraciones públicas que gobiernan, que peor ejercen la oposición en aquellas en las que no son mayoría, y que catastróficamente rigen los destinos del Estado. Ha acertado de pleno al definir la característica común de todos los miembros de la casta política nacional, en la que hay que incluir, cómo no, a los de los restantes partidos. Viene a confirmar lo que los españoles sabemos y pensamos de aquellos que tan funestamente nos representan: la búsqueda incansable del beneficio personal, el acumular puestos y sus consiguientes prestaciones, el favorecer intereses particulares y/o familiares, el derrochar favores reintegrables en forma de contratos a allegados o empresas, el garantizarse retiros dorados donde trabajar aún menos, el llevárselo directamente y sin intermediarios mediante comisiones y sobornos y el perpetuarse en el cargo hasta el final de los tiempos son los objetivos más importantes de los componentes de esta lacra desde que aspiran a llegar al poder.
Lo que ha dicho da para mucho. Ya que se lleva lo de la memoria histórica, cambiar el heroico «no pasarán» de la izquierda española en la Guerra Civil por el «no me moverán del cargo» de los actuales socialistas invita a que los que sienten y piensan en rojo dinamiten la dirección actual antes de que ésta destruya con su traición todos sus principios. Ahora bien, cabe considerar que el antaño ministro está en el mismo paquete que aquellos a los que ha dedicado su frase. O no. Haciéndolo fácil uno no puede evitar canturrear «el vino que tiene Asunción, ni es blanco ni es tinto ni tiene color». Igual es más vinagre del malo con el que seguir inundando y amargándonos la vida. O igual hay que bebérselo en un cáliz sagrado y bendecir su aroma. Ya se verá.

domingo, 25 de julio de 2010

QUIERO SOÑAR EN LA VIDA...

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con verdes paisajes
limpios y sin contaminar,
donde llenar los pulmones
de aire puro de verdad.

Sueño con comida fresca
con productos naturales,
con productos de la huerta
con frutas y cereales.

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con personas buenas
que ayudan a las demás,
sencillas y solidarias
que no hacen daño jamás.

Sueño con un mundo justo
donde no hay desigualdades,
tampoco ricos ni pobres
allí todos somos iguales.

Quiero soñar en la vida
y no me quiero despertar,
porque la vida en mi sueño
es más justa que en verdad.

Sueño con el amor sincero
donde manda el corazón,
sin intereses a cambio
porque no tienen valor.

Y sueño con que mis sueños
se conviertan en verdad,
por eso me gusta soñar
y no me quiero despertar

domingo, 27 de junio de 2010

REVIVAL

Estoy tan seguro de que no lo hacen aposta como de que les resulta imposible remediarlo: sencillamente, son así. Saben que su forma de ser, pensar y actuar le salta los nervios a la mayoría de la gente porque rompe casi todos los esquemas al uso pero no están dispuestos a cambiar, así los aspen, para amoldarse al modelo social y políticamente correcto de las personas de fundamento. En realidad no es que sean intrínsecamente contestatarios y rebeldes (aunque se muevan como pez en el agua dentro de esas coordenadas), sino que su acracia innata y su natural anárquico los orienta por derroteros poco frecuentados por el común de la ciudadanía respetable. Así que, sin proponérselo incluso, no es raro que se les considere como grano en el culo o mosca cojonera en su comunidad humana.
Una de sus características es su capacidad de supervivencia en condiciones extremas, probablemente derivada de la parquedad de sus necesidades básicas. Si son mujeres, se las puede ver arrastrar con naturalidad los mismos harapos (lavados, eso sí) a lo largo de treinta o cuarenta años si el material textil es bueno, que en épocas pasadas solía serlo; con lo cual, sin proponérselo, van a la última varias veces por pura coincidencia porque las modas, como nadie ignora, son una estupidez inventada (mayormente para sacarle los cuartos a la gente) por unos cuantos iluminados tan faltos de imaginación como sobrados de figurines antiguos, a los que acuden para resucitar en las glamurosas pasarelas los ropajes, calzados y complementos de los años 80, 70, 60 y cobrar por el "diseño exclusivo" lo que no gana un obrero en un año. "Revival" creo que le llaman en el gremio a eso; otros le llamamos morro.
Consecuentemente, este tipo de mujer gasta en cosmética menos que la Esteban en tratados de Filosofía; pisa la peluquería (si la pisa) un promedio de dos veces por año, cuando los rigores caniculares le resudan las greñas y decide cortárselas, y cuando tiene que protagonizar forzosamente a algún evento de tiros largos; siente una especial alergia hacia las joyas (cada vez que ve un pedrusco engarzado se le representan los niños esclavos, muriendo aplastados en las minas de diamantes de Sudáfrica o en las de esmeraldas de Sudamérica, y se le revuelven las tripas); y algo por el orden le ocurre con las fiestas exquisitas en las que mariposean las damas "vip", con las siliconas tetiles y culares resaltadas por refulgentes lamés que obligan a entornar los ojos por efecto del deslumbramiento. El común de la gente, digo, porque ellas por las limitaciones del botox lucen el rostro estático de una máscara griega.
Son personas, en fin, perfectamente distinguibles del resto. Ya sean mujeres u hombres muestran una marcada tendencia a los vehículos de motor de segunda, tercera y hasta cuarta mano; sus domicilios acostumbran a venirse abajo de libros, más en edición rústica que de lujo, pero es difícil encontrar en ellos tresillos anatómicos de piel salvaje, mayormente porque no ponen inconvenientes a que los espacios humanos sean compartidos con naturalidad por los perros y/o gatos de la familia; y la decoración de sus hogares se aproxima bastante al caos, ya que practican la ahorrativa costumbre de heredar de familia y amigos los muebles que desechan, con lo cual la mezcla de épocas, estilos y calidades se convierte en un colorista batiburrillo.
De éstas (y algunas otras) características personales se desprende que las personas que pertenecen a esta subespecie humana suponen una pesadilla para los comerciantes y banqueros, y una auténtica bomba tóxica antisistema para las estructuras del capitalismo: necesitan tan poco para vivir que resulta complicado insertarlos en el engranaje feroz del consumo. Tan complicado que generalmente, unas veces por pura opción personal y otras por el desaliento de sus potenciales inductores, acaban quedándose fuera de él. De manera que en momentos chungos como el actual de crisis galopante, llanto y crujir de dientes generales, estas personas se lo toman con más calma que otras. Piensan "ya escampará", y se congratulan de no necesitar (ni envidiar) yates, saraos, estancias en hoteles con más estrellas que el firmamento y chalés de alto estanding, con la piscina llena de flores de loto con velitas en las cenas para las amistades íntimas que nunca son menos de cien, (lo que en principio hace pensar que la intimidad se verá dificultada por semejante multitud, pero ea).
¿Que por qué escribo hoy de todo esto? Y yo qué sé. Podía haber escrito del ascenso de mi equipo, el Hércules, de los manteos de personajes y la Santa Faz herculana, de la bendición urbi et orbi a la censura del Síndic Cholbi demócrata de toda la vida, de los avatares económico-políticos, de las huelgas de los medios de transportes, pero recién pasadas las fiestas, la gente tiene los pies echando humo, y lo mismo piso algún callo sin querer. Así que pensé escribir de los bichicos de La 2 y la reposición de los programas de Félix, que son un filón, pero al final me he decidido por las bombas tóxicas antisistema. Al cabo, es un tema que me sé de carrerilla y no tengo que calentarme la cabeza.

viernes, 25 de junio de 2010

"PAPÁ VEN EN TREN..."

Hace mucho tiempo que no viajo en tren y hoy voy a recuperar esta sana afición. Tengo que viajar a Valencia yo sólo y no tengo ganas de conducir. Lo tengo claro a la hora de sacar el billete: entre Regional Express, Talgo o Euromed, lo tengo claro, Regional Express. Es mucho más lento. Lo que para los obsesionados en rebañar minutos con el AVE suena a blasfemia para mí es básico: ver el paisaje a través de la ventanilla, que por supuesto tiene un valor añadido. Serán secuelas de mi infancia ferroviaria al amor de locomotoras de vapor, maquinistas y fogoneros tiznados de carbonilla, y trenes como el Shangai ("El Changa" para los del gremio), deteniéndose con sus chirriantes vagones de madera en todos los apeaderos. Así que esto, originariamente, lo voy a escribir con boli en una libreta entre Alicante y Valencia. Apuntes al hilo de las vías no aptas, sospecho, para los amantes de las altas velocidades.
Por la zona de Fontcalent relumbran con el primer tímido sol de la mañana los espartales y los saladares, la sierra terminal con la huesa al aire, recomida a mordiscos y tarascadas por las mandíbulas insaciables de las canteras. Colores amoratados del vientre descarnado de los montes con las cicatrices indelebles del mármol. El monasterio de la Magdalena reluce, mucho más bello de lejos que de cerca, junto a la anciana torre triangular de la Mola. Sobre el tapial derrumbado de una casa en ruinas entre viñas mortecinas se yergue arrogante una palera. Pequeños porches acorralados. Casas pobres. Escorrentías y barranqueras tupidas por un enredo de maleza. En la estación de Elda/Petrer, en obras, los obreros vestidos de amarillo se mueven como hormigas lentas transportando material. El jefe de estación mira su reloj de pulsera (el del andén está clausurado por un aspa de cinta adhesiva) justo cuando otro tren nos rebasa en dirección contraria. Ya podemos seguir.
Arbolillos raquíticos, zonas industriales, almacenes, naves, camiones, palas transportadoras. De pronto, la ceguera de un túnel. Y enseguida el vuelo rasante de un gran pájaro (¿un gavilán?), escapando de una recoleta vaguada entre dos lomas sin más salida que la que da a las vías. El castillo de Sax sobre un fondo de hilachas de nube. Almacenes de vinos y alcoholes. Tristeza infinita de las estaciones y los apeaderos condenados a muerte, con sus rejas correderas cerradas y mucho, mucho material inservible acumulado y desordenado. Prados breves. Pinares conspicuos. Mínimos olivares. Tierras llanas medianeras con la serenidad larga y amplia de La Mancha. Villena de útero encharcado y alma lacustre. Verde rabioso de un bancalillo de cereal, ocre de un cañar, nispereros envueltos en redes para defender el fruto de los picos golosos de los pájaros, un jardín grande primorosamente cuidado, los edificios de un lado de la estación desmoronados, el de la derecha transformado en una tienda de muebles.
Grafitis, traviesas apiladas, un hombre con un perro gordo y viejo esperando para cruzar. Más adelante caballos pastando en corrales, desperezándose aún después de la siesta. A lo lejos, sobre una loma, los molinos eólicos recosen el cielo con un pespunte de clavos como un monte calvario saturado; junto a las vías se alinea un conjunto apretado de placas solares. Almendros verdecidos. Puentes y puentecillos. Viñas cuidadas con exquisito mimo, aledañas a zonas fabriles. El revisor pasa a la altura de Caudete. Una balsa cuadrada, plateada y rojiza, enjoya el suelo. De cerca, los brazos bailones de los molinos peinan la brisa. Canteras lívidas y geométricas. Más cereal. Casonas de campo sólidas y solitarias. Dentro de otro túnel, más largo, se espesa el ronquido del tren. Casitas salpicadas sobre pequeños valles. Tablas de bancales variopintos -cereal, viña, frutales, más viña-. Cortafuegos en los montes. La autovía paralela se va llenando de tráfico. Una hacienda antigua con capilla de señores, campanario y veleta de gallo. Pinos. Carrascas. Arbustos desmadrados. Contra el muro de un corral orina despacioso un viejo; de espaldas a él, una vieja les echa de comer a las gallinas.
Palés apilados en zonas industriales. Infraestructuras de obras, máquinas aplanadoras, grúas. Por aquí pasará el AVE, cuando pase. Casi en la raya del horizonte, un castillejo con un pueblito apiñado a sus pies. Charcos de lluvia. Matas de flor amarilla en los ribazos. Un bancal de palmitos junto a un vertedero que pudre al aire. El verdor feraz de los campos delata la huerta valenciana, una explosión de naranjales se mete pecho adentro, estamos llegando a Xátiva pero desde el tren no alcanzo a ver el carrer blanc de Raimon. Una gran locomotora color trigo maduro dormita aparcada en una vía muerta. Esbeltas casas señoriales de huerta junto a la solidez de un viejo maset de llauraor. Y una barraca blanquísima, una sola, alzándose valiente y desnuda en el centro de un mar de verdor.
Una iglesia de pueblo con su torre. Cañares. Chopos y álamos. Acequias. Huertos pobres con vallas elementales hechas de traviesas y somieres amarrados con alambre, coronados de buganvilias rojas y moradas. Más acequias. Grajillas de ébano sobrevolando el tren, cruzándose y descruzándose en un desaforado ballet de encaje loco. Palmeras, limoneros, exhuberancia de frondas, huertos ubérrimos, campos aprovechados al milímetro para la feracidad. Tierra roja y mullida. Casas blancas. Árboles de esmeralda. Bancales de terciopelo y seda. Acequias. Más acequias. Y de pronto, el Xúquer verdiazulado discurriendo manso en busca del mar. Una congoja rabiosa de sed me cierra de golpe la libreta. No quiero escribir más.

viernes, 18 de junio de 2010

A LA VIOLETA

Flor, la de las lindas hojas,
la del cáliz delicado,
la que derrama en el prado
su perfume embriagador.

Tú, que en la hierba naciste,
y te ocultas siempre en ella,
eres la imagen más bella
que representa al amor.

No a ese arrebatado y ciego
que a veces el labio miente,
sino al tímido, que siente
un sensible corazón.

A ese amor que nos inspira
un ser que nuestra alma adora,
y que, sin embargo, ignora
nuestra ardorosa pasión.

Más, ¡ay!, un día nos vende
el fuego de una mirada,
cual su esencia delicada
te vende a ti, ¡pobre flor!

Por ella yo te descubro
entre la hierba escondida,
que eres mi flor preferida,
imagen de un tierno amor.

NI VIVIR PUEDO EN TU AUSENCIA...

Ni vivir puedo en tu ausencia,
ni vivo cuando te veo,
ni es del mundo este deseo
que consume mi existencia.

Nieve soy en tu presencia
y volcán lejos de ti,
y es que sobre mí
tal poder, que dude al verte
si era el amor o la muerte
lo que en el alma sentí…

¿Cómo vivir en tu ausencia,
si no merezco el infierno,
que el deseo es fuego eterno
y yo mortal existencia?

¡Si he perdido la conciencia
del tiempo y de mi razón,
si es la vida mi prisión!
¿De que sirve el albedrío,
si yo ya no tengo mío
ni mi propio corazón?

¡Si pienso con tu razón,
si respiro con tu aliento,
si el tuyo y mi pensamiento
fundió en uno la pasión,
si duda mi corazón
dónde su huésped anida;
si dudé en la despedida
entre quedarme o partir,
porque no sé definir
cuál es tu vida o mi vida!...

lunes, 14 de junio de 2010

¡¡¡QUE CUERPO SE ME VA A QUEDAR!!!

En mayo tenía que haber subido la luz. Pero no un cuatro o un cinco por ciento. Por lo menos un diez. Así encararíamos el verano con más alegría, con más predisposición para ir a la playita a lucir cuerpo. Porque cuerpo, lo que se dice cuerpo, vamos a tener lo nunca imaginado y siempre deseado: el país más estilizado del mundo, con las carnes más prietas y duras. Delgados a tope, de una esbeltez extrema. Y todo, todo, todo, merced a la política económica de nuestro gran benefactor, el amigo del Papa y de Obama, el rey de reyes dentro de los gestores públicos, el único, el fabuloso, el increíble mago de las finanzas, José Luis Rodríguez Zapatero.
Después de la dosis de tijeretazos y recortes sociales, ahora vendrá el IVA para recordarnos que la fiesta continúa. Y, como un palo nunca golpea él solo, nuestros colegas de las compañías eléctricas nos van a deleitar con un recibo más caro (le han cogido vicio a esto, ¿no?).
Ahora bien, no nos engañemos que lo hacen por nuestra salud. Me explico. A base de lavar la ropa en la pila o en una lavadora a pedales; de correr por la casa apagando luces; de pasear y pasear por centros comerciales para trincar algo de fresquito; de sudar como marranos por no gastar ventiladores ni aires; de cocinar poco para no usar la vitro o por no tener comanda a la que hincarle el diente; de no ver la tele por las noches, dedicando ese tiempo a menesteres más físicos (algo bueno, mira por donde). A base de esto y del hambre que vamos a pasar, nos quedaremos como sílfides, sin grasa corporal, con olor a tigre, pero exentos de colesteroles y triglicéridos. Sanos y flacos, vamos.
Hablando en serio. Como sigan exprimiendo el limón lo van a dejar seco del todo. Y cuando ya no quede jugo, a ver de dónde sacan para cubrir lo que tan mal saben administrar esta banda de inútiles.

viernes, 4 de junio de 2010

Y SIGUEN LOS MALTRATOS...

Por regla general, la mayoría de la gente andamos con una cierta confusión acerca de lo que es el maltrato a una mujer y, sobre todo, cómo empieza. Lo que llega al público al final son noticias macabras como las de estos últimos días, o sea, asesinatos ya perpetrados y sin posibilidad alguna de rebobinar la vida. Y con exasperante frecuencia llegan también los comentarios de los vecinos, "quién hubiera imaginado que esto podría pasar, eran una pareja normalísima; hombre, tenían sus rifis-rafes como cualquiera, pero vaya, lo corriente".
Lo primero que uno se pregunta es qué habría que considerar como "lo corriente". Y descubre con inquietud que casi nadie considera maltrato algo que, examinado con un mínimo de sentido común, evidencia ser la puerta más clara hacia futuros males mayores: la inveterada, habitual y repetida falta de respeto del macho (la mayoría de las veces apenas "machito", porque suelen empezar de jóvenes) hacia "su" mujer. Son esos hombres (por llamarles de alguna manera, claro), que encuentran lo más normal del mundo ir emporcando la casa inmediatamente después de que su mujer se haya dejado los riñones limpiándola, regando con sus zapatos, chanclas, calzoncillos guarros o calcetines sudados todas las habitaciones (ya se agachará ella a recogerlos), y dejando la encimera de la cocina pringosa y chorreante de aceite, tomate y restos sanguinolentos de filete, como si una misteriosa parálisis de los miembros superiores les impidiera pasar una bayeta por ella dejándola como la encontraron.
Lo malo de estas situaciones es que la incipiente maltratada no acostumbra a ser consciente de su situación. "Es muy desordenado", "va con prisas", "está acostumbrado a vivir en un piso entre tíos" pueden ser algunas de las excusas con que, invariablemente, lo disculpa. Al menos, en los primeros tiempos de la convivencia. Con parecida benevolencia acostumbra a pasar por alto que él, al salir de trabajar, se vaya "a tomar unas cervezas con los compañeros para quitarse el estrés"; como si la casa, los hijos pequeños y los tropecientos problemas que se presentan diariamente en un hogar, aumentados por las penurias de esta época de crisis, no fueran tan estresantes, o más, que los que le hayan podido surgir en el curro a su compañero. Y, naturalmente, pasa lo que estaba cantado que tenía que pasar: que un día, o dos, o cuatro, esas "desestresantes" cervezas se prolongan hasta la alta madrugada o hasta bien entrada la mañana, y el machito asoma ciego como un piojo, dando traspiés y con un par de condones en el bolsillo, señal de que la noche no fue tan inocente. Y más señal de que a "su" mujer, la que se ha quedado en casa esperándole (y disculpándole), la respeta más o menos como a sus zapatillas sudadas.
En esa dinámica acostumbran a tener un papel preponderante los amigos (por llamarles de alguna manera) de él, que le alientan a seguir con su vida de soltero y a no "desperdiciar su juventud" entre las paredes de la casa cambiando pañales, que para eso ya está la mujer. Y él prefiere que le aplaste una apisonadora, antes que "no dar la talla" ante sus venerados congéneres. Entretanto las señales de emergencia que inconscientemente lanza la mujer, ya más que incipientemente maltratada, son claras: un cansancio profundo que le entristece la expresión, una inseguridad creciente brotada de la autoestima diariamente machacada, una ansiedad que se va acumulando inevitablemente y una progresiva falta de ilusión. Los demás, especialmente los que más la quieren, lo ven con preocupación; ella, como es habitual en estos casos, es la última en darse cuenta. Hasta el punto de llegar a enfadarse con quienes intentan ayudarla.
Esto, lamentablemente, lo estamos viendo todos los días: no hay más que mirar alrededor. Lo tremendo, lo peligroso del asunto, es que tanto el machismo recalcitrante como la falta de respeto a la mujer no son estáticos sino progresivos. Es decir, crecen. Y lo que hoy es un calcetín apestoso tirado sobre un suelo recién fregado, mañana será un desprecio en público, un exabrupto o un insulto directo, y pasado mañana puede ser, si no se ponen a tiempo los medios para impedirlo, un bofetón. Y entre el bofetón y la paliza las lindes acostumbran a ser demasiado borrosas.
Tanto como claras son las previsibles consecuencias de un maltrato ya declarado que no se abortó en su momento. A saber, (y no hay más que consultar los medios de comunicación de estos días): la muerte de la mujer a manos de su pareja. Así que me vais a permitir una vez más, que me haga defensor de la mujer maltratada, que el hecho de estar enamorada de su pareja, no le impida que su amor sea tan ciego para no ver la realidad de su vida, y que a la mínima denuncien y soliciten ayuda. Este es un consejo dirigido a todas las mujeres, a todas, pero en especial a las más jóvenes que aún están a tiempo, a que no se dejen comer el terreno por ningún macho. Por mucho que crean quererlo. Y si ellas solas, de tanto ser machacadas no se sienten con ánimos ni fuerzas para pararles los pies, que pidan ayuda, que hay una legión de mujeres (y de verdaderos hombres, afortunadamente, también), dispuesta a bajarle los humos y las chulerías de una vez por todas a los machitos al uso. O sea que escrito queda para que vayan tomando nota, ¿vale? Pues eso.